LA COMUNICACIÓN

 

22-02-2024

Comunicación, es cuando la palabra crea la Realidad.

 

Las palabras crean realidades. Cuando una idea se conceptualiza, nace una palabra nueva. Y el poder de esa palabra crece exponencialmente con su difusión, con su COMUNICACIÓN.

 

La Humanidad ha hecho su transferencia de conocimiento entre generaciones a través de los relatos: Mitos, Historia, Leyendas, Cuentos, Libros sagrados, etc. Y en la palabra, los hombres han encontrado sus banderas de liderazgo: religioso, político, cultural, social, económico.

 

No nos despistemos. Un buen relato es capaz de movilizar a las masas. Una palabra agraciada semilla el cambio en las siguientes generaciones. Los grandes pensadores y filósofos cambiaron el mundo a través del poder de sus palabras, aunque la comunicación y el paso del tiempo tuvieron que trabajar en ese derribo de pensamientos limitantes previos.

 

El lenguaje crea o corrompe

En varias ocasiones hemos abordado la profunda relación entre liderazgo y comunicación. Para los expertos en lenguaje, como es el caso de Robert Stainton que es un epistemólogo y filósofo del lenguaje, que, basándose en un amplio cuerpo de evidencia, argumenta enérgicamente que los hablantes pueden y usan meras palabras, no oraciones, para comunicar pensamientos completos. Luego considera las implicaciones de este resultado empírico para las relaciones lenguaje-pensamiento.

 

El genial George Orwell, que se caracterizaba por su forma incisiva de expresar sus ideas, decía en su novela “1984” que si el pensamiento corrompe el lenguaje, también el lenguaje corrompe el pensamiento”. Impresiona la agudeza de Orwell, que viene a decirnos algo así como, que, con sus luces y sus sombras, la palabra sigue siendo el principal instrumento que posibilita la civilización y la construcción de las sociedades modernas. Y obviamente, el liderazgo como instrumento muy desarrollado de las relaciones humanas, es quizás el más eficaz de los arquitectos sociales.

 

Sea la palabra dicha una manifestación incendiaria o una de paz, terminan siendo articuladoras de la experiencia humana. Y el liderazgo actual es uno de estos testimonios de evolución social más importante, nutrido por supuesto, de habilidades técnicas y emocionales, pero que depende también de la palabra.

 

¿Qué es el liderazgo humano?

Incluso antes de la pandemia del Covid 19, sabíamos que nos enfrentábamos a un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), pero estamos aún en un estadio de disrupción que jamás habíamos previsto, sumado al habitual cambio acelerado impulsado por una innovación tecnológica que llamaríamos extraterrestre. Esto pone sobre la mesa una palabra (otra de esas que tienen gran peso) que se llama incertidumbre, que inevitablemente afecta a los individuos de manera diferente.

 

Esto lleva a impactos en la psicología individual, al menos si no afecta de manera estructural la personalidad, puede provocar estados de ansiedad que hacen que, por ejemplo, en una organización, los empleados se resistan al cambio, o permanezcan desconectadas de la realidad a la que se están enfrentando, o que establezcan hábitos de trabajar en silos, lo que reduce el compromiso y la confianza de los empleados.

 

Es comprensible que los líderes comiencen a sentirse estancados, estresados y a dudar de sí mismos al acercarse a este territorio inexplorado, porque lo que en realidad falta es la conexión humana que únicamente se establece a través de la comunicación. O sea, la palabra expresada o escrita, pero que sea el nexo de relación.Parece ser que en las circunstancias actuales en las que se encuentra la sociedad, se necesita mucho más que un liderazgo humano, se necesita el liderazgo divino del Mesías. Hay que tener en cuenta que los verdaderos guías humanos, han estado siempre al lado del Mesías o el Maestro de Nazaret, su enseñanza y dominio de la Palabra ha hecho factible que tanto hombres y mujeres humildes dominen el arte de la conexión humana tienen en común una alta dosis de inteligencia emocional, son personalidades auténticas, empáticas y no solo transmiten calma y seguridad, sino que crean confianza en todo el personal, porque gracias a la conexión humana clara y directa a través de la palabra, despejan los nubarrones de la incertidumbre, traen el sosiego y aprovechan el cambio para un futuro nuevo y mejor bajo el Reino del Mesías. Para que todas las personas estén mejor conectadas entre sí, inspiradas y alineadas con su visión compartida.

 

Existe una conexión entre la felicidad y el éxito. Pensamientos como “estamos encontrando [se refiere a investigaciones] que no necesariamente es la realidad la que nos moldea, sino la lente a través de la cual nuestro cerebro ve el mundo que interpreta esa realidad”, se basa en la creencia de que, si podemos cambiar las lentes, no sólo seremos capaces de modificar nuestra felicidad, sino que podremos influir en cada uno de los resultados de las cosas que hagamos.

 

Y aunque parezca mentira, esas lentes es más o menos opaca para poder ver a través de ella en función del uso de las palabras que sin duda representan el pensamiento divino mediante una transmisión humana.

