ADULTERIO

ADULTERIO (ÉXODO 20:14, BDB 610, KB 658)

 

20-01-2024

 

En la Biblia, la palabra adulterio por lo general se refiere a la relación sexual voluntaria entre una persona casada y otra que no sea su cónyuge. (Job 24:15; Proverbios 30:20).

 

 

ESQUEMA Y PREGUNTAS:

 

I.        Contexto

 

A.      Es evidente que el mandamiento se relaciona con el respeto de cada uno Al Elohím que se manifiesta en el respeto a la vida del prójimo, a las mujeres y a los bienes (véase Jeremías 5:8). Esto se verifica por el orden diferente de estos mandamientos en la Septuaginta.

 

B.      El paralelo de Deuteronomio demuestra lo apropiado de adoptar esta antigua verdad a nuestra cultura.

 

C.      Así como el respeto por los padres fue visto como la clave para una sociedad estable, también lo es este mandamiento.

 

D.      El mandamiento además implica que YHWH es el Dueño y puede controlar nuestras vidas sexuales y familiares mediante Su Espíritu Santo.

 

E.   Este mandamiento está basado en Génesis 2:24, como el 4º mandamiento fue basado en Génesis 2:1-3.

 

 

II.       Estudio de la Palabra

 

El término clave en este texto es "adulterio" (נאך, BDB 610). Es muy importante que uno entienda este vocablo a la luz de la antigua cultura Hebrea.

 

A.   El término es distinto en un contexto del Antiguo Testamento de "fornicación". El adulterio se refiere a que por lo menos una de las partes en la relación sexual es casada. El término "fornicación" implica que ninguna de las partes es casada (véase Proverbios 29:3; 31:3).  En el Griego Koiné del Nuevo Testamento se ha perdido la distinción de los términos.

 

B.      Esta posibilidad, explica la razón del énfasis en el estado civil, ya que se refiere a la importancia de los derechos de herencia, para participar en la promesa divina de "la tierra." Cada 50 años (Jubileo) todo terreno debía volver a los propietarios originales de las tribus (ver Lv. 25:8-17).

 

 

 

C.  El adulterio fue condenado culturalmente antes de la legislación Mosaica (véase Génesis 12:10 en adelante; 26:7 en adelante; 39:9).

 

D.   El adulterio era visto como un pecado en contra de:

 

1. el vecino o prójimo - Éxodo. 20:14, Deuteronomio 5:18

 

2.    el vínculo conyugal - Levítico 18:20

 

3.    El Elohím - Génesis 20:2-13; 26:7-11

 

E.    Fue castigado con la muerte para ambas partes

 

1.          Levítico 20:10

 

2.          Deuteronomio 22:22-24

 

3.          Ezequiel 16:40 (metáfora)

 

4.   advertencias estrictas se encuentran en Proverbios 1-9.

 

 

III.     La relación con el Nuevo Testamento

 

A.      Yeshúa usó Levítico 19:18 como un resumen del Antiguo Testamento (véase Lucas 10:27). Esto confirma que los 10 Mandamientos están relacionados con la manera en cómo tratamos a los demás.

 

 

 

B.      Yeshúa subraya los mandamientos en Mateo 5:28. Él pone el énfasis en la motivación en lugar de la acción. Los judíos vieron la mente humana como el semillero del alma. Lo que uno piensa es lo que realmente es (Proverbios 23:7). Esto hace casi imposible cumplir con los 10 Mandamientos –ese es precisamente el propósito- (Gálatas 2:15-3:29).

 

 

IV.     Aplicación moderna

 

A.      El vínculo conyugal es la mejor analogía moderna de la fe de toda una vida consagrada en el nombre de YHWH. Es nuestra mejor oportunidad para entender las realidades de los conceptos del Pacto del Antiguo Testamento (Malaquías 2:14). El respeto hacia nuestros cónyuges en todos los aspectos, incluyendo la sexualidad humana, nos ayuda a entender el énfasis de este versículo.

 

B.      La lealtad y estabilidad conyugal, así como el respeto a los padres, son pilares fundamentales para la fuerza y longevidad social.

