01-02-2024

¿Qué dice la Biblia acerca de nuestro corazón?

El Elohím creó a los primeros seres humanos con 3 partes: espíritu vital (neshamah), ser o alma (nefesh) y cuerpo (guf). Entonces, ¿dónde encaja nuestro corazón?

La Biblia define lo que es nuestro corazón usando muchos versículos, no uno solo. Podría ser fácil pasarlo por alto. Pero si prestamos atención, podemos ver que la Palabra de YHWH no dice que nuestro corazón es ¼ª parte de nuestro ser.

En lugar de esto, nos muestra que nuestro corazón está compuesto de los 3 componentes de nuestro ser (nefesh) o alma —nuestra mente, parte emotiva y voluntad— más la parte más importante de nuestro espíritu: nuestra conciencia. Echemos un vistazo a algunos versículos claves que revelan esto.

1. Mateo 9:4

    “Y conociendo Yeshúa los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?”.

Pensar es una actividad de la mente, pero el Señor Yeshúa preguntó a los escribas por qué pensaban mal en sus corazones. Esto muestra que nuestra mente es parte de nuestro corazón.

2. Hechos 11:23

    “Éste, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen unidos al Señor”.

La frase con propósito indica decidir con firmeza hacer algo, lo cual es un ejercicio de nuestra voluntad. Así que este versículo muestra que nuestra voluntad es parte de nuestro corazón.

3. Juan 16:22

    “Así que, también vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo”.

Gozarse está relacionado con nuestra parte emotiva, pero aquí vemos que nuestro corazón se goza. Esto nos muestra que nuestra parte emotiva también es parte de nuestro corazón.

4. Hebreos 10:22

    “Acerquémonos al Lugar Santísimo con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia con la aspersión de la sangre, y lavados los cuerpos con agua pura”.

Tener nuestros corazones purificados de mala conciencia indica que nuestra conciencia también es parte de nuestro corazón.

Esto se confirma aún más por la frase “si nuestro corazón nos reprende” en 1 Juan 3:20. Dado que nuestra conciencia es la que nos reprende, o nos condena, cuando hemos hecho algo malo, este versículo también deja muy claro que nuestra conciencia es parte de nuestro corazón.

Los versículos anteriores nos muestran que nuestro corazón hace mucho más de lo que podríamos haber pensado. Además de sentir la amplia gama de emociones humanas, nuestro corazón piensa, decide y percibe el bien del mal.

Ahora veamos 2 razones por las cuales la función de nuestro corazón es tan importante.

Amemos con nuestro corazón

Yeshúa dijo en Marcos 12:30:

    “Y amarás a YHWH tu Elohím con todo tu corazón”.

Si no tuviéramos un corazón, no podríamos sentir amor o amar a cambio. Elohím nos creó con un corazón para que pudiéramos tener una relación amorosa con Él. Así que, en un sentido muy real, nuestra relación con El Eterno se centra en nuestro corazón. Y El desea que reflejemos ese amor de corazón hacia nuestros hermanos y hermanas en todo tiempo.

Nuestro corazón es la puerta de nuestro ser

Además de ser el centro de nuestra relación con Elohím, nuestro corazón es también la puerta de todo nuestro ser.

En el libro La economía de Dios, el autor Witness Lee explica este papel. En la página 79, Lee dice:

    “Nuestra relación con el Señor siempre es iniciada y mantenida por medio del corazón. Por supuesto, tener contacto con el Señor es un asunto del espíritu, sin embargo esto debe ser iniciado y mantenido por el corazón, pues nuestro corazón es la puerta de todo nuestro ser”.

Que nuestro corazón sea la puerta de todo nuestro ser significa que lo que permitimos entrar y salir está determinado por nuestro corazón. Por ejemplo, podemos cerrar nuestro corazón a ciertas personas y abrirlo a otras.

El escritor de temas bíblicos Lee dice:  “En otras palabras, el corazón llega a ser tanto la entrada como la salida de nuestro ser. Todo lo que entre en nosotros debe entrar por nuestro corazón. Todo lo que salga de nuestros debe salir por el corazón”.

