TÍTULOS MESIÁNICOS

(a mi hermana en la fe mesiánica Miryam bat Mashiaj)

 

 

EL GRAN ROLLO DE ISAÍAS que hemos traducido directamente desde el Manuscrito del Mar Muerto  nos dice en Isaías 9:5 (6) BIBLIA TIRY:

 

 

“Porque un niño nos ha nacido, Un hijo nos es dado;   El gobierno estará sobre sus hombros, Él es llamado Admirable,  Consejero,  El[ohím] Poderoso,  Padre Eterno, Príncipe de Paz.

 

 

כִּי־יֶ֣לֶד יֻלַּד־לָ֗נוּ בֵּ֚ן נִתַּן־לָ֔נוּ וַתְּהִ֥י הַמִּשְׂרָ֖ה עַל־שִׁכְמ֑וֹ וַיִּקְרָ֨א שְׁמ֜וֹ פֶּ֠לֶא יוֹעֵץ֙ אֵ֣ל גִּבּ֔וֹר אֲבִיעַ֖ד שַׂר־שָׁלֽוֹם׃

 

 

KI-YELED YULAD-LANU BEN NITAN-LANU VATEHI HAMISRAH AL-SHIJEMO VAIQRA SHEMO PELE YOETS EL GIBBOR AVIAD SAR-SHALOM.

 

 

 

`EL(ohím) generalmente es traducido en muchas Biblias por el título “Dios” aquí en el texto hebreo dice: “’El Gibbor”. “‘El” es la abreviatura de Elohím, y «Gibbor» es una palabra hebrea que se traduce en la Biblia como «poderoso» o «valiente». Es una palabra que se usa a menudo para describir a personas, ángeles y, en algunos casos, a YHVH mismo.

 

 

En el Antiguo Pacto (AT), Gibbor se asocia a menudo con guerreros y héroes militares. Por ejemplo, en 2 Samuel 23:8 leemos acerca de los «hijos de David», entre los cuales se encontraba Yosheb Bashébet el tajkemonita, un «gibbor entre los 30» que mató a 800 hombres con su lanza en una sola batalla. En Jeremías 46:6, Elohím mismo es descrito como «un gibbor que hace temblar la tierra».

 

 

En Isaías 43:10 YAHWEH dice: “Antes de mí no fue formado elohím alguno, ni después de mí habrá otro”.

 

¿Significa esto que, puesto que a Yeshúa-ha Mesías se le llama proféticamente “’El Poderoso” en Isaías 9:6, Yeshúa tiene que ser YAHWEH?

 

De nuevo, la respuesta basada en el contexto es: ¡No! Ninguna de las naciones gentiles idólatras formó un dios (elohím) antes de YHVH, porque nadie existió antes de YHVH. Tampoco en el futuro formarían ningún elohím viviente y verdadero que pudiera profetizar (Isaías 46:9, 10). Pero esto no significa que YHWH nunca haya dado existencia a alguien a quien debidamente se llame de título “Elohím” (Sal. 82:1, 6; Juan 1:1). En Isaías 10:21 (BJ) se llama “Dios poderoso” a YAHWEH, como se llama a Yeshúa en Isaías 9:6, pero solo a YAHWEH se le llama alguna vez “Elohím Todopoderoso”. O ‘ El Saddai (Gé.17:1.)

 

 

Por lo tanto, en hebreo ’El Gib‧bór, no significa “Dios Todopoderoso”. Ese título en hebreo se dice: ’El Schad‧dái y aplica únicamente al Padre Eterno Abbá o sea a YHWH ha-Elohím.

 

 

 

  Si cierto título o frase descriptiva se halla en más de un lugar en las Escrituras, nunca se debería concluir apresuradamente que siempre se refiere a la misma persona. Tal razonamiento nos llevaría a concluir que Nabucodonosor fue Yeshúa ha-Mashíaj, porque a ambos se llama “rey de reyes” (Dn 2:37; Apo 17:14); y que los discípulos de Yeshúa de hecho fueron Yeshúa-Mesías, porque a él y a ellos se llama “la luz del mundo” (Mt. 5:14; Juan 8:12). Siempre debemos considerar el contexto y cualesquier otros casos en que aparezca la misma expresión en la Biblia.

