PARA SIEMPRE (OLAM)

‘Olam

 

03-02-2024

 

La etimología del término hebreo ´olam, עןלם  (BDB 761, KB 798) es incierta (NIDOTTE, volumen 3, página 345). Se utiliza con diferentes sentidos (generalmente determinados por el contexto). A continuación os muestro algunos ejemplos escogidos:

 

 

1.       Elementos antiguos

 

a.       Gentes, Génesis 6:4; 1 Samuel 27:8; Jeremías 5:15; 28:8

 

b.       Lugares, Isaías 58:12; 61:4

 

c.       El Elohím, Salmo 93:2; Proverbios 8:23; Isaías 63:16

 

d.       Cosas, Génesis 49:26; Job 22:15; Salmo 24:7, 9; Isaías 46:9

 

e.        Tiempo, Deuteronomio 32:7; Isaías 51:9; 63:9, 11

 

 

2.       Tiempo futuro

 

a.       La vida personal, Éxodo 21:6; Dt 15:17; 1 Sam 1:22; 27:12

 

b.       Una hipérbole para rey, 1 R1:31; Sal 61:7; Neh 2:3

 

 

 

c.       Existencia permanente

 

 

(1)     La tierra, Salmo 78:69; 104:5; Eclesiastés 1:4

 

(2)     Los cielos, Salmo 148:5

 

d.       La existencia del Elohím

 

(1)     Génesis 21:33

 

(2)     Éxodo 15:18

 

(3)     Dt 32:40

 

(4)     Salmo 93:2

 

(5)     Isaías 40:28

 

(6)      Jeremías 10:10

 

(7)      Daniel 12:7

 

e.        El pacto

 

(1) Génesis 9:12, 16; 17:7, 13, 19

 

(2) Éxodo 31:16

 

(3)  Levítico 24:8

 

(4)  Números 18:19

 

(5)  2 Samuel 23:5

 

(6)  Salmo 105:10

 

(7)  Isaías 24:5; 55:3; 61:8

 

(8)  Jeremías 32:40; 50:5

 

 

f. El pacto especial con David

 

(1)  2 Samuel 7:13, 16, 25, 29; 22:51; 23:5

 

(2)  1 Reyes 2:33, 45; 9:5

 

(3)  2 Crónicas 13:5

 

(4)  Salmo 18:50; 89:4, 28, 36,37

 

(5)  Isaías 9:7; 55:3

 

 

g.             El Mesías del Elohím

 

(1)   Salmo 45:2; 72:17; 89:35-36; 110:4

 

(2)   Isaías 9:6

 

h.         Las leyes divinas

 

(1)   Éxodo 29:28; 30:21

 

(2)   Levítico 6:18, 22; 7:34; 10:15; 24:9

 

(3)   Números 18:8, 11, 19

 

(4)   Salmo 119: 89, 160

 

i.           Las promesas del Elohím

 

(1)   2 Samuel 7:13, 16, 25; 22:51

 

(2)   1 Reyes 9:5

 

 

 

(3)   Salmo 18:50

 

(4)    Isaías 40:8

 

j.      Los descendientes de Avraham y la tierra prometida

 

(1)   Génesis 13:15; 17:19; 48:4

 

(2)   Éxodo 32:13

 

(3)   1 Crónicas 16:17

 

k.     Las Fiestas del Pacto

 

(1)   Éxodo 12:14, 17, 24

 

(2)   Levítico 23:14, 21, 41

 

(3)   Números 10:8

 

 

l.     La eternidad para siempre

 

(1)  1 Reyes 8:13

 

(2)  Salmo 61:7-8; 77:8; 90:2; 103:17; 145:13

 

(3)  Isaías 26:4; 45:17

 

(4)  Daniel 9:24

 

 

m.    Que harán los creyentes por la eternidad, según los Salmos

 

(1)  Dad gracias, Salmo 30:12; 79:13

 

(2)  Permanecer en Su presencia, Salmo 41:12; 61:4, 7

 

(3)  Confiar en Su misericordia, Salmo 52:8

 

(4)  Alabar a YHVH, Salmo 52:9

 

(5)  Cantarle alabanzas, Salmo 61:8; 89:1

 

(6)  Proclamar Su justicia, Salmo 75:7-9

 

