EL ARREPENTIMIENTO
21-01-2024
En el Antiguo Pacto
Este concepto es crucial, pero difícil de definir. Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia definición proveniente de nuestra afiliación denominacional. Sin embargo, por lo general, una definición teológica está inspirada en varias palabras hebreas (y griegas) que no necesariamente implican una “serie” de definiciones. Debemos recordar que los autores neotestamentarios eran pensadores hebreos que utilizaron términos del griego koiné. Por ello debemos comenzar con los propios términos hebreos, de los cuales existen principalmente dos, que son:
1. najam ( BDB 636, KB 688)
2. shub ( BDB 996, KB 1427)
El primero, najam, originalmente parece haber significado “un profundo respiro,” se usa en varios sentidos:
a. “descanso” o “consuelo” (ejemplo, Génesis 5:29; 24:67; 27:42; 37:35; 38:12; 50:21; con frecuencia se aplica a nombres, véase 2 Reyes 15:14; 1 Crónicas 4:19; Nehemías 1:1; 7:7; Nahúm 1:1).
b. “lamentarse” o “arrepentirse” (ejemplo, Génesis 6:6-7)
c. “cambio de mentalidad” o “arrepentirse”(ejemplo, Éxodo 13:17; 32:12, 14; Números 23:19)
d. “compasión” (ejemplo, Deuteronomio 32:36)
¡Notemos que todos expresan una profunda emoción! He aquí la clave: el arrepentimiento es los sentimientos profundos que conducen a la acción. Este cambio de acción, generalmente va dirigido a otras personas, pero también a El Elohím. Es este cambio de actitud y acción hacia El Elohím lo que añade al término el significado teológico tan significativo; pero aquí es donde debe tenerse mucho cuidado. Dice en la Biblia que El Elohím “se arrepintió” (véase Génesis 6:6-7; Éxodo 32:14; Jueces 2:18; 1 Samuel 15:11, 35; Salmo 106:45), pero no como resultado del dolor por pecado o error que El Elohím haya cometido, sino de forma metafórica para demostrar Su cuidado y compasión (véase Números 23:19; 1 Samuel 15:29; Salmos 110:4; Jeremías 4:27-28; Ezequiel 24:14). El castigo por el pecado y la rebelión son perdonados si el pecador abandona verdaderamente su pecado y regresa a El Elohím. Es una nueva orientación de la vida misma.
El 2º vocablo, shub, significa “voltear” (alejarse, regresar, volverse a o hacia). El VERBO shub (BDB 996, KB 1427) básicamente significa “da vuelta atrás.” Por eso en el hebreo bíblico se usa el término proveniente de esta raíz que es “hacer Tshuvá” que indica:
1. Apartarse de El Elohím, Nm. 14:43; Jos. 22:16,18,23,29; Jue. 2:19; 8:33; 1 S. 15:11; 1 R. 9:6; Jer. 3:19; 8:4
2. Volverse a El Elohím, 1 R. 8:33,48; 2 Cr. 7:14; 15:4; 30:9; Sal. 51:13; 116:7; Is. 6:10; 10:21,22; 31:6; Jer. 3:7, 12,14,22; 4:1; 5:3; Os. 3:5; 5:4; 6:1; 7:10,16; 11:5; 14:1,2; Amos 4:6,8-11 (note especialmente Jeremías 7 y Amos 4).
3. YHWH, aunque inicialmente le dice a Isaías que Judá no regresará ni se arrepentirá (ver, Is. 6:10), los llama a regresar a Él, pero no por primera vez (Is. 6:10).
El arrepentimiento consiste, no tanto en una emoción como en una actitud hacia El Elohím. Es una reorientación de la vida centrada en el yo a El Elohím. Denota una disposición a cambiar y ser cambiado. No es el dejar de pecar por completo, sino un dejar de rebelarse a diario. Es el reverso de los resultados de la caída de Génesis 3 en donde se concentraron en ellos mismos. Denota que la imagen y semejanza de El Elohím (Gé. 1:26-27), aunque dañada, ha sido restaurada. El compañerismo o comunión con El Elohím es posible nuevamente de parte de los seres humanos pecaminosos para con El Elohím.
El arrepentimiento en el A.T. principalmente significa un “cambio de acción,” mientras que “arrepentimiento en el N.T. significa principalmente un “cambio de manera de pensar,” (vea el Tema Especial: Arrepentimiento en el N.T.). Ambos son necesarios para que suceda el verdadero arrepentimiento bíblico. Es también necesario darnos cuenta que el arrepentimiento es a la vez un acto inicial como una acción continua y en progreso. Este acto inicial puede verse en Marcos 1:15; Hechos 3:16 y 19; 20:21; mientras que el proceso continuo puede verse en 1 Juan 1:9; Apocalipsis 2 y 3. ¡El arrepentimiento no es opcional de acuerdo a la Palabra de El Elohím (ver Lucas 13:3,5)!
