EL AVIVAMIENTO

Cuando hablamos de avivamiento, nos referimos a la obra sobrenatural de YHVH que sucede cuando Su pueblo es restaurado hacia una relación íntima con El durante el culto mediante el Fuego del Espíritu Santo en nuestros cuerpos. Si estás cansada de tratar de ser una "buena cristiana", si estás sobrecargada con las actividades de la iglesia, o si sientes pesadez en vez de gozo y libertad, entonces estás lista para experimentar un Avivamiento personal. Estos recursos te enseñarán más acerca de lo que significa ser Avivada en el Espíritu.

"Avivamiento", es por lo tanto,  DAR  VIGOR, FUERZA al FUEGO O LUZ EN EL TEMPLO DE NUESTRO CUERPO.

El fuego es el elemento más antiguo en la historia de la humanidad, sirve para quemar, fundir metales, ahuyentar las fieras, cocinar, entre otras cosas.

Hay cosas que por más que aumente la ciencia jamás se podrá sustituir, como la presencia del la Rúaj Kadeshaj o también llamado el Espíritu, el Santo.

En el llamado generalmente Antiguo Testamento cuando el pueblo de Israel se reunía para ofrecerle culto al Elohím, lo que se veía era puro humo, incienso y no creemos que ese sea el proyecto del Elohím para nosotros, que solo tengamos humo.

El propósito divino es que tengamos el Fuego  sagrado en nuestro CUERPO QUE ES TEMPLO DEL E.S. y por eso lo acercamos al altar para el avivamiento.

 

 

La palabra “Avivación” no aparece en la Biblia, lo que aparece es el verbo “avivar.

 

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don del Elohím que está en ti por la imposición de mis manos”

2 Timoteo 1:6.

 

“Oh YHVH, he oído Tu Palabra, y temí. Oh YHVH, aviva Tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos haz conocer; En la ira acuérdate de la misericordia”. Habacuc 3:2.

 

El Señor YeHoVáH o YaHWeH en todos los tiempos a las edades y en todos los periodos ha avivado Su obra, es decir, que su obra la encendió él mismo y se mantiene encendida, los que no estamos encendidos somos nosotros.

 

Nosotros tenemos que arreglar algunas cosas que no encajan, pero es El Elohím  que puede arreglar en nosotros lo que nosotros ni siquiera estamos al tanto.

 

Lo que el Elohím quiere no es tanto que hablemos diversos idiomas sino que tengamos AMOR los unos con otros porque El nos amó primero. y que todos los días estemos  firmes en los caminos del Eterno El Shaddai Todopoderoso.

Esto lo prendió él un día y estamos aquí es por su AMOR LEAL.

 

Él un día prendió nuestras vidas porque estábamos apagados por el pecado pero ¿Quién debía mantener el altar encendido, el Elohím o el sacerdote o cohen?

 

El sacerdote y dice la Biblia: “Y salió fuego de delante de YHVH, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros”. Levítico 9:24.

 

Elohím siempre mandará el fuego, pero es deber del sacerdote que nunca se apague.

 

Mantén encendida ese fuego Divino que está en ti.

 

A ti te toca soplar, te toca avivar, saca la ceniza y mete la leña y deja que E.S. actúe dentro de tu cuerpo avivando el FUEGO que hay en ti.

 

1º Realiza tu oración personal en tu cuarto. 

 

2º Solicita la oración de tu hermano para avivar el Fuego que hay en ti.

 

En el TEMPLO no solo había FUEGO, también había AGUA. Agua PURIFICADORA. El Señor compara el ser humano como una vasija y esa vasija debe estar llena. Pero la vasija muchas veces por el paso del tiempo, por las dificultades o por los problemas que se presenten, se quebranta.

 

También puede pasar como esa vasija se cayó de la rueda en la que estaba haciendo moldeada. No obstante, el alfarero el verla en añicos, la toma y realiza con ellos una mejor que la 1ª.

 

Durante el Avivamiento no se descarta la presencia de manifestaciones de algún espíritu que ate a algunos de los asistentes y que no están aun bautizados en el Mesías. Esto no debe causar estupor, más bien debe haber fuerte oración y solitar a YHVH mediante Yeshúa que el Espíritu intervenga y saque el mal.

 

 

Yeshúa nos limpia de toda la impureza y lo que está vacío  nuestro Mesías lo llena.

 

¿Estás avivada o llena en el espíritu o vacía?

 

El Padre, El Elohím Kadosh, El Eterno, te bautiza con Su Rúaj Kadeshá y nos llena o aviva. Hoy necesitamos ser vasijas llenas para poder dar, no podemos dar de lo que no tenemos, así que debemos estar llenos o llenas.