(7)  Glorificar Su Nombre, Salmo 86:12; 145:2

 

(8)  Bendecir Su Nombre, Salmo 145:1

 

n.   Usado en Isaías para describir la Nueva Era

 

(1)  Pacto sempiterno, Is. 24:5; 55:3; 61:8

 

(2)  YHVH es la fortaleza de los siglos

 

(3)  Gozo perpetuo, Is. 35:10; 51:11; 61:7

 

(4)  El Elohím eterno es YHVH, Is. 40:28

 

(5)  Salvación eterna, Is. 45:17

 

(6)  Misericordia eterna, (Hesed), Is. 54:8

 

(7)  Señal eterna, Is. 55:13

 

(8)  Nombre perpetuo, Is. 56:5; 63:12,16

 

(9)  Luz perpetua, Is. 60:19,20

 

 

Un uso con sentido negativo que está relacionado con el castigo eterno de los malos se encuentra en Is. 33:14, “fuego consumidor,” “llamas eternas.” Isaías frecuentemente usa el “fuego” para describir la ira de El Elohím (ver Is. 9:18,19; 10:16; 47:14), pero solamente en Is. 33:14 se describe como “eterno.”

 

 

3.     Desde el pasado hasta el futuro (“Desde la eternidad hasta la eternidad”)

 

a.Salmo 41:13 (alabanzas al Elohím)

 

b.Salmo 90:2 (El Elohím Mismo)

 

c. Salmo 103:17 (la misericordia del Señor)

 

 

El Olam aplicado al Elohím:

 

EL OLAM es el Elohím eterno que está fuera del tiempo. Él conoce el final desde el principio y responde antes de que le preguntemos. Así es como Él puede perdonar y sanar cosas que sucedieron en el pasado, trabajar todo en conjunto en el futuro para nuestro bien y promulgar Su voluntad soberana en la plenitud de los tiempos.

 

Él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin – y más personalmente – a través de Su Hijo es el Autor y Consumador de nuestra fe. Él es Quien perfecciona lo que nos concierne y termina lo que Él comienza en nosotros. ¡No ha aparecido lo que seremos, pero Él es Quien le dijo a Juan que cuando Él aparezca, seremos como Él!

Él es Quien tiene el lente gran angular de nuestra vida y de toda la historia humana. Él también es Aquel que está envuelto en misterio – hasta que esos misterios sean revelados. Pablo fue uno de aquellos a quienes reveló cosas escondidas con Él en la eternidad. En Efesios 1:9-10, aprendemos que “nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se propuso en Mesías, para que se cumpliera cuando los tiempos llegaran a su cumplimiento, para traer unidad a todas las cosas en el cielo y en la tierra bajo Cristo”. ¡Al final de los tiempos, EL OLAM unirá toda la historia humana en el Mesías Yeshúa!

Ningún simple ser humano podría saber esto, a menos que Aquel que habita fuera del tiempo lo revelara. EL OLAM es el Elohím Eterno – ¡y es increíblemente ENORME! ¡Conocerlo es conocer al “Elohím realmente grande” cuya voluntad trasciende la historia humana! Entonces…. echemos un vistazo a dónde nos presentan a Él. Avraham llamó a la deidad “EL OLAM” en Génesis 21, cuando él y Abimelek hicieron un pacto en Beerseba. En las negociaciones, Abimelek se enteró de que algunos de su pueblo le habían hecho pasar un mal rato a Avraham al llenar los pozos que él había cavado. Esto no fue gran cosa. Entonces, como parte de los términos de su acuerdo, Avraham le dio a Abimelec 7 corderos para comprar el área donde estaban ubicados sus pozos. Fue entonces cuando Avraham “invocó el nombre de YHVH, el Elohím Eterno (EL OLAM)”.