Si es verdad que los ambos requisitos del Pacto son “arrepentimiento” y “ fe” (ejemplo, Mateo 3:2; 4:17; Marcos 1:4, 15; 2:17; Lucas 3:3, 8; 5:32; 13:3, 5; 15:7; 17:3), entonces najam se refiere al sentimiento profundo e intenso de reconocer el pecado personal y el apartarse de él; mientras que shub se refiere a dejar el pecado individual y regresar a El Elohím (un ejemplo de ambas acciones espirituales se encuentra en Amós 4:6-11: “no has regresado a Mí” [5 veces], y Amós 5:4, 6, 14: “Buscadme y viviréis…Buscad a YHWH…Buscad lo bueno, y no lo malo,”).
El 1er gran ejemplo del poder del arrepentimiento es el pecado de David con Betsabé (véase 2 Samuel 12; Salmo 32 y 51). ¡Hubo consecuencias permanentes para David, su familia e Israel; pero David fue restaurado en su comunión con El Elohím! Aún el malvado rey Menasheh pudo arrepentirse y ser perdonado (véase 2 Crónicas 33:12-13).
Ambos términos son utilizados paralelamente en el Salmo 90:13. Debe haber un reconocimiento del pecado y un darle la espalda a nuestro pecado unido al deseo de buscar a El Elohím y Su justicia (véase Isaías 1:16-20). El arrepentimiento tiene un aspecto cognitivo, un aspecto personal y otro moral. Los 3 son necesarios tanto para expresar una nueva relación con El Elohím como para mantener esa nueva relación con Él. ¡Ese profundo sentimiento de arrepentimiento se convierte en una devoción permanente hacia y para El Elohím!
EL ARREPENTIMIENTO (N.T.)
El arrepentimiento (junto con la fe) es un requisito del Pacto, tanto en el Antiguo (Nacjam, BDB 636, KB 688, ejemplo, 13:12; 32:12, 14; Shuv, BDB 996, ejemplo, 1 Reyes 8:47; Ezequiel 14:6; 18:30).
Yojanán el Bautizador (Mateo 3:2; Marcos 1:4; Lucas 3:3, 8)
1. Yeshúa (Mateo 4:17; Marcos 1:15; Lucas 5:32, 13:3, 5; 15:7; 17:3)
2. Simón Kefa o Pedro (Hechos 2:38; 3:19; 8:22; 11:18; 2 Pedro 3:9)
3. Shaúl de Tarso o Pablo (Hechos 13:24; 17:30; 20:21; 26:20; Romanos 2:4; 2 Corintios 2:9-10)
Pero, ¿qué es el arrepentimiento? ¿Es una tristeza espiritual? ¿Es el dejar de pecar? El mejor texto del Nuevo Testamento para entender las distintas connotaciones del concepto se encuentra en 2 Corintios 7:8-11, donde se usan 3 términos griegos relacionados pero diferentes:
1. “Tristeza” (lupēo, véase versículo 8º (2 veces); 9 (3 veces), 10 (2 veces), 11). Significa dolor o angustia, y tiene una connotación teológica neutral.
2.“Arrepentimiento” (metanoeō, véase versículos 9-10). Es una palabra compuesta por “después” y “mente”, lo cual implica un nuevo modo de pensar, una mente nueva, una nueva actitud hacia la vida y hacia El Elohím. Este es el verdadero arrepentimiento.
3. “Pesar” (metamelomai, véase versículos 8 (2 veces), 10). Está formada por los términos “después” y “preocuparse”. En Mateo 27:3 se usa para Judas; y en Hebreos 12:16-17, para Esaú. Implica pesar por las consecuencias, no por los hechos realizados.
El arrepentimiento y la fe son necesarios en el Pacto (Marcos 1:15; Hechos 2:38, 41; 3:16, 19; 20:21). Algunos textos señalan que El Elohím es quien da el arrepentimiento (Hechos 5:31; 11:18; 2 Timoteo 2:25). Pero la mayoría de los textos lo consideran como una necesaria respuesta humana al Pacto y a la oferta de El Elohím de una salvación gratuita.
Tanto la definición griega como la hebrea son necesarias para comprender el significado integral del arrepentimiento. El hebreo exige “un cambio en la manera de actuar”, mientras que el griego requiere de “un cambio de mentalidad”. La persona salva recibe una nueva forma de pensar y un nuevo corazón (ver Ez. 36:26-27), piensa de manera diferente y vive de manera diferente. En vez de preguntar “¿qué hay en eso que me convenga a mí?” ahora la pregunta es “¿cuál es la voluntad del Elohím para mí?” El arrepentimiento no es una emoción que se va poco a poco apagando ni un estado de total pureza; sino una nueva relación con El Santo que transforma al creyente progresivamente en una persona santa. No se trata tanto de lo que uno se abstenga de hacer que sea malo, sino el tener un nuevo enfoque o dirección en la vida. La caída del pecado nos hace a todos vernos cara a cara con el yo, pero el evangelio nos permite vernos cara a cara con El Elohím. El arrepentimiento es el dar la vuelta y alejarse de lo malo y la fe el volverse al Elohím.