 

 

 

JUSTINO Y EL TÍTULO DE “DIOS” DADO A YESHÚA HA-MASHIAJ

 

 

Uno de los primeros apologistas fue Justino Mártir, quien vivió desde alrededor de 110 hasta 165 d.C. Ninguno de sus escritos existentes menciona a 3 personas coiguales en un solo Elohím.

 

 

 

Por ejemplo, según La Biblia (versión católica de Serafín de Ausejo), Proverbios 8:22-30 dice esto de Yeshúa en su existencia prehumana: “Yahvéh me creó al comienzo de su acción, antes que sus obras más antiguas. [...] Nací cuando no existían los abismos [...] Antes que las colinas yo nací [...] Allí estuve a su lado [el de Dios] como arquitecto”. Justino, al considerar esos versículos, dice en su Diálogo con Trifón:

 

 

“Esta descendencia es engendrada por el Padre antes de todas las criaturas —la palabra lo ha puesto de manifiesto—; ahora bien, todo el mundo convendrá en que lo engendrado es numéricamente distinto del que lo engendra”. Padres Apologetas Griegos, segunda edición, (ver B.A.C., Madrid, 1979, página 528; introducciones, texto griego, versión española y notas de Daniel Ruiz Bueno.)

 

 

Puesto que el Hijo nació del Elohím Abbá, Justino sí usa la expresión “Dios” tocante al Hijo. Declara en su Apología I: “El Padre del universo tiene un Hijo, que, siendo Verbo y primogénito de Dios, es también Dios”10. La Biblia también alude al Hijo de Dios mediante el título “Dios”. En Isaías 9:6 se le llama “Dios Poderoso”. Pero en la Biblia se llama “dioses” también a ángeles, humanos, dioses falsos y a Satanás. (Ángeles: Salmo 8:5; compárese con Hebreos 2:6, 7. Humanos: Salmo 82:6. Dioses falsos: Éxodo 12:12; 1 Corintios 8:5. Satanás: 2 Corintios 4:4.) En la TANAJ o Escrituras Hebreo-Arameas, la palabra que se vierte en español por “Dios” (’El), significa sencillamente “Poderoso” o “Fuerte”. Su equivalente en las Escrituras Nazareno-mesianistas griegas es theós.

 

 

Notemos que aunque Justino llama al Hijo “Dios”, nunca dice que el Hijo sea igual al Padre, dice en su Diálogo con Trifón:

 

 

“Es [...] llamado Dios y Señor otro que está bajo el Hacedor del universo [el Dios Todopoderoso], y que [el Hijo] se llama también ángel o mensajero, por ser El [el Hijo] quien anuncia a los hombres cuanto quiere se les anuncie el Creador de todas las cosas, por encima del cual no hay otro Dios. [...] ” [El Hijo] es otro que el Dios creador del universo, otro, digo, numéricamente, no en sentir y pensamiento” (Ver Padres Apologetas Griegos, páginas 394, 395, 397.)

 

 

Aparece un pasaje interesante en la Apología I de Justino, capítulo 6, donde él defiende a los mesianistas de la acusación pagana de que son ateos. Escribe:

 

“A El [Dios] y al Hijo, que de El vino y nos enseñó todo esto, y al ejército de los otros ángeles buenos que le siguen y le son semejantes, y al Espíritu profético, le damos culto y adoramos”. (Ver Padres Apologetas Griegos, página 187.)

 

 

 

En resumen:  

 

 

 

Abbá es Supremo; el Hijo está subordinado: el Padre es la fuente de poder; el Hijo, el recibidor: el Padre origina; el Hijo, como ministro o instrumento suyo, ejecuta. Son dos en número, pero concuerdan (yo y el Padre somos uno), o son uno, en voluntad; la voluntad del Padre siempre convence al Hijo”. (Ver “La Iglesia en los primeros 3 siglos”, páginas 73-76.) Ahora podemos entender mucho mejor el título mesiánico para Yeshúa de “Dios Poderoso”.

 

 

 

Por ahora dejamos pendientes los otros títulos mesiánicos sobre Yeshúa que explicaremos en futuros estudios en esta página.

 

Contribuido

 

c

 

 

 

 

Comentarios: 0