18/02/2024

Este era el lugar de sacrificio en el Tabernáculo. Era una estructura de madera de acacia recubierta de bronce (cf. Éx 27:1-2). Era un cuadrado, de 5 por 3 codos de altura (45 x 13 cm; ver Tema especial: Codo). Tenía sus propios utensilios (cf. Éx 27:3) y era portátil (cf. Éx 27:6-7).

 

La característica especial de este altar eran sus 4 cuatro cuernos, probablemente imitando los de un animal, que para los israelitas eran símbolo de poder. La sangre del animal se separaba y una parte se untaba sobre esos cuernos, posiblemente como símbolo de levantar el sacrificio hacia El Elohím.

 

 

Como todo el mobiliario del Tabernáculo, este altar fue agrandado en el templo de Salomón (cf. 1 Reyes 6). Cf. Le 1:1b.

 

 

 

Correspondencia Nazarena

YHVH aceptaba los sacrificios que se hacían en el altar de la ofrenda quemada. Este altar representaba que El Elohím estaba dispuesto a aceptar el sacrificio de su Hijo. Además, el altar estaba frente al santuario, y eso nos recuerda que necesitamos tener fe en el sacrificio de Yeshúa para que El Elohím nos acepte (Jn 3:16-18; Heb 10:5-10).

 

¿Qué presentamos hoy en el Altar del Sacrificio simbólico?

 

Romanos 12: 1 - 2 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis VUESTROS CUERPOS en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. (2) No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

 

Recordemos que el propósito principal del altar era establecer y mantener la relación del pacto entre el pueblo de Israel y YHVH (Éxodo 20.24; Levíticos 1.5, 16). Éxodo 20:24 Altar de tierra harás para mí,  y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.

 

La ofrenda traída al Altar debe ser voluntaria, y lo mismo ocurre con NUESTROS CUERPOS ofrecidos voluntariamente.

 

El altar, en sentido figurado, es el lugar de consagración (Romanos 12.1) donde el creyente demuestra en forma pública su absoluta dedicación y entrega voluntaria a YHVH (cf. Filipenses 4.18; Hebreos 13.15, 16; 1 Pedro 2.5)

 

1 Pedro 2:5 vosotros también, como piedras vivas,  sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer

sacrificios espirituales aceptables al Elohím por medio de Yeshúa-Mesías.

 

En estos vesículos podemos ver que las ofrendas que le agradan al Señor son basadas en la actitud del Corazón del ser humano y no necesariamente lo que traemos. Si el corazón no es recto delante de YHVH, de nada sirve traer nuestro CUERPO como ofrenda. Observa el resultado de la actitud de Caín; su ofrenda no fue agradable porque su corazón no era recto delante de YHVH. Aun Yeshúa requirió que si alguno tuviera un problema con otra persona, dejara su ofrenda a un lado, fuera y se reconciliara con su prójimo, entonces podía entregar lo que trajo y seria agradable al Señor, Mateo 5:23-24.

 

¿Cuáles son esos Sacrificios Espirituales?

Hebreos 13:15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él (Jesucristo), sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. (16) Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.

 

1 Samuel 15:22-23 Y Samuel dijo: ¿Se complace YHVH tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de YHVH? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de YHVH, él también te ha desechado para que no seas rey.

 

Salmo 107:21-22 Alaben la misericordia de YHVH, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres; Ofrezcan sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo.

 

El Altar, lugar de Encuentro con Elohím

 

El altar es el lugar donde el hombre se encuentra con su Elohím. Es el lugar donde entregamos nuestra vida; no las cosas externas, como en la antigüedad se traían animales. Hoy traemos al altar nuestra alabanza, nuestro cuerpo en santidad, en separación de lo pecaminoso. En el altar traemos nuestra vida y hacemos morir el orgullo, la vanidad, los deseos de las cosas pasajeras. Así como el animal que era traído no podía tener ninguna falta, hoy Yeshúa Mesías, que es el Cordero de Dios que quita nuestro pecado es perfecto, fue entregado en el altar, uno no hecho con mano de hombre, Hebreos 9: 11 - 12, 24, Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, (12) y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. (24) Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y nos ha purificado, santificado, justificado y perfeccionado.

 

Tenemos acceso libre de presentar NUESTRO CUERPO ahora en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es nuestro culto racional. Ya no hace falta la muerte física, solo morir al pecado, pues hemos sido sacrificados juntamente con Mesías, Gálatas 2: 20- Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí;

Romanos 6: 6-7 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. (7) Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

 

El altar nos hace recordar el amor del Padre que envió a su hijo Yeshúa para que fuera sacrificado y darnos entrada libre a Su Presencia. 

Entonces, vengamos al altar y presentemos NUESTROS CUERPOS VIVOS, en ofrenda de alabanza, un sacrificio vivo, santo, agradable al Señor durante el culto en la Iglesia-hogar. Si estas apartado o apartada de Dios, y quieres reconciliarte con El, necesitas un toque de Su mano poderosa, AVIVANDO TU CUERPO en el Espíritu Santo durante el culto y  aceptando al Mesías Yeshúa como tu Salvador. ¡Ven al altar; este lugar que hoy dedicamos, para el esplendor del Padre Eterno y que representa el lugar de encuentro con el Señor! 

¡Ven y entrega TU CUERPO SANTO en un  encuentro con tu Elohím!

 

¿Cómo entregas tu CUERPO en el Altar simbólico en la iglesia-hogar?

El pasaje de Romanos nos está hablando de “hermanos” no de personas no conocidas o de afuera. Es a nuestros hermanos y hermanas que nos entregamos en CUERPO FÍSICO con todo amor y no a los que no están vinculados estrechamente en la fe. Por consiguiente sigamos esta exhortación final:

 

Queridos hermanos: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.1Juan 4.7-12

 

 

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