La etimología de la palabra Perseverancia la encontramos en el latín perseveranctia, cuyo significado es firmeza, tesón o constancia. Puede aludir a lo continuo de una cosa (o circunstancia) o a la duración de algo, pero además a una acción que se repite en forma constante. El motivo de esta insistencia es simple: lograr un objetivo marcado previamente.

 

 

La RAE la define del siguiente modo: “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión. Es una actitud frente a los obstáculos que implica aguantar constantemente”.

 

La perseverancia y la constancia nos ayudan a lograr nuestros objetivos. Aunque muchos emprendedores creen que lograr una vida plena a veces no requiere esfuerzo, por lo que si no consiguen lo que persiguen, la mayoría de las veces abandonan demasiado pronto porque sus miedos superan a su fe.

 

Entonces, cuando hablamos de perseverancia hacemos referencia a toda aquella situación en la que, para alcanzar una meta o propósito, se debe seguir adelante pese a los obstáculos o dificultades. Esto aplica a acciones de la vida cotidiana, creación de ideas, ejecución de propuestas o a la resolución de conflictos.

 

 

El verbo griego hypoménō, que significa literalmente “permanecer o quedarse bajo”, se ha traducido ‘permanecer atrás’ en Lucas 2:43 y Hechos 17:14. Aquí dice: Los hermanos entonces enviaron enseguida a Pablo para que fuera hasta el mar, en tanto que Silas y Timoteo permanecían allí (Biblia Textual 4ª)

 

Asimismo, llegó a tener el sentido de “quedarse en un lugar sin abandonarlo; perseverar; permanecer firme”, y por lo tanto también se traduce ‘aguantar’. (Mt 24:13 Biblia Textual 4ª) “Mas el que perseveró hasta el fin, este será salvo.” 

 

El término hypomonḗ por lo general denota “aguante” con valor, firmeza y paciencia, un aguante que no pierde la esperanza aun a pesar de obstáculos, persecución, pruebas o tribulaciones.

 

 

¿Por qué es necesaria la Perseverancia?

 

Es posible que los creyentes tengamos que encararnos a la indiferencia de  otros, a injurias, a mentiras, a hostilidad intensa, al odio de allegados, maltrato, encarcelamiento e incluso a la muerte. (Mt 5:10-12; 10:16-22; 24:9, 10, 39; Mr 13:9, 12, 13; Apo 13:10.) Esto exige aguante, ya que sin esta cualidad esencial es imposible llegar a obtener la vida eterna. (Ro 2:7; Heb 10:36; Apo 14:12.) Esto se debe a que lo importante no es lo bien que una persona haya comenzado su discipulado nazareno, sino cómo lo termina. Yeshúa-Mesías lo expresó en el texto supracitado de Mateo 24:13, y en Lucas 21:19 enfatizó  diciendo: “¡Adquirid vuestras almas con vuestra perseverancia!”

 

 

Si cultivamos aprecio profundo por “la Palabra” perseveramos en la insistencia de dar fruto con la semilla que sembremos. Lucas 8: 11 dice: “La semilla es la Palabra de YHVH.” Aun cuando tengamos que soportar dificultades, sufrimiento o desánimo, continuamos proclamando con fidelidad el mensaje divino.

 

 

Las doctrinas bíblicas relacionadas con la vida nazarena son difíciles de explicar, porque se presentan en pares dialécticos típicamente orientales (vea el Tema Especial: Literatura Oriental [paradojas bíblicas]). Estos pares parecen contradictorios, pero ambos polos son bíblicos. Los cristianos occidentales tienden a escoger una única verdad e ignorar o despreciar la verdad opuesta. Algunos ejemplos son:

 

1.      ¿Es la salvación la decisión inicial de confiar en Mesías o un compromiso de vida y discipulado?

 

 

2.    ¿Es la salvación una elección por medio de la bondad inmerecida de un Elohím soberano o una respuesta de fe y arrepentimiento por parte de los seres humanos al ofrecimiento divino?

 

 

3.      ¿Es la salvación, una vez recibida, imposible de perder, o es necesario cuidarla y ser constantemente diligente o perseverante?

 

El asunto de la perseverancia ha sido un permanente conflicto a lo largo de la historia de la Iglesia-hogar nazarena. El problema se inicia con pasajes aparentemente conflictivos del Nuevo Testamento que son difíciles de interpretar.