 

La comunicación de un guía sea hombre o mujer en la iglesia-hogar consiste en saber enraizar a través de palabras que nos ofrece el Maestro muy bien orientadas en cuanto a lo que significan y además lo que quieren expresar. Principalmente en una serie de mensajes que necesariamente deben de estar conectados con la espiritualidad intrínseca.

 

Estos mensajes son importantes para las partes interesadas clave de la iglesia-hogar, incluidos los. Nuevos que comienzan a estudiar con las lentes hebreas de la Emunah o Fe.

 

Venimos sosteniendo desde esta web que una corriente de doctrina de guía congregacional de hombres y mujeres valientes y muy comprometida con el bienestar de las personas cree que es efectivo en cada uno de esos momentos en que hacemos un poco mejor la vida de los demás. Pero no sólo a nivel interno de la iglesia-hogar buscando las mejores relaciones interpersonales y una dosis razonable de felicidad en los hermanos y hermanas sino también en el exterior cuando comunicamos a otros la Palabra.

 

Desde ya que cuando se facilita la vida cotidiana, sea en el trabajo o fuera de los ámbitos laborales, se está incrementando esa química la conexión basada en el Amor del Mesías, casi imposible de medir, pero que en realidad existe, que es la que determina la felicidad y estabilidad de las personas. Y las palabras y conversaciones espirituales son auténticas amalgamas para lograr niveles de satisfacción en los ámbitos del trabajo, así como en la vida personal y familiar.

 

Todo lo que el guía haga como hombre o como mujer para facilitar que no sea un inconveniente de parte de un miembro de un equipo, pedir ayuda y/o colaboración, se convertirá en un gran avance para todos. Y para ello basta una palabra.

 

La manera de hacerlo es convencer que es importante ceder en comodidad para que juntos pueda lograrse la consecución de los objetivos, la oración en común abrazados y objetiva permitirá que la palabra cumpla esa realidad.

 

El éxito se trata realmente de la contribución que personas y equipos hagan en conjunto cuando juntos oran a Dios. La palabra y la conversación son grandes aliados en los procesos colaborativos.

 

¿La palabra y la empatía?

Nos parece que una buena manera de comprender qué significa ser empático, es explicar su alcance:

– Lograr una mejor comprensión de todas las palabras, gestos, emociones, etc. en las relaciones interpersonales. Lo que los investigadores llaman “lectura mental”.

 

– Que podamos sentir lo que las otras personas están sintiendo en ese momento, sea en una conversación o en compartir en silencio las tareas de los miembros de un equipo.

 

Tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro (empatía). Hacerse cargo de cuál es su tarea, responsabilidad, etc., así como la circunstancia especial por la que está atravesando (haber salido de una operación y estar en proceso de recuperación; ser un recién graduado que requiere incorporar experiencia, etc.)

 

– Ser empáticos también pasa por compartir visión del entorno, o de una situación particular dentro de la sociedad. También, cuando no se comparte esta visión, sí se es empático si podemos mirar desde el punto de vista del otro. Comprender cuál es su ángulo de miras.

 

Falta de empatía no implica falta de comunicación. Los tiempos acelerados en los que estamos conduciéndonos día a día para cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades, deben servirnos de advertencia de que hay una disminución en las comunicaciones verbales produciéndose la paradoja de que todas las personas están más conectadas gracias a sus dispositivos móviles, aunque la comunicación personal mediante la conversación es mucho menor. ¿Podrás dejar a un lado tu móvil durante al menos una semana, para hablar cara a cara?

 

La recuperación de la conversación cara a cara puede ayudarnos a recuperar el terreno perdido. Porque estamos inmersos en un universo tecnológico en el que siempre estamos conectados, pero del cual hemos sacrificado la conversación en aras de dicha conexión. ¿Podrías apagar tu móvil cuando vas a una cafetería con tus compañeros o compañeras?

 

Existen una serie de caminos alrededor de la conversación que están constantemente tentados por las posibilidades de un SMS, un mail o un whatsapp. Sorprende ver en muchas reuniones familiares, cómo cada uno de los miembros de esa familia están más pendientes de sus dispositivos móviles que de la conversación real entre personas, que en los hechos se va teniendo de a ratos. Desarrollamos una cierta adicción por lo que ofrece la mera conexión.

 

En línea, sólo queremos compartir opiniones con las que nosotros o nuestros seguidores estamos de acuerdo, lo que marca una clara política de alejamiento sobre cuáles son las diversidades de opinión, incluso, los conflictos.

 

Pero no debemos olvidar que la sociedad actual se fundamenta en la democracia y que esta tiene como piedra angular la palabra, o sea: la conversación. Si en la esfera privada a través de la comunicación oral se construyen valores como empatía, amistad, amor, aprendizaje, etc., en el plano organizacional la guía o el guía (líder) instará a una mejor comunicación porque redundará en beneficio de la productividad, al facilitar que afloren esos mismos valores que hacen que las relaciones interpersonales sean mejores, las personas estén más a gusto unas con otras, haciendo del ambiente un lugar amable, cómodo y libre de tensiones.

 

Recuerda siempre el dicho: “La palabra crea y hasta los dibujos de los hombres se harán realidad” Es casi como decir: “las ideas vuelan”.

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