Cuando consideramos nuestra experiencia de salvación, este punto se vuelve claro. Al escuchar cómo el Señor Yeshúa murió en la cruz por nuestros pecados, fuimos convencidos de nuestra pecaminosidad; al mismo tiempo, comenzamos a apreciar a Yeshúa como nuestro Mesías y lo que hizo por nosotros. Sentimos la profundidad y la dulzura de Su amor por nosotros. Así que abrimos las puertas de nuestro corazón para creer en Él y aceptarlo a Él como nuestro Salvador. En ese momento, lo recibimos en nuestro espíritu y nacimos de nuevo con Su vida divina. Pero fue nuestro corazón el que primero fue tocado y se abrió para dejarlo entrar.

De modo semejante nuestros corazones deben abrirse como puertas para dejar entrar el amor y entregar ese amor también a nuestros hermanos y hermanas de la iglesia-hogar nazarena del Amor.

Nuestro corazón y nuestra relación con YHWH

¡Fuimos creados por El Elohím de una manera tan maravillosa! Tenemos un espíritu para contactarlo, recibirlo y contenerlo como vida, y un corazón para amarlo. Él quiere ser nuestra vida y quiere que lo amemos con todo nuestro corazón.

Como leímos nuestra relación con el Señor comenzó por nuestro corazón. También es mantenida por nuestro corazón. Es por esto que la condición de nuestro corazón es tan importante.

En cualquier relación, cuando surge un problema, debemos abordarlo. No debemos pensar que el problema desaparecerá por sí solo. Quizás tengamos cierta actitud hacia la otra persona, o ciertos pensamientos negativos acerca de ella. Tal vez hayamos dicho o hecho algo que lastimó a la otra persona, pero no estamos dispuestos a reparar el daño. No resolver estas cosas sólo puede resultar en dañar la relación.

De la misma manera, a fin de que estemos en armonía con el Señor y disfrutemos de una relación amorosa con Él, debemos abordar cualquier problema que surja entre nosotros y el Señor. Tales problemas siempre están de nuestro lado e involucran nuestro corazón.

De hecho, muchas dificultades en nuestra vida nazarena que nos impiden progresar son realmente problemas en nuestro corazón, es decir, en nuestra mente, parte emotiva, voluntad o conciencia.

Por ejemplo, podríamos tener un problema en nuestro corazón porque nuestros pensamientos sobre cierto asunto no coinciden con los pensamientos del Señor. O quizás los sentimientos que tenemos hacia alguien no corresponden con los sentimientos del Señor. Quizás insistimos en seguir nuestro propio camino porque nuestra voluntad obstinada está endurecida. O podríamos tener un problema en nuestra conciencia porque no hemos tomado medidas con respecto a cosas que han ofendido y desagradado a YHWH. Con nuestro corazón en tal estado, ¿Cómo puede nuestra relación con YHWH ser dulce y armoniosa?

Ahora podemos ver lo importante que es estar conscientes de la condición de nuestro corazón para mantener nuestra relación amorosa y cálida con YHWH. Cuando surge un problema entre nosotros y el Señor, simplemente podemos volver nuestro corazón a Él y orarle sencillamente:

   “Señor YHWH, abro mi corazón a Ti. No quiero que nada se interponga entre Tú y yo. Te amo, Señor mediante tu Hijo Yeshúa”.

En esta entrada hemos hablado brevemente sobre qué es el corazón según la Biblia. Para aprender cómo abordar la condición de nuestro corazón, le animamos a leer los capítulos 6 al 8 de La economía de Dios por Witness Lee. Algunos libros de este autor pueden ser descargados desde esta web: https://biblesforamerica.org/es/books/#la-econom%C3%ADa-de-dios

RESUMEN BÍBLICO SOBRE EL CORAZÓN

El término griego kardia  es usado en la Septuaginta (LXX) y el Nuevo Testamento para traducir el término hebreo  lēb (BDB 523, KB 513). Se utiliza en diferentes formas (vea, Bauer, Arndt, Gingrich y Danker, Léxico Griego-Inglés 2da. Ed., páginas  403-404).