 

 

1.       Textos sobre la seguridad

 

a.     Afirmaciones de Yeshúa en el Evangelio de Juan (Juan 6:37; 10:28-29)

 

b.  Afirmaciones de Pablo (Romanos 8:35-39; Efesios 1:13; 2:5, 8-9; Filipenses 1:6; 2:13; 2da. de Tesalonicenses 3:3; 2da. de Timoteo 1:12; 4:18)

 

c.        Afirmaciones de Pedro (1ra. de Pedro 1:4-5)

 

2.       Textos sobre la necesidad de perseverar

 

a.       Afirmaciones de Yeshúa en los Evangelios Sinópticos (Mt. 10:22; 13:1-9, 24-30; 24:13; Mr. 13:13)

 

b.       Afirmaciones de Yeshúa en el Evangelio de Juan (Juan 8:31; 15:4-10).

 

c.        Afirmaciones de Pablo (Romanos 11:22; 1ra. de Corintios 15:2; 2da. de Corintios 13:5; Gálatas 1:6; 3:4; 5:4; 6:9; Filipenses 2:12; 3:18-20; Colosenses 1:23; 2da. de Timoteo 3:2)

 

d.       Afirmaciones del autor de Hebreos (2:1; 3:6, 14; 4:14; 6:11)

 

e.        Afirmaciones de Juan (1ra. de Juan 2:6; 2da. de Juan 9; Apocalipsis 2:7, 17, 26; 3:5, 12, 21; 21:7)

 

La salvación bíblica es producto del amor, la misericordia y la bondad inmerecida de la soberanía de un YHVH de Amor Supremo. Ningún ser humano puede ser salvo sin la iniciación del Espíritu (véase Juan 6:44-65).  Primero, YHVH se presenta y propone la agenda, pero exige que los seres humanos respondan con fe y arrepentimiento, tanto desde el inicio como continuamente y para siempre. YHVH trabaja con la Humanidad en una relación de Pacto. ¡Esto implica responsabilidades y privilegios!

 

 

La salvación se ofrece a toda la Humanidad. ¡La muerte vicaria de Yeshúa se cumplió para salvarnos del pecado existente en una Creación caída! ¡YHVH ha provisto una forma, y quiere que quienes fueron hechos a Su imagen respondan a su amor y provisión en Yeshúa!

 

 

Algunos artículos de interés:

 

1.       Dale Moody. La Palabra de Verdad, Eerdmans, 1981 (páginas 348-365)

 

2.       Howard Marshall. Guardado por el Poder de YHVH, Bethany Fellowship, 1969

 

3.       Robert Sank. La Vida en el Hijo, Westcolt, 1961

 

 

Controversias teológicas respecto a la Perseverancia

 

La Biblia toca dos diferentes puntos de vistas sobre el tema: (1) habla en contra de asumir la seguridad como una licencia para una vida sin fruto, vidas egoístas o (2) para animar a los que luchan por servir en el ministerio y con su pecado personal. El problema es que los grupos equivocados están tomando mensajes erróneos, construyendo sistemas bíblico-teológicos basándose solo sobre ciertos pasajes bíblicos selectos.  Algunos creyentes necesitan desesperadamente el mensaje de seguridad; mientras que otros perseveran mediante la exhortación. ¿En qué grupo estás?

 

Hubo una controversia teológica entre Agustín versus Pelagio y Calvino versus Arminio (semipelagianismo).  El asunto involucraba la siguiente pregunta sobre la salvación: si uno es verdaderamente salvo ¿debe perseverar en la fe y dar frutos? Los calvinistas afirman aquellos textos que declaran la soberanía de YHVH y su poder para guardar al creyente (Juan 10:27-30; Romanos 8:31-39; 1ra. de Juan 5:13, 18; 1ra. de Pedro 1:3-5), y los TIEMPOS VERBALES del PARTICIPIO PERFECTO PASIVO de Efesios 2:5, 8.

 

Los arminianos por su parte afirman aquellos textos bíblicos que exhortan a los creyentes a “perseverar” o a “continuar” (Mateo 10:22; 24:9-13; Marcos 13:13; Juan 15:4-6; 1ra. de Corintios 15:2; Gálatas 6:9; Apocalipsis 2:7; 11, 17, 26; 3:5, 12, 21; 21:7).

 

No creemos que Hebreos 6 y 10 sean aplicables a esto, pero muchos arminianos lo utilizan como una advertencia contra la apostasía.  La Parábola del Sembrador, en Mateo 13 y Marcos 14, toca el asunto de una fe aparente; tal como en Juan 8:31-59.  Así como los calvinistas hacen referencia a los VERBOS DE TIEMPO PERFECTO, de la misma manera los arminianos utilizan los pasajes con TIEMPO PRESENTE usados para describir la salvación,  tales como 1ra. de Corintios 1:18; 15:2; 2da. de Corintios 2:15).