 

Necesitamos como Santos y Santas en ESTOS ÚLTIMOS DÍAS, estar completamente avivados CON FUEGO DIVINO y llenos y llenas a rebosar de E.S. (ver tema Espíritu Santo).

 

La sociedad te está necesitando, tus vecinos te necesitan, tus compañeros de trabajo o escuela te necesitan.

 

 

Pero antes de adentrarnos en el tema del AVIVAMIENTO es muy necesario que entendamos a perfección lo que es EL ESPÍRITU.

 

ENTENDAMOS MEJOR  EL AVIVAMIENTO: 

 

Un versículo clave para entender LA AVIVACIÓN del espíritu es Juan 14:16, donde Yeshúa prometió que el Espíritu moraría en los creyentes y que su residencia sería permanente. Es importante distinguir entre la morada y la llenura del Espíritu. La morada permanente del Espíritu no es sólo para algunos pocos creyentes, sino para todos. Hay un buen número de referencias en las Escrituras que apoyan esta conclusión.

 

1º, el E.S. proporciona un don para todos los creyentes en Yeshúa haMashiaj sin excepción, y no existen condiciones para tenerlo, excepto la fe en Yeshúa (Juan 7:37-39).

 

2º, el E.S. es otorgado en el momento de tu sellado o confirmación del Espíritu (Efesios 1:13). Gálatas 3:2 también enfatiza esta misma verdad, diciendo que el sello y la residencia del Espíritu en el creyente, tuvieron lugar al momento de creer.

 

3º, el E.S. mora en los creyentes permanentemente. El E.S. es dado a los creyentes como un “1er. depósito” del pago total, o una “garantía” de su futura glorificación en el Mesías (2 Corintios 1:22; Efesios 4:30).

 

Esto es en contraste con la orden de la llenura del Espíritu que encontramos en Efesios 5:18. Debemos estar tan totalmente entregados al E.S., que éste pueda POSEERNOS POR COMPLETO, ENTRAR EN NUESTRO CUERPO, sentirlo y dejarse mover por lo que él quiere de nosotros en cada momento, sentir su voz, hacia donde nos dirige en nuestro amor y en ese sentido, ERES LLENA/O DE ÉL confirmando así el avivamiento DEL FUEGO DE DIOS dentro de ti.

 

Romanos 8:9 y Efesios 1:13-14 afirman que el E.S., mora dentro de cada creyente, pero también que él puede ser contristarse o entristecerse (Efesios 4:30) y su actividad dentro de nosotros puede ser apagada (1 Tesalonicenses 5:19). Cuando permitimos que esto suceda, no experimentamos la llenura de la obra y del poder del E.S. en y a través de nosotros.

 

 

 

El ser lleno con el E.S. implica darle la libertad para ocupar cada parte de nuestra vida, guiándonos y controlándonos. Luego, su poder se puede ejercer a través de nosotros, para que lo que hagamos que proporcione dentro de ti y de mí el fruto para el Elohím tan deseado. La llenura del Espíritu no se aplica solamente a hechos externos; también se aplica a los pensamientos más íntimos y los motivos de nuestros actos. El Salmo 19:14 dice:

 

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh, YHVH, mi Roca, y mi Redentor”.

 

 

La llamada GLOSOLALIA que nada tiene que ver con lo que dice la Escritura con respecto al hablar en lenguas. Las lenguas eran idiomas atendibles y legítimos no balbuceos o palabras incoherentes ininteligibles e inventadas. y así lo indica bien la Escritura al decir:

 

 

Predominantemente el culto con Avivamiento se realiza en el hogar o iglesia-hogar. Tal vez en un momento dado durante las oraciones de comunión el fuego entre dentro de ti y tengas una especie de éxtasis en tu cuerpo Es el Fuego que está penetrando más y más dentro de ti, arde tu interior y se eleva hacia el corazón. Si eres mujer puede que sientas un fuego intenso interno que avive todo tu ser y experimentes orgasmos.

 

En unos casos LA PERSONA CREYENTE CAE AL SUELO O EN EL LECHO y el Espíritu DIVINO comienza a limpiar del interior los males; esos males pueden ser espirituales, carácter o enfermedades.

 

El E.S. limpia a su forma y decisión pues el conoce nuestro interior.

 

No depende del ser humano el que RECIBAS DONES QUE EL ESPÍRITU DA A SU DECISIÓN. Y al entrar dentro de ti el Espíritu es todo para el servicio de todos tus hermanos y hermanas.