 

C.      Debemos resaltar que la sexualidad humana es un regalo divino y no un pecado como algunos pretenden hacernos creer (ver Gn. 1:27,28; 9:1,7). El primer mandamiento de Su Torá era tener relaciones sexuales para fecundar y tener hijos e hijas. Era Su deseo y voluntad para los seres humanos. Los límites establecidos no tienen la intención de afectar el placer y la libertad humana, sino de dar guías piadosas a la humanidad caída. Se ponen límites para nuestro beneficio y la felicidad a largo plazo. Aunque la humanidad ha abusado de una lujuria extrema de la sexualidad, como lo han hecho con todos los dones divinos, sigue siendo un poderoso impulso, que debe estar bajo el control y la guía de Elohím, de ahí que antes de tener relaciones sexuales se ora para la bendición divina durante el acto.

 

D.      El sexo debe guardarse para que lo sagrado en la persona humana, hombre o mujer, sea respetado; ya que están hechos a la imagen del Elohím (Génesis 1:26-27). Nuestro enfoque pecaminoso en el "yo" es demasiado obvio en esta área.

 

 

PREGUNTAS IMPORTANTES:

 

●Si, después de haberse obtenido un divorcio legal, una persona se enterara de que su excónyuge había sido culpable de adulterio u otra crasa inmoralidad sexual antes del divorcio, ¿daría validez bíblica eso al divorcio legal? También, ¿excluiría el perdón de un solo acto de adulterio el obtener un divorcio sobre base bíblica si más tarde se descubriera que estuvieron envueltos numerosos actos inmorales?—

 

Hay veces cuando el llegar a saber que un cónyuge divorciado ha cometido adulterio antes del divorcio daría validez a un divorcio que ya se ha obtenido. También, el perdón de un caso de adulterio no significa necesariamente que igualmente se perdonan previas contaminaciones del lecho conyugal no reveladas.

 

Según las Escrituras, el adulterio no desune automáticamente el vínculo matrimonial, pero sí suministra al cónyuge inocente base válida para hacerlo. (Mt. 5:32; 19:9) Por otra parte, a la vista de YHWH, el divorcio que se obtiene cuando no hay base bíblica para ello no libra a ninguno de los cónyuges para contraer segundas nupcias. Tal divorcio, desde un punto de vista bíblico, es similar a una separación legal.

 

El consejo del apóstol Pablo a los casados es: “A los que están unidos, ordeno, no yo, sino YHVH, que la mujer del hombre no se separe; pero si ella en verdad se separa, que quede sin unirse, o se reconcilie al hombre; y que el hombre no la abandone.”1 Cor. 7:10, 11 BIBLIA TIRY.

 

Sin embargo, aunque raras veces ocurre entre los nazarenos-mesianistas, puede haber una separación y se puede legalizar por una acción de divorcio sobre una base que no sea la de “fornicación.” El/la creyente que se encuentre en esta posición quizás se entere más tarde de adulterio de parte del cónyuge divorciado anterior al divorcio. Ahora éste se enfrenta a una decisión en cuanto a si usará esto como base para establecer con la iglesia-hogar su libertad bíblica para contraer segundas nupcias. Si, después de haber establecido con los guías  de la iglesia-hogar que está bíblicamente libre del cónyuge, esta persona decide contraer segundas nupcias, su decisión es válida ante los ojos de los hermanos y hermanas.

 

Sin embargo, el cónyuge inocente quizás no decida usar esto como base para establecer su libertad bíblica para contraer segundas nupcias. Quizás el cónyuge participó de adulterio hace muchos años. Quizás el inocente haya vivido por muchos años con el otro cónyuge en el arreglo matrimonial después del acto inmoral (aunque no lo sabía en ese tiempo) y antes de la separación. Por lo tanto, aunque ahora esté divorciada, la parte inocente quizás quiera perdonar el mal que aconteció en el pasado, creyendo que esto es lo que habría hecho si el asunto hubiera sido revelado entonces. (Efe. 4:32) Posiblemente la parte inocente abrigue la esperanza de nuevamente reconciliarse con el cónyuge anterior y entrar nuevamente en matrimonio legal con ése.