Entonces, ¿qué tiene que ver esta historia sobre un tratado y un pozo con EL OLAM, el Elohím Eterno? En realidad, bastante…

Avraham fue llamado a salir de Ur y enviado a Canaán para encontrar una ciudad cuyo constructor y hacedor sea El Elohím en una tierra prometida a él y a sus descendientes – para siempre. (Hebreos 11:8-10, Génesis 13:14-15) Como sabemos, nunca encontró la ciudad y nunca fue dueño de la tierra, pero el escritor de Hebreos nos dice por qué: Porque EL OLAM estaba a cargo…

Hebreos 11, la “Sala de la Fe”, cita numerosos ejemplos de personas que experimentaron liberación milagrosa y respuestas a sus oraciones. Enumera santo tras santo y milagro tras milagro, hasta que da un giro drástico en el versículo 35. De allí, leemos: “... Otros fueron torturados, rehusando ser liberados para obtener una resurrección aún mejor. Algunos se enfrentaron a abucheos y azotes, e incluso a cadenas y prisión. Fueron ejecutados a pedradas; fueron cortados en dos; fueron asesinados a espada. Anduvieron vestidos con pieles de ovejas y de cabras, indigentes, perseguidos y maltratados; el mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos y montañas, viviendo en cuevas y agujeros en el suelo”. (Hebreos 11:35b-38) Y sin embargo, Todos éstos fueron alabados por su fe, pero ninguno recibió lo prometido, ya que el Elohím había planeado algo mejor para nosotros, para que sólo junto con nosotros se perfeccionaran. " (Hebreos 11:39-40, cursiva mía.)

Avraham, el “Padre de nuestra fe”, tiene la distinción de estar en ambos grupos. Se le elogia por obedecer a El-Olam, porque fue a donde Él le dijo que fuera. También se le elogia por esperar allí para heredar una enorme extensión de tierra que nunca tuvo y una ciudad que nunca encontró. Esto podría haber sido confuso… ¡Él y Sara experimentaron el nacimiento milagroso de Yitsjaq, pero nunca encontraron la ciudad ni recibieron la tierra! Al igual que Avraham, todas las personas de la primera lista fueron elogiadas por su fe para superar grandes obstáculos. Sin embargo, aquellos en la segunda lista también fueron elogiados por su fe para perdurar sin ver a al Elohím intervenir, ¡porque Su plan era MUCHO MÁS GRANDE que ellos y se extendió MUCHO MÁS ALLÁ de sus vidas! Ambos tenían fe en YHVH.

Ya sea que lo conocieran o no por su Nombre (YHVH), aquellos que aguantaron sin ver fueron elogiados por creer en EL OLAM. No podían ver lo que estaba oculto en la eternidad y que sólo Él podía ver claramente, pero confiaban en Él. Él fue quien estuvo con ellos y les permitió soportar cosas indescriptibles. Su plan tenía que elaborarse según su cronograma y sólo podía verse desde la perspectiva de la eternidad. Él es, después de todo, quien habita en la eternidad, envuelto en un velo de misterio.

Entonces, cuando Avraham compró el pozo y la tierra alrededor de él, "le hizo el juego a Dios"; ¡Se encontró con EL OLAM! Abraham era ahora terrateniente en Canaán. (En realidad, esto es todo lo que alguna vez tuvo, excepto el campo de Macpela con la cueva funeraria que compró más tarde a Efrón, el hitita en Génesis 49:30). Este oasis era, por así decirlo, la “nube en forma de puño” de Abraham. (1 Reyes 18:44) Ser dueño de este pedacito de la Tierra Prometida fue un rayo de esperanza. ¡Era una muestra del cumplimiento por venir, el pago inicial de la promesa de que toda la zona sería suya y de sus descendientes para siempre!

Entonces, por fe, Avraham se mudó y plantó árboles de tamarisco para que sus descendientes se sentaran debajo. Isaac había nacido, tenía agua y era dueño de sus propios bienes. La vida era buena. En Beersheba, Avraham vio que el Elohím de la eternidad, EL OLAM, estaba a cargo y cumpliría Su palabra. Fue por fe que vio lo que no se veía, envuelto en misterio con Aquel que estaba fuera del tiempo en la eternidad. Abraham vislumbró a EL OLAM – quien conoció el fin desde el principio – y eso fue suficiente.

 

 

   Recordemos, que es el contexto quien determina la intención del significado del término "Òlam". Los pactos eternos y las promesas son condicionales (por ejemplo, Jeremías 7, vea el Tema Especial: Pacto). Siempre tengamos cuidado al interpretar la Palabra desde la perspectiva moderna del tiempo o de su teología sistemática los usos y costumbres del Antiguo Testamento, especialmente lo relacionado a esta palabra tan fluida en su uso.  Recordemos también que el Nuevo Testamento universalizó las promesas del Antiguo.

 

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