 

Este es un ejemplo perfecto de cómo los sistemas teológicos abusan del uso de pasajes favoritos como prueba de su interpretación.  Lo que normalmente hacen es usar un principio básico o un pasaje bíblico principal para construir un “colador” o “selector” teológico por medio del cual interpretan otros textos.  Tengamos cuidado de no usar “coladores” de ningún tipo, ya que son producto de la lógica manera de pensar occidental y no de la revelación bíblica.  La Biblia es un libro oriental, y por tanto, presenta la verdad en pares dialécticos aparentemente contradictorios y paradójicos. Los creyentes debemos afirmar ambos viviendo dentro de esta tensión. 

 

El Nuevo Testamento presenta tanto la seguridad del creyente como la demanda de una fe continua y una vida piadosa delante de YHVH. 

 

El Mesianismo nazareno consiste de un primer momento de arrepentimiento y fe en Yeshúa de Naztrat como nuestro Mesías, seguido por una constante respuesta de fe y arrepentimiento.  La salvación no es un producto que se compra (como un boleto al cielo o una póliza contra incendios; sino una relación personal con YHVH. Es a la vez una decisión y un discipulado; así se describe en el Nuevo Pacto en todos los TIEMPOS VERBALES:

 

-    AORISTO (acción finalizada o completada) Hechos 15:11; Romanos 8:24; II Timoteo 1:9; Tito 3:5

 

-      PERFECTO (acción iniciada en el pasado pero aún en desarrollo) Efesios 2:5, 8

 

-      PRESENTE (acción constante) I Corintios 1:18; 15:2; II Corintios 2:15.

 

 

La Perseverancia del creyente no depende solo de nuestra fortaleza personal

 

Es el Altísimo quien sostiene y fortalece a sus siervos y siervas por medio de Su Espíritu Santo y el consuelo de las Escrituras. YHVH “suministra aguante” a los que confiamos plenamente en Él, y por eso es apropiado que oremos personalmente y en el culto juntos pidiéndole ayuda, incluida la sabiduría necesaria para hacer frente a una prueba en concreto. (Ro 15:4, 5; Jacobo 1:5.) YHVH nunca permitirá que nadie se vea sometido a una prueba que le sea imposible soportar. Si una persona acude a Él por ayuda y no pierde la fe, sino que confía por completo en Él, el Todopoderoso (‘El Shaddai) le proporcionará una salida que le permitirá aguantar. Así nos lo asegura el texto de I Co 10:13 diciendo: “No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana, pero fiel es DIOS, quien no os dejará ser probados más de lo que podéis; antes bien, juntamente con la prueba proveerá también la salida, para que podáis soportar. ”

 

No existe límite alguno a la fortaleza que los creyentes podemos obtener mientras sufrimos aflicción. Pablo oró por los colosenses para que fuesen “fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda constancia y paciencia” (Col 1:11 Biblia Textual 4ª.)

 

 

La Perseverancia ante las pruebas

 

Los creyentes no debemos temer las pruebas y aflicciones, ya sabemos que es más fácil decirlo que luego sostenerlo. Pero un cosa es cierta aunque seamos débiles y es  el futuro eterno depende de nuestra Perseverancia y que podemos confiar en la Ayuda Divina. Tampoco hemos de quejarnos, amargarnos o sentirnos lástima. El apóstol Pablo instó: …“hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia”. (Romanos 5:3 Biblia Textual 4ª)

 

Las pruebas que se aguantan con Perseverancia y firmeza gracias a la Ayuda Divina muestran que un hermano o hermana posee la cualidad necesaria del aguante, algo que no había manera de saber o probar con certeza antes del comienzo de la aflicción.

 

 

 

Jacobo, medio hermano del Señor, indicó en su epístola a los judíos en la Diáspora: ”Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os veáis envueltos en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin que os falte nada” (Jacobo 1:2-4 Biblia Textual 4ª)

 

 

La Perseverancia incluye Paciencia

 

La Perseverancia incluye tener Paciencia “tenga la paciencia una obra perfecta” si se deja que la prueba siga su curso sin que se quebranten los mandamientos y principios divinos con objeto de ponerle fin en seguida. Entonces la fe se habrá probado y refinado, y su poder sustentador se habrá puesto de manifiesto. Puede que también hayan quedado expuestas ciertas debilidades, de modo que el creyente podrá apreciarlas y efectuar los cambios necesarios. Las pruebas que se aguantan con fidelidad moldean a una persona y pueden lograr que sea más paciente, compasiva, bondadosa y amorosa en el trato con su prójimo. Por eso, al dejar que “la paciencia tenga perfecta su obra”, la persona “no le faltará nada” de lo que YHVH busca en sus siervos y siervas.

 

Contribuido

 

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