UNIDAD EN EL AMOR

Propuesto por la hermana Angélica L.

 

“IMAGÍNATE que, dependiendo de si eres hombre o mujer, te abrazasen en amor llamándote hermano o hermana, y la persona que lo llama así no es sacerdote, sino una sentada a tu lado, o la joven que acaba de sentarse a tu derecha —escribió el escritor italiano Domenico Mosso—. ‘¿Cómo dice?’ ‘Dije buenos días, hermano.’ ‘¿Cómo se atreve?... yo ni sé quién es, para que me trate con tanta familiaridad. Después de todo, estamos en la iglesia’.”

 

Ciertamente no hay verdadero sentido de relación fraternal dentro de las iglesias llamadas cristianas. Esto refleja su falta de unidad y amor verdadero.

 

Amar incondicionalmente es un bien muy escaso. Sin embargo, no es así entre los verdaderos creyentes nazarenos mesianistas. Igual que los primeros seguidores de Yeshúa, nosotros nos llamamos libremente hermano y hermana unos a otros, sin títulos, solo servicios o ministerios. (2 Pedro 3:15.) Sin importar adónde vayamos en el mundo, si queremos que se nos reciba fraternalmente solo tenemos que demostrarlo con el ejemplo los unos para con los otros imitando así la relación del Mesías con su Abbá o Padre Eterno, quienes también son UNO. El Mesías dijo en oración al Padre: "para que todos sean uno como Tú, Padre, en Mí, y Yo en Ti; que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste. " Juan 17:21 BTX4ª.

 

También manifiesta unidad, el que todas las iglesias nazarenas del Amor sigamos el mismo modelo de instrucción divina dada en La Palabra y todos anunciemos esta Buena Nueva al mundo. (Mateo 24:14.)

 

Yeshúa haMashiaj oró de este modo la noche antes de morir: “Pero no ruego solo por estos, sino también por los que creerán en Mí por la palabra de ellos,  para que todos sean uno como Tú, Padre, en Mí, y Yo en Ti; que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste. ”. (Juan 17:20, 21.BTX4ª) El registro bíblico muestra que El Elohím Yahvé contestó la oración de Yeshúa. Entre los creyentes primitivos, animosidades de mucho tiempo entre judíos y gentiles se disiparon por la fuerza unificadora de las enseñanzas de Cristo. (Gálatas 3:28 BTX4ª. Dice: “No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni hembra, porque todos vosotros sois uno en CRISTO JESÚS. ” ¡Ya se podían abrazar en amor con total libertad!

 

¿Qué hay de nosotros?

 

Claro, requirió esfuerzo mantener esa unidad. El apóstol Pablo suplicó a sus colaboradores ‘soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”.  No se suponía que se dividieran en diversas sectas o herejías. No, “Un cuerpo y un Espíritu, como también fuisteis llamados en una esperanza de vuestro llamamiento: Un Señor, una fe, un bautismo, Un DIOS y Padre de todos,  Quien es sobre todos, a través de todos y en todos.”. Los apóstoles, y hermanos y hermanas guías de la iglesia nazarena del Amor fueron una provisión para ayudar a ‘todos a alcanzar la unidad en la fe’. (Efesios 4:1-6, 11-14.)

 

Si tu eres hermana o hermano de la iglesia nazarena del Amor mantener esta “unidad” no te será fácil. Hay varios factores que pueden obstaculizar tu amor hacia los demás —el espíritu de independencia, diferencias culturales y raciales, diversas fallas e imperfecciones entre los compañeros creyentes— pudieran amenazar esa “unidad en la fe”. ¿Cómo podemos seguir unidos?

 

NOS ALIMENTAMOS CON LA ÚNICA PALABRA ESCRITA DE LA BIBLIA

 

YHVH mediante Su Espíritu Santo ilumina a cada creyente, no hay una clase eclesial o “maestros” dirigentes “supuestamente iluminados”. Más bien, Cristo da de su E.S. a todos los creyentes independientemente de sexo o posición social. El mismo dijo: “Que todos ellos sean UNO como Yo y el Padre somos UNO”.

El que nos alimentemos del Cristo en la misma mesa espiritual contribuye mucho a producir y mantener la unidad de amor los unos por los otros.  “En esto conocerán todos que vosotros son mis discípulos, si tenéis amor entre sí”. (Juan 13:35.)

 

Los creyentes nazarenos seamos hombres o mujeres debemos aceptar que  la  Iglesia  de  Yeshúa-Mesías  es  Israel,  pero  no  es  un  judaísmo  rabínico legalista  moderno,  es  el  verdadero  heredero  de  las  Escrituras  en  el Antiguo Pacto. 

 

En Efesios,  una  carta  circular,  el  término  “iglesia”  siempre  tiene  un  significado universal,  pero  en  Colosenses 1:24  usualmente  tiene  un  significado  local.  La iglesia-hogar  es  ambos  corporal,  refiriéndose  a  todo  el  pueblo  del  Elohím Eterno,  e  individual,  refiriéndose  a  un  hogar  convertido  para  servir  de  iglesia local  de  creyentes.  En  este  texto  Pablo  obviamente  se  refiere  a  el  aspecto universal de la iglesia. ¡La Verdadera Iglesia es un Cuerpo Unido! Col 1:18,24; Ef 1:23; 4:16 Ro 12:5; Ef 5:23; 1 Co 12:12-27.

 

 

El Avivamiento del Cuerpo se produce en el E.S. cuando  nos  mueve  a  entregarnos  al  amor  y  buenas  acciones  para  con nuestros amados hermanos y hermanas. Por lo tanto con toda la naturalidad abrazos y salutaciones amorosas en el “ósculo santo” y sin hipocresía, se producen entre nosotros al conservar ese amor incondicional que nos caracteriza.

 

 

 

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