  1. El centro de la vida física, una metáfora para la persona (Hechos 14:17; 2da. de Corintios 3:2-3; Jacobo 5:5)

   2. El centro de vida espiritual (es decir, moral).

      a. El Elohím conoce el corazón (Lucas 16:15; Romanos 8:27; I Corintios 14:25; I Tesalonicenses 2:4; Apocalipsis 2:23)

        b. Usado para referirse a la vida espiritual del ser humano (Mateo 15:18-19; 18:35; Romanos 6:17; I Timoteo 1:5; II Timoteo 2:22; I Pedro 1:22)

   3. El centro del pensamiento (es decir, el intelecto,  Mateo 13:15; 24:48; Hechos 7:23; 16:14; 28:27; Romanos 1:21; 10:6; 16:18; 2da. de Corintios 4:6; Efesios 1:18; 4:18; Jacobo 1:26; II Pedro 1:19; Apocalipsis 18:7; el corazón es sinónimo de mente en II Corintios 3:14-15; Filipenses 4:7)

   4. El centro de la voluntad (Hechos 5:4; 11:23; I Corintios 4:5; 7:37; II Corintios 9:7)

   5. El centro de las emociones (Mateo 5:28; Hechos 2:26, 37; 7:54; 21:13; Romanos 1:24; II Corintios 2:4; 7:3; Efesios 6:22; Filipenses 1:7)

   6. El lugar especial de la actividad del Espíritu Santo en especial durante los Avivamientos en el culto (Romanos 5:5; II Corintios 1:22; Gálatas 4:6 [El Mesías en nuestro corazón, Efesios 3:17])

   7. El corazón es una forma metafórica para referirse a la persona entera (Mateo 22:37, citando Deuteronomio 6:5). Los pensamientos, motivaciones y acciones atribuidas al corazón revelan al individuo en su totalidad. El Antiguo Testamento tiene algunos usos sorprendentes del término en:

a. Génesis 6:6; 8:21,”Al Elohím le dolió el corazón” (fíjese también en Oseas 11:8-9)

b. Deuteronomio 4:29; 6:5; 10:12, “con todo tu corazón y todo tu ser”

c. Deuteronomio 10:16; Jer. 9:26, “corazón no circundado”, Romanos 2:29

d. Ezequiel 18:31-32, “un nuevo corazón”

e. Ezequiel 36:26, “un nuevo corazón” versus. “un corazón de piedra” (ver Ez. 11:19; Zac. 7:12)

Algunos versículos importantes sobre el corazón:

«Yo, YHWH, sondeo el corazón
y examino los pensamientos,
para darle a cada uno según sus acciones
y según el fruto de sus obras».

Jeremías 17:10

Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.

Jeremías 29:13

"Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante del Elohím"

1 Pedro 3:3-4

Crea en mí, oh Elohím, un corazón limpio,
y renueva la firmeza de mi espíritu.

Salmo 51:10

Que te conceda lo que tu corazón desea;
que haga que se cumplan todos tus planes.

Salmo 20:4

Pero YHWH le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.

1 Samuel 16:7

Confía en YHWH de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas.

Proverbios 3:5-6

Que nunca te abandonen el amor y la verdad:
llévalos siempre alrededor de tu cuello
y escríbelos en el libro de tu corazón.
Contarás con el favor del Elohím
y tendrás buena fama entre la gente.

Proverbios 3:3-4

“Ama a YHWH tu Elohím con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Yeshúa—.

Mateo 22:37

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Mateo 6:21

Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.

Ezequiel 36:26

Deléitate en YHWH,
y él te concederá los deseos de tu corazón.

Salmo 37:4

Gran remedio es el corazón alegre,
pero el ánimo decaído seca los huesos.

Proverbios 17:22

Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas;
más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos.
Porque prolongarán tu vida muchos años
y te traerán prosperidad.

Proverbios 3:1-2

Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque YHWH ama al que dador alegre.

2 Corintios 9:7

Restaura a los de corazón quebrantado
y cubre con vendas sus heridas.

Salmo 147:3

El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre.

Proverbios 10:8

Cobren ánimo y ármense de valor,
todos los que en YHVH esperan.

Salmo 31:24

Yo te he buscado con todo el corazón;
no dejes que me desvíe de Tus mandamientos.

Salmo 119:10

Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán al Elohím.

Mateo 5:8

Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría.

Salmo 90:12

Sean, pues, aceptables ante ti
mis palabras y mis pensamientos,
oh YHWH, roca mía y redentor mío.

Salmo 19:14

Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan.

Salmo 119:2

Oración

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