 

Cuando entra en tí jamás te esclaviza en el servicio o ministerio que te use el E.S., pues seguimos siendo libres de seguir o no.

 

 

El Don o dones pueden durar toda la vida del creyente o dormitarse hasta que puedas avivarlos. Estos dones los despierta el E.S. dentro de nosotros según la iglesia los necesita pues son solo para el servicio  de hermanos y hermanas.

Eso es un poco de lo que por ahora conocemos al respecto.

Hay toques que no se produce la caída pues siempre depende del Espíritu y también de nuestro interior como esta nuestro corazón

El calor en las manos, temblor de rodillas y el éxtasis dentro de tu cuerpo es algo parecido a un cosquilleo eléctrico orgásmico.

 

 

Pero BRINCAR, SALTAR O GRITAR NO ES LA MANIFESTACIÓN DE LA ELECTRICIDAD esa es la reacción que nosotros tenemos por falta de costumbre o sensibilidad, la MANIFESTACION de la electricidad es LUZ, ENERGIA Y CALOR, esa es la manifestación de una electricidad que no tiene igual.

 

Lo mismo sucede con E.S. unos lloran, otros ríen, oran, tal vez algunos se caen al suelo en estremecimientos y convulsiones, un largo placer interno en tu cuerpo, pero esas no son manifestaciones del ESPÍRITU, esas son las reacciones que tienen las personas a la manifestación del Fuego del templo de tu cuerpo que entra cuando interviene para limpiarnos de la impureza interior, nos llena de Su presencia y poder para servirlo en el ministerio usándonos como instrumentos para Sus propósitos.

 

“Hay diferentes dones pero un mismo Espíritu, hay diferentes ministerios pero un mismo Señor, y hay diferentes maneras en que actúa el Espíritu pero es el mismo  Elohím quien actúa en todos, sin embargo la manifestación del Espíritu se da a cada uno para beneficio de todos” nos recuerda 1 Corintios 12:4-7

 

 

 

El teólogo calvinista Jonathan Edwards dijo al respecto:

“Cuando recibimos al Espíritu Santo, las Escrituras dicen que somos bautizados en “Espíritu Santo y fuego” (Mt 3:11). Este “fuego” representa las emociones santas que el Espíritu produce en nosotros haciendo que nuestros corazones ardan dentro de nosotros (Lc 24:32). Dios, quien nos creó, no solo nos ha dado emociones, sino que también ha hecho que sean muy directamente la causa de nuestras acciones… con atrevimiento afirmo que jamás verdad espiritual alguna cambió la conducta o la actitud de una persona sin haber despertado sus emociones. Nunca un pecador deseó la salvación, ni un cristiano despertó de frialdad espiritual, sin que la verdad hubiera afectado su corazón. ¡Así de importantes son las emociones! Algunas personas condenan toda emoción fuerte. Albergan prejuicios en contra de todo el que tenga sentimientos poderosos y vivos acerca de Dios y las cosas espirituales. Instantáneamente asumen que tales personas sufren de algún engaño. Sin embargo, si, como acabo de comprobar, la religión verdadera tiene mucho que ver con nuestras emociones, se desprende que la abundancia de la verdadera religión en la vida de una persona resultará en plenitud de emoción… Esto, pues, demuestra que la existencia de fuertes emociones religiosas no es necesariamente una señal de fanatismo. Erramos gravemente si condenamos a la gente de exaltada simplemente porque sus emociones son fuertes e intensas.” (Jonathan Edwards, Los Afectos Religiosos, Publicaciones Faro de Gracia, 2000, pp. 15)

“Las emociones espirituales, cuando poderosas y fuertes, indudablemente son capaces de producir grandes efectos corporales. El salmista dice, “Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Salmo 84:2). Aquí vemos una clara distinción entre corazón y carne, y la experiencia espiritual afectó a ambos. Otra vez dice, “Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela” (Salmo 63:1). De nuevo se ve la clara distinción entre alma y carne… Las Escrituras nos relatan revelaciones de la gloria de Dios que tuvieron fuertes efectos corporales en aquellos que las recibieron. Por ejemplo, Daniel: “No quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno” (Daniel 10:8). La reacción del apóstol Juan a una visión de Cristo fue esta: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies” (Apocalipsis 1:17). De nada sirve objetar que estas fueron revelaciones externas y visibles de la gloria de Dios, más bien que espirituales. La gloria externa era una señal de la gloria espiritual de Dios. Daniel y Juan lo habrían entendido así. La gloria externa no los sobrecogió solo por su esplendor físico, sino precisamente porque era una señal de la infinita gloria espiritual divina. Sería presumir, decir que en nuestros días Dios nunca da a creyentes vistazos espirituales de su belleza y majestad los cuales producen efectos corporales similares.” (Jonathan Edwards, Los Afectos Religiosos, Publicaciones Faro de Gracia, 2000, pp. 16.)