 

¿Qué hay, entonces, de la otra situación, la de una persona todavía casada que, después de haber perdonado un solo acto de adulterio, más tarde llega a enterarse de otros actos del cónyuge culpable, actos cometidos antes que se extendiera tal perdón? Esto daría al cónyuge inocente oportunidad de reconsiderar el asunto. La Biblia muestra que hasta YHWH Elohím considera que una práctica de pecado es mucho más seria que un solo acto de pecado. (1 Juan 1:8-2:1; 3:4-6) Aunque un hombre o una mujer estén dispuestos a perdonar un solo acto de adulterio, quizás él o ella opinen de modo diferente en cuanto a perdonar una práctica de asuntos sexuales a través de un período muy largo. En tal caso, algunas personas nuevamente optarían por perdonar al cónyuge culpable pero otras quizás quieran usar esta nueva evidencia para obtener un divorcio y establecer con la iglesia su libertad bíblica para contraer segundas nupcias. Esto aplicaría a personas que están separadas así como a los que todavía viven juntos como esposo y esposa.

 

Por consiguiente, actos de infidelidad marital que no fueron perdonados en el pasado pueden suministrar una base para establecer bíblicamente el derecho de desunir el vínculo matrimonial a la vista del Altísimo. Por supuesto, la persona que opta por hacer esto tiene que estar dispuesta a asumir esa responsabilidad delante de su Creador. Aunque a los guías de la iglesia-hogar les parezca personalmente que el perdón habría sido más apropiado, dejan el asunto en manos de YHWH como Juez final. Solo Él conoce el corazón del individuo que trata de establecer la libertad bíblica para contraer segundas nupcias y las motivaciones de ése. (1 Cor. 4:5) En cuanto a cualquier acto de infidelidad marital que definitivamente se haya perdonado en el pasado, no se puede usar más tarde como base bíblica para obtener un divorcio o para establecer el derecho de contraer segundas nupcias.

 

Puede notarse que en estos asuntos la iglesia-hogar nazarena es guiada por la Torá y no por las estipulaciones legales a las que se adhieren las personas en ciertas localidades que no permiten la introducción de nueva evidencia después de haberse considerado una causa y dictado el fallo.

 

 

Antes de que yo estudiara la Biblia, mi esposa y yo nos habíamos divorciado, no debido a inmoralidad sino porque no nos llevábamos bien. Ahora soy creyente. ¿Estoy libre, bíblicamente, para casarme de nuevo?

 

El que una persona en esa situación esté libre en sentido bíblico para volver a casarse depende de si el matrimonio ha llegado a su fin a los ojos de YHWH.

 

Antes que llegaras a ser creyente, tu matrimonio terminó legalmente, quizás sobre una base legal como la de incompatibilidad. Eso terminó el matrimonio desde el punto de vista gubernamental. Pero, apropiadamente, ahora estás interesado/a en si el Legislador Universal todavía ye ve a ti y a tu anterior cónyuge como “una sola carne.”—Gé. 2:22-24.

 

Yeshúa dijo algo que nos ayuda a ver claramente la situación. Después de reconocer que se habían obtenido divorcios con diferentes razones como base para ello, él añadió: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación [griego, porneía], y se case con otra comete adulterio.” (Mt. 19:9; 5:32) Por eso, la única base bíblica para el divorcio que dejaría a la persona libre para volver a casarse es la de “fornicación” o porneía, la cual incluye el adulterio.

 

Por eso, si una esposa hubiera sido culpable de adulterio, habrías tenido base bíblica para divorcio. Si entonces te hubieras divorciado, fuera por motivo de adulterio o por algún otro motivo legal verdadero, ella y tú ya no hubieran sido “una sola carne.” Por el contrario, hubieras cometido adulterio y tu esposa hubiera optado por no perdonarle y hubiera obtenido un divorcio, ambos estarían libres en sentido bíblico.

 

Sin embargo, si dices que no se había incurrido en inmoralidad antes del divorcio. Por lo tanto, en vista de lo que Yeshúa dijo, ¿qué razón habría para creer que el divorcio hubiera disuelto automáticamente el matrimonio a la vista del Elohím? Aunque al abrazar la fe nazarena-mesianista la persona puede pedir el perdón del Elohím por los pecados que haya cometido en el pasado, eso no quiere decir que las obligaciones y compromisos que la persona hubiera contraído en el pasado quedarían cancelados. (1 Juan 1:7; 1 Cor. 6:9-11) Por ejemplo: Quizás tu hayas tomado dinero prestado de un amigo, y hayas concordado en hacerle pagos regulares. Luego llegas a ser creyente. ¿Cancelaría eso la deuda? Difícilmente. Después de aprender el punto de vista de YHWH sobre el pagar las deudas, probablemente te sentirías aún más obligado a pagarlas. (Sal. 37:21; 15:4; 112:5) De modo similar puede ser respecto al vínculo conyugal. Cuando te casaste, YHWH os consideró a los dos como “una sola carne.” Por eso, pregúntate: ¿Hay base alguna para que YHWH haya dejado de veros de ese modo?

 

Quizás la haya. Puede que desde que se divorciaron haya ocurrido algo que pueda haber terminado el matrimonio a los ojos de Él. Podemos comprender por qué eso es así al considerar el asunto a la luz de lo que Yeshúa dijo, según se registra en Mateo 19:9. Aunque tú no hubieras cometido adulterio, si tu esposa se divorció de ti y luego tu sí cometiste “fornicación,” el matrimonio puede considerarse roto. Ella te rechazó y luego surgió la base bíblica para que ya no fueran “una sola carne.” Por otro lado, quizás has sido la culpable de cometer “fornicación” después del divorcio. Como reconoció Yeshúa, en medio de esas circunstancias el matrimonio puede verse como terminado a la vista del Altísimo, pues hay un divorcio y ahora tú, el cónyuge inocente, ha suministrado prueba de que ella ha sido inmoral.

 

Por consiguiente, en un caso como el que se nos presenta en esta pregunta, lo que haya sucedido o lo que no haya sucedido desde el divorcio puede ser el factor determinante en asegurar si a la vista del Elohím vosotros 2 sois todavía “una sola carne.”

 

Si determinas que desde el punto de vista de Elohím no estáis bíblicamente libres para volver a casarse, ¿qué puedes hacer? Una posibilidad pudiera ser la de tratar de compartir el Evangelio que conoces con tu excónyuge. Quizás puedas ayudarle a ver que el Evangelio de Yeshúa haMashiaj puede transformar personalidades y traer felicidad a personas que antes han experimentado problemas en la vida. Pero si decidís reconciliaros, sería apropiado que os unierais legalmente para que vuestra unión sea honorable a la vista de todos.—Heb. 13:4.

 

Si en la actualidad ella no está dispuesta a reconciliarse, continúa viviendo una vida moralmente casta, como evidentemente lo ha estado haciendo. (Jacobo 3:17; 1 Tes. 4:3-5) El apóstol Pablo explicó que los que viven sin cónyuge están en condiciones de usar su tiempo y libertad de manera excelente por medio de ocuparse en el culto. (1 Cor. 7:29-35) El estar unido a la iglesia-hogar y mantenerse ocupado en la evangelización y la enseñanza de la Palabra proporciona mucha satisfacción y muchas bendiciones.

 

 

 

Mi esposo no creyente me confesó que tiene otra mujer. ¿Es su confesión suficiente base para un divorcio bíblico?

 

En algunos casos, si el cónyuge incrédulo de un creyente confiesa haber cometido adulterio, eso suministraría base bíblica para un divorcio, lo cual, a su vez, libraría al creyente inocente para contraer segundas nupcias si lo desea.

 

La Torá permite el divorcio por varias razones. (Dt 24:1, 2) El adulterio, la homosexualidad y la bestialidad eran bases para dar fin a un matrimonio; a la persona culpable se le había de ejecutar. (Dt 22:22-24; Lev. 18:22, 23) Sin embargo, la Ley o Torá manifiesta este requisito importante: “Por declaración de dos o tres testigos será condenado a muerte el que deba morir. No podrá ser muerto por boca de sólo un testigo.” Dt.17:6 BTX4ª y en Nú 35:30 BTX4ª se dice: “Cualquiera que mate a alguno, por el testimonio de testigos se hará morir al homicida, pero el testimonio de un solo testigo no bastará para que una persona muera. ”

 

YHWH requería que asuntos de aquella índole se determinaran por pruebas, por testigos, no por simple sospecha. (Sal. 33:5) Esto, por supuesto, se declaró en cuanto a aplicar la pena de muerte, no en cuanto a una acción de divorcio.

 

Otra situación de que trata la Torá también ilustra la importancia de que haya prueba. ¿Qué había de hacer un hombre si sospechara que su esposa hubiera cometido adulterio pero ella lo negara y no hubiera testigos? La Ley daba los trazos de un paso que podía darse, pero era un paso drástico que podía tener efectos duraderos para la mujer si ella era culpable o para el hombre si ella era inocente. Se podía llevar a la mujer ante el sacerdote y hacer que participara en un procedimiento prescrito que envolvía el beber cierta agua especial. Si ella era culpable, sufría el castigo divino de que su ‘muslo decaía,’ lo cual evidentemente daba a entender que sus partes sexuales se atrofiaban y desde entonces ella quedaba sin poder de concepción. (Nú. 5:12-31) Evidentemente en estos casos no se ejecutaba a la mujer adúltera, a pesar de recibir este castigo extraordinario, porque ella negaba su culpa y no había los 2 testigos que se requerían.

 

¿Cuál es la situación hoy en la iglesia-hogar nazarena? ¿Es posible obtener testimonio sustancial en cuanto a la base para un divorcio bíblico?

 

Yeshúa mismo declaró que para sus seguidores la única base para divorcio, como base que librara a uno para contraer segundas nupcias, es la de que el cónyuge de uno cometa Adulterio (Mat. 19:9) ¿Habría suficiente base para divorcio en el hecho de que una esposa creyente simplemente sospechara que su esposo fuera culpable de adulterio? No, pues las Escrituras Nazarenas siguen con el principio de que un asunto sea establecido por 2 o 3 testigos, como lo requiere un sentido equilibrado de la justicia. (Juan 8:17, 18; 1 Tim. 5:19; Heb. 10:28) Por eso, si una esposa simplemente sospechara que su esposo hubiera cometido adulterio, pero él lo negara y no hubiese testigos que lo confirmaran, ella no tendría suficiente base para establecer ante la iglesia o kehilah nazarena que tuviera derecho a divorciarse de él y así estar libre para contraer segundas nupcias.

 

En algunos casos, sin embargo, el cónyuge incrédulo confiesa que es inmoral. Un esposo, por ejemplo, quizás hasta se jactara de ello ante su esposa como desafío y escarnio para lastimarla. Ella pudiera optar por pasar por alto su díscolo proceder. Pero ¿qué sucede si a ella le parece que no puede o no debe hacer eso? ¿Es la confesión de él suficiente prueba?

 

En esta situación no es como si él profesara inocencia o firmemente negara ser culpable de adulterio. Más bien, se lo confiesa a ella, aunque por causa de su reputación quizás no esté dispuesto a confesarlo de plano en un tribunal de derecho o ante otras personas. ¿Qué puede hacer la esposa?

 

Puesto que ella es parte de la iglesia local se daría cuenta de la importancia de encargarse apropiadamente del asunto para que, después de haberse divorciado de él, si ella posteriormente contrajera segundas nupcias no hubiera duda alguna en cuanto al haber mantenido ella ‘el lecho conyugal sin contaminación.’ (Heb. 13:4) Con ese fin, podría dar a los guías que representan a la iglesia-hogar una carta en la cual describiría su situación, declarando que su esposo incrédulo le ha confesado que cometió inmoralidad. Y ella podría declarar que de acuerdo con Mateo 19:9 ella desea repudiarlo, obteniendo un divorcio legal y terminando así el matrimonio bíblica y legalmente.

 

Los guías considerarían si hay alguna razón conocida para llegar a una conclusión que difiera de la conclusión de que el cónyuge incrédulo ha sido inmoral. Si no hay tal razón, podrían aceptar la declaración firmada de ella.

 

‘Pero,’ quizás diga alguien, ‘¿no es posible que alguien presente una declaración engañosa, falsa, y diga que su esposo haya confesado inmoralidad cuando en realidad él nunca haya dicho eso?’ En realidad, sería engaño craso el que alguien intentara eso. David oró en una ocasión: “Tú has examinado mi corazón, has hecho inspección de noche, me has refinado, descubrirás que no he tramado.” (Sal. 17:3) A la inversa, YHWH sabe bien cuando alguien sí se pone a tramar, y Él se asegurará de que esa persona no tenga éxito al fin. Por lo tanto, si queda constancia de que una creyente ha declarado que su esposo ha confesado inmoralidad, YHWH es quien conoce todos los hechos. Como dice la Biblia: “y no hay criatura escondida en su presencia. Antes bien, todas las cosas están desnudas y expuestas a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta. Heb. 4:13 BTX4ª; Pro. 5:21; Jer. 16:17.

 

Por eso, si no hay dudas de la declaración de la esposa, los guías de la iglesia pueden dejar el asunto entre ella y YHWH. En ese caso ella tendría que llevar ante Elohím la responsabilidad en cuanto a lo real del adulterio de su esposo, lo cual sería la base bíblica para poner fin al matrimonio aunque el divorcio legal se obtuviera con alguna otra razón como base.

 

 

 

¿Por qué, según los relatos de Mateo, usó Yeshúa dos palabras diferentes —“fornicación” y “adulterio”— al considerar la base adecuada para el divorcio? ¿No es “adulterio” la única base para el divorcio bíblico, en el sentido que generalmente se entiende el vocablo?

 

En Mateo 5:32 las palabras de Yeshúa son: “Si embargo, yo les digo que todo el que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación [griego, porneia], la expone al adulterio [griego, moikheia], y cualquiera que se case con una divorciada comete adulterio.” De manera similar, leemos en Mateo 19:9: “Yo sin embargo os digo que quien se divorcia de su mujer, excepto por causa de fornicación, la expone a cometer adulterio, y todo el que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio.”

 

Por lo tanto, el relato sí usa 2 palabras distintas. Primero veamos qué significan y luego consideraremos el significado de su uso.

 

Moikheia, uno de los vocablos que se usa en el relato de Mateo, se traduce correctamente “adulterio.” La palabra española “adulterio” proviene del latín adulterare, que significa, básicamente, “alterar” y, por extensión, “corromper o hacer impuro, como por la añadidura de una sustancia extraña o de más mala ley.” Por eso hablamos de ‘adulterar’ alimento, de hacerlo impuro por medio de añadir sustancias extrañas. Un matrimonio es ‘adulterado’ cuando uno de los cónyuges contamina la relación marital al tener relaciones con alguien fuera de esa relación. Esta idea de adulterar o corromper, y de infidelidad a una relación sagrada, también es inherente en el vocablo griego moikheia. Por eso, tanto en el griego como en el español, el enfoque está sobre el efecto ilícito que las relaciones sexuales tienen sobre la relación matrimonial, pues el cónyuge adúltero es culpable de introducir a otra persona en esa relación, corrompiendo la unión que solo debe incluir al esposo y la esposa.

 

¿Qué hay del otro vocablo que se usó? “Fornicación” concentra la atención, no en el efecto que tenga la inmoralidad sexual sobre una relación marital, sino sobre la naturaleza o calidad de la actividad sexual misma. Esto no solo es cierto de la palabra española “fornicación,” sino también de la palabra griega porneia, que se usó en el relato de Mateo. Nos interesamos, por supuesto, principalmente en el vocablo griego que usó el escritor del Evangelio. Pues, prescindiendo de lo que la palabra “fornicación” comúnmente se entienda que significa para la gente de habla española, lo que realmente vale y es decisivo es lo que la palabra usada en la Biblia significaba para el escritor y la gente de aquel tiempo.

 

Cuando se menciona “fornicación” hoy día, la gente comúnmente piensa en relaciones sexuales entre personas de sexo diferente, relaciones llevadas a cabo fuera del matrimonio pero que constan de penetración sexual de la manera ‘ordinaria’ o natural. Por eso muchos han entendido que, cuando Yeshúa dijo que “fornicación [porneia]” era la única base de divorcio, se refería únicamente a coito de la manera ordinaria o natural entre una esposa y un hombre que no era su marido, o, por extensión, entre un esposo y una mujer que no era su esposa. Pero, ¿es ése el caso? ¿Se refiere porneia, la palabra que se usa en el relato de Mateo, solo a esas relaciones sexuales naturales? O, ¿incluía todas las formas de relaciones sexuales inmorales, incluso las relaciones homosexuales y lesbianismo? Exactamente ¿qué quería decir porneia para la gente del primer siglo cuando Yeshúa estuvo en la Tierra? Y, ¿requiere una investigación sincera y cuidadosa de este significado que se haga un reavalúo de nuestro entendimiento en cuanto a lo que es la base bíblica para el divorcio?

 

Muestran que porneia proviene de una palabra raíz que significa “vender,” y describe las relaciones sexuales que son licenciosas y no restringidas (como por la restricción de adherirse a vínculos matrimoniales). Por eso, del uso de la palabra en tiempos bíblicos, el Thayer’s Greek-English Lexicon of the New Testament declara que porneia describía el “coito sexual ilícito en general.” The Vocabulary of the Greek New Testament de Moulton y Milligan dice que es “coito sexual ilegal en general.” El sexto tomo del Theological Dictionary of the New Testament dice que porneia puede llegar a significar “‘coito sexual’ en gen[eral] sin definición más exacta.”

 

Se debe a que es un vocablo amplio (más amplio en su alcance que la palabra “fornicación” en la mente de muchas personas de habla hispana) que muchos traductores de la Biblia ya usan expresiones como “inmoralidad crasa,” “inmoralidad sexual,” “pecados sexuales,” o similares, cuando traducen porneia.

 

¿Significa esto que las relaciones sexuales contranaturales como a las que se entregan los homosexuales están incluidas en el significado de este vocablo que usó el apóstol al registrar las palabras de Yeshúa? Sí, ése es el caso. Esto se puede ver por la manera en que el medio hermano de Yeshúa, Judas, usó porneia cuando se refirió a los actos sexuales contranaturales de los varones de Sodoma y Gomorra. (Jud. 7) Concerniente al uso de porneia por los judíos de habla griega alrededor del principio de la era común, el sexto tomo del Theological Dictionary of the New Testament dice: “ποονεία [porneia] también puede ser ‘vicio contranatural,’ . . . sodomía.”

 

¿Cuál, pues, es el significado del uso que la Biblia hace de estos vocablos y qué revela en cuanto a la base bíblica válida para el divorcio? Muestra que cualquier persona casada que se sale del vínculo matrimonial y se entrega a relaciones sexuales inmorales, sea con alguien del sexo opuesto o alguien del mismo sexo, sean naturales o contranaturales y pervertidas, es culpable de cometer porneia o “fornicación” en el sentido bíblico. Estas relaciones sexuales no se refieren a asuntos menores que cometa una persona, como por un beso o una caricia o un abrazo, sino que se refieren al uso inmoral de los órganos genitales en alguna forma de coito, natural o contranatural.

 

 

Hallamos principios en el pacto de la Torá en apoyo de este punto de vista asociado. Es evidente que bajo la Ley los matrimonios quedaban disueltos cuando un cónyuge cometía serios pecados sexuales, incluso los contranaturales, puesto que al cónyuge culpable lo ejecutaban según las propias instrucciones divinas.—Cf. con Éxodo 22:19; Levítico 18:22, 23, 29; 20:10-16; Dt  22:22; así como con las palabras del shaliaj Shaúl en Romanos 1:24-27, 32.

 

 

Comprendiendo las palabras de Yeshúa, por lo tanto, cuando un cónyuge es culpable de porneia tan seria el cónyuge inocente puede divorciarse bíblicamente de esa persona, si él o ella desea hacerlo. El que obtiene un divorcio sobre esta base bíblica también está libre bíblicamente para contraer segundas nupcias, no estando sujeto por ello a ningún cargo de adulterio.

 

 

Recientemente se publicó en las noticias una decisión de tribunal de EEUU que falló que la cópula oral por adultos ya no es punible por ley en cierto estado. Por lo tanto, ¿sería la práctica de esto solo un asunto para conciencia individual si un matrimonio creyente participara en ello dentro del arreglo matrimonial?

 

No es nuestro propósito considerar todos los aspectos íntimos de las relaciones conyugales.

 

En el día del apóstol Pablo se llevaban a cabo prácticas sexuales inapropiadas como las que podemos leer en  Romanos 1:25-27 BTX4ª: “Por esto DIOS los abandonó en las concupiscencias de sus corazones a la inmundicia, para que entre ellos deshonren sus propios cuerpos. Estos cambiaron la verdad de DIOS por la mentira, y reverenciaron y sirvieron a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por eso DIOS los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra naturaleza; y del mismo modo también los varones, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos varones con varones, y recibieron en sí mismos la debida retribución de su extravío. ”

 

Al considerar las prácticas sexuales, el apóstol nos suministra nada sobre el sexo oral que nos ayuda a llegar a una conclusión correcta. Solo se refiere al “uso natural de las mujeres,” que algunos estaban abandonando a favor de lo que es “contrario a la naturaleza,” satisfaciendo así “apetitos sexuales vergonzosos” y “obrando lo que es obsceno.” El apóstol trata específicamente de las prácticas homosexuales, condenándolas (sexo anal). Pero no indica nada con respecto al uso bucal o de la lengua al estimular los órganos sexuales de nuestro cónyuge. Lo que si sabemos que le cuerpo del hombre pertenece a su cónyuge y viceversa a la hora de darse placer. “la esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo” (1 Cor. 7:4)

 

El diseño de sus órganos respectivos por el Creador, se complementan uno al otro en la cópula sexual normal a fin de tener fecundación mediante el poner la semilla dentro de la vagina de la mujer. La forma de utilizarse para tener placer o excitación es algo que la pareja determinará y algo que jamás debemos imponer los guías.

 

No nos proponemos tratar de trazar una línea exacta en cuanto a donde termina lo que es “natural” y comienza lo que es “contranatural.” Pero creemos que, al meditar sobre principios bíblicos, un creyente por lo menos debería poder discernir lo que es contranatural. En otros campos, la conciencia individual del creyente tendrá que guiar y no la conciencia de ningún pastor u otra persona.

 

Ciertamente no es responsabilidad de ningún pastor ni anciano ni  de algunos otros en una iglesia-hogar el investigar las vidas privadas de los cónyuges.

 

Su interés es, por supuesto, tratar de ayudar a los que se extravían (2 Tim. 2:26) Pero si las personas voluntariosamente demuestran falta de respeto a los arreglos maritales de YHWH, entonces se hace necesario la excomunión sino hay arrepentimiento—1 Cor. 5:6, 11-13.

 

Los cónyuges nazarenos hemos descubierto que el amor altruista produce gozo y satisfacción plena, para ambos cónyuges, en las relaciones maritales, sin tener que recurrir a los métodos pervertidos de tipo homosexual, pero no estamos restringiendo el uso de los órganos sexuales como forma de aumentar la excitación y el placer.

 

Ponemos de manifiesto que la “fornicación” es la única base para divorcio. En el griego común en el cual están registradas las palabras de Yeshúa, el término “fornicación” es porneia, y ya se dijo lo que significa.

 

En cuanto a las declaraciones de Yeshúa acerca de divorcio, no especifican con quién se practica la “fornicación” o porneia. Dejan el asunto abierto. El que se puede considerar correctamente que porneia incluye perversiones dentro del arreglo del matrimonio se ve en el hecho de que el hombre que obliga a su esposa a tener relaciones sexuales contranaturales con él realmente la “prostituye” o “corrompe.” Esto lo hace culpable de porneia, pues el verbo griego relacionado porneuo significa “prostituir, corromper.”

 

De consiguiente, podrían surgir circunstancias que harían de las prácticas lascivas de una persona casada para con su cónyuge una base bíblica para divorcio. Por ejemplo, una esposa puede hacer lo que razonablemente pueda para impedir que su esposo le imponga perversiones. Sin embargo, debido a su mayor fuerza, él pudiera sobreponerse a ella y usarla para sexo pervertido. A fin de no ser prostituida de esta manera en otra ocasión, una esposa creyente quizás decida obtener un divorcio legal ante los tribunales del país.

 

Está claro que si ambos cónyuges tienen practicas sexuales de consentimiento mutuo, ningún cónyuge tendría razón para señalar porneia como base bíblica para el divorcio. Y es evidente, por lo tanto, que ningún guía debería saber si esa práctica se realizó o no. Recordemos que tiene que haber por lo menos 2 testigos de una perversión. Lo lógico es que eso quede dentro de la intimidad conyugal y nadie ahí tiene derecho a investigar mediante el uso de sondeo de intimidades.

 

En el Estado de Israel moderno, cuando una mujer no puede tener hijos o está mentalmente enferma, los rabinos le dan al esposo el derecho a tener una 2ª esposa sin tener que divorciarse de la 1ª y así poder tener hijos de esta 2ª esposa. ¿Sería esto un caso de adulterio o de bigamia en el sistema nazareno?

Es mesianismo nazareno de la Iglesia nazarena del Amor no promueve ni la bigamia ni la poligamia, pero si existe un caso especial donde se pudieran dar las mismas circunstancias que tuvo Sara la mujer de Avraham y donde se permite que la primera mujer elija una joven de la Iglesia-hogar que desee tener familia y se una sexualmente al hombre de la 1ª mujer a fin de otorgarle el derecho de generar prole para su mujer. En este caso, los guías de la Iglesia-hogar local otorga bajo oración el Avivamiento para la fecundación en el Espíritu Santo.

 

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