El arrepentimiento nos motiva el amor a Dios y el deseo sincero de obedecer sus mandamientos. Hechos 3:19, dice: «Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del YHVH tiempos de refrigerio». Es uno de los primeros principios del Evangelio y es esencial para nuestra felicidad en esta vida y por toda la eternidad. El arrepentimiento es un cambio en la manera de pensar y en el corazón que brinda una nueva perspectiva del Elohím, de uno mismo y del mundo. Es lo que te aleja de llevar una vida contaminada para empezar a vivir en la santidad que agrada señor. Arrepentimiento no se basa en las muchas lágrimas que puedan brotar de tu interior, se trata es de un convertimiento verdadero, donde ya no vives para satisfacer las obras de la carne, sino que procuras con toda tu mente, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas agradar al señor por encima de todo. Solamente aquel corazón que esté completamente arrepentido alcanzara la salvación, sus pecados serán perdonados y podrá disfrutar la vida eterna en el Mesías Yeshúa, por ello, ante todas las cosas, pide al Espíritu Santo que te examine y te haga volver de tu mal proceder para que así te desconectes de las tinieblas y vivas como un hijo de la luz.
VERSÍCULOS SOBRE EL ARREPENTIMIENTO
(Biblia Reina Valera 1960)
Sacrificio para Dios es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios, no lo desprecias.
No retrasa el Señor lo que prometió, aunque algunos lo estimen retraso: es que tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, quiere que todos tengan tiempo para enmendarse.
Cuando yo cierre el cielo y no haya lluvia, cuando ordene a la langosta que devore la tierra, cuando envíe la peste contra mi pueblo,
Si reconocemos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, perdona nuestros pecados y, además, nos limpia de toda injusticia.
Pues bien, Dios, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, manda ahora a todos los hombres en todas partes que se enmienden;
No he venido a invitar a justos, sino á pecadores, a que se arrepientan.
El que oculta su crimen no prosperará, el que lo confiesa y se enmienda será compadecido.
Porque un pesar como Dios manda produce una enmienda saludable y sin vuelta atrás; en cambio, el pesar de este mundo procura la muerte.
Recuerda, por tanto, lo que oíste y aún mantienes, haz caso y enmiéndate, que, si no estás en vela, llegaré como un ladrón sin que te des cuenta de la hora de mi llegada.
Acérquense a Dios y él se les acercará: lávense las manos, pecadores; purifíquense el corazón, indecisos.
Rasguen los corazones y no los vestidos; conviértanse al Señor, su Dios, que es compasivo y clemente, paciente y misericordioso, y se arrepiente de las amenazas.
Desde entonces empezó Jesús a proclamar: Enmiéndense, que ya llega el reinado de Dios.
Pues entonces, den el fruto que corresponde al arrepentimiento
Jesús les replicó: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a invitar a justos, sino á pecadores, a que se arrepientan.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que se borren sus pecados;
En vista de aquello, entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar. Cuando llegó el sumo sacerdote con los suyos, convocaron el Consejo, es decir el pleno del Senado israelita, y mandaron por los presos a la cárcel.
instando lo mismo a judíos que a griegos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús.
¿O es que no das importancia a su inagotable benignidad, a su tolerancia y a su paciencia, sin darte cuenta de que la benignidad de Dios te está empujando a la enmienda?
Con esto se calmaron y alabaron a Dios diciendo: ¡Así que también a los paganos les ha concedido Dios el arrepentimiento que lleva a la vida!
Les digo que no; y si no se enmiendan, todos ustedes perecerán también.
Pedro les contestó: Arrepiéntanse, bautícense cada uno confesando que Jesús es Mesías para que se les perdonen los pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Decía: Se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios. Enmiéndense y tengan fe en esta buena noticia.
Enmiéndense , que ya llega el reinado de Dios'.
A los que yo amo los reprendo y los corrijo; sé ferviente y enmiéndate.
Por eso, arrepiéntete de esa maldad tuya y pídele al Señor, a ver si te perdona esa idea que te ha venido;
Yo les bautizo con agua, para que se arrepientan; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y yo no soy bastante para quitarle las sandalias. Ese los va a bautizar con Espíritu Santo y fuego,
Se puso entonces a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, por no haberse arrepentido:
Los habitantes de Nínive se alzarán a confrontarse con esta clase de gente y la condenarán, pues ellos se enmendaron con la predicación de Jonás, y ay más que Jonás aquí.
Les digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda.
c
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