 

“Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio[a] de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y con temor y mucho temblor. Y ni mi mensaje, ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”. (1 Corintios 2:1-5)

 

Cabe explicar además que existe otro tipo de avivamiento muy relacionado con loq ue se dijo ya pero que ocurre en la iglesia-hogar después del culto nocturno de familias para la FECUNDACIÓN. La sala estará destinada  para este encuentro nocturno, donde las parejas que lo deseen, leen pasajes adecuados, oran juntos con otros hermanos y se preparan para avivar sus cuerpos para unirse y cumplir el mandato de Génesis 1:28.

 


 

HISTORIA DEL GRAN AVIVAMIENTO DEL SIGLO XVIII

 

 

Si hablamos de genuinos Avivamientos en la historia de la Iglesia, no podemos ignorar el Gran Despertar, que es como se conoce al gran avivamiento del siglo XVIII, con extraordinarios hombres devotos como Jonathan Edwards, John Wesley, Charles Wesley, George Whitefield y David Brainerd como protagonistas.

 

El avivamiento wesleyano.

 

Esta fe ha sido transmitida a los nazarenos a través de corrientes religiosas históricas, en particular por el avivamiento wesleyano del siglo XVIII. A principios de la década de 1730, surgió en Inglaterra el avivamiento evangélico más amplio, dirigido principalmente por Jonh Wesley, su hermano Charles y Jorge Whitefield, ministros de la Iglesia Anglicana. A través de sus vidas, muchos hombres y mujeres se alejaron del pecado y recibieron el poder para servir al Elohím Eterno. Este movimiento se caracterizó por la predicación de laicos, el testimonio, la disciplina y la creación de círculos de discípulos vehementes; los grupos fueron llamados “sociedades”, “clases” y “bandas”.

 

 

 

Visto como un movimiento espiritual, los antecedentes de ese avivamiento incluyeron el pietismo alemán tipificado por Philip Jacob Spener, el puritanismo inglés del siglo XVII y un despertamiento espiritual en la Nueva Inglaterra (Estados Unidos) descrito por el pastor-teólogo Jonathan Edwards.

 

Fue el pastor y teólogo, Jonathan Edwards, quien nos dejó en su libro «Las Afecciones Religiosas» la siguiente advertencia:

 

«No es fácil apoyar lo bueno de los avivamientos religiosos y a la vez, ver y rechazar lo que en ellos está mal. Sin embargo, si queremos que el reino de Cristo prospere, sin duda, tendremos que hacer las dos cosas… Esta mezcla de religión falsa con verdadera ha sido el arma más poderosa de Satanás contra la causa de Cristo. Es por esto que nos urge aprender a distinguir entre la religión falsa y la verdadera; entre emociones y experiencias que realmente nacen de la salvación, y las imitaciones que, aunque externamente atractivas y creíbles, son falsas.»

 

La fase wesleyana del gran avivamiento se caracterizó por tres hitos teológicos:

 

1 La regeneración por fe,

2 la santificación por gracia,

3 el testimonio del Espíritu

 

Una de las contribuciones distintivas de Jonh Wesley fue su enseñanza sobre la entera santificación en esta vida, como provisión de la gracia de Dios para el cristiano. Los primeros esfuerzos misioneros del Metodismo Británico principiaron diseminando ese énfasis teológico por todo el mundo. En Estados Unidos, la Iglesia Metodista Episcopal fue organizada en 1784 y la declaración de su propósito fue “reformar el continente y diseminar la santidad bíblica por todas estas tierras”.

 

 

El movimiento de santidad del siglo XIX.

 

En el siglo XIX, en el este de los Estados Unidos, hubo un despertamiento y renovado interés por la santidad bíblica, que se extendió por toda la nación. Timothy Merritt, ministro metodista y director fundador de la revista Guide to Christian Perfection, fue uno de los dirigentes del avivamiento de santidad. El personaje central del movimiento fue la señora Phoebe Palmer, de Nueva York, quien dirigía la Reunión de los Martes para la promoción de la santidad, en la cual obispos, educadores metodistas y otros ministros se unieron al grupo original de mujeres en la búsqueda de la santidad. Durante 4 décadas, la señora Palmer promovió la fase metodista del movimiento de santidad hablando en público, escribiendo y como directora del influyente periódico Guide to Holiness.

 

El avivamiento de santidad trascendió los linderos del metodismo, Charles G. Finney y Asa Mahan, ambos de la Universidad de Oberlin, le dieron dirección al interés renovado en la santidad en círculos presbiterianos y congregacionales, y el predicador de avivamientos William Boardman hizo lo mismo. El evangelista bautista A. B. Earle se contó entre los líderes del movimiento de santidad dentro de su denominación. Hannah Whitall Smith, una popular evangelista de santidad de la iglesia cuáquera, publicó su libro El secreto de la vida cristiana feliz (1875), un texto clásico sobre la espiritualidad cristiana.

En 1867, los ministros metodistas John A. Wood, John Inskip y otros, empezaron en Vineland, New Jersey, el primero de una larga serie de cultos campestres nacionales. También organizaron “The National Camp Meeting Association for the Promotion of Holiness” (Asociación nacional de cultos campestres para promover la santidad), que llegó a ser conocida como “National Holiness Association” (que ahora es la Asociación Cristiana de Santidad). Hasta los primeros años del siglo XX esa organización auspició reuniones campestres de santidad por todos los Estados Unidos. También se organizaron asociaciones de santidad locales y regionales, así como un grupo vigoroso de casas publicadoras que produjeron muchas revistas y libros.

El testimonio de la santidad cristiana desempeñó funciones de diversas magnitudes en la fundación de la Iglesia Metodista Wesleyana (1843), la Iglesia Metodista Libre (1860), y en Inglaterra, el Ejército de Salvación (1865). En la década de 1880 nacieron varias iglesias nuevas de santidad entre las que se cuentan la Iglesia de Dios (Anderson, Indiana) y la Iglesia de Dios (de Santidad). Otras tradiciones religiosas ya existentes también recibieron la influencia del movimiento de santidad incluyendo a ciertos grupos de Menonitas, Hermanos y Amigos, que aceptaron la posición wesleyana de santidad sobre la entera santificación. La Iglesia de los Hermanos en Cristo y la Alianza Evangélica de los Amigos son ejemplos de esta amalgama de tradiciones espirituales.

 

Se unen grupos de santidad

La década de 1890 vio la aparición de una nueva ola de grupos de santidad independientes. Estos incluyeron iglesias independientes, misiones urbanas, hogares de rescate y asociaciones evangelísticas y misioneras. Algunos de los miembros de estas organizaciones anhelaban que cierta clase de unión resultara en una iglesia nacional de santidad. La Iglesia del Nazareno nació como resultado de esa clase de impulso.

 

La asociación de iglesias pentecostales de Estados Unidos. El 21 de julio de 1887, la Iglesia Evangélica del Pueblo fue organizada con 51 miembros en Providence, Rhode Island, con Fred A. Hillery como pastor. El año siguiente, la Iglesia Misionera fue organizada en Lynn, Massachusetts, bajo la dirección de C. Howard Davis como pastor. El 13 y 14 de marzo de 1890 se reunieron en Rock, Massachusetts, los representantes de éstas y de otras congregaciones de santidad independientes y organizaron la Asociación Central Evangélica de Santidad con iglesias en los estados de Rhode Island, New Hampshire y Massachusetts. En 1892, la Asociación Central Evangélica de Santidad ordenó a Anna S. Hanscombe; de hecho, se cree que ella fue la primera mujer ordenada al ministerio cristiano de las congregaciones que más tarde llegarían a formar parte de la Iglesia del Nazareno.

 

En enero de 1894, el señor William Howard Hoople, comerciante de la ciudad de Nueva York, fundó una misión en Brooklyn que se reorganizó el siguiente mes de mayo como Tabernáculo Pentecostal de la Avenida Utica. Para el final del siguiente año se habían organizado también la Iglesia Pentecostal de la Avenida Bedford y el Tabernáculo Pentecostal Emmanuel. En diciembre de 1895, delegados de estas tres iglesias adoptaron una constitución, un resumen de doctrinas y estatutos, y formaron la Asociación de Iglesias Pentecostales de América.

 

 

El 12 de noviembre de 1896, un comité conjunto de la Asociación Central Evangélica de Santidad y de la Asociación de Iglesias Pentecostales de América se reunió en Brooklyn y formuló un plan de unión que retuvo el nombre de la segunda para el cuerpo unido. Las personas prominentes en esta denominación fueron Hiram H. Reynolds, H. B. Hosley, C. Howard Davis, William Howard Hoople, y después, E. E. Angell. Algunos de ellos originalmente habrían sido predicadores laicos que después fueron ordenados como ministros por sus congregaciones. Esta iglesia era sumamente misionera y bajo la dirección de Hiram F. Reynolds, secretario de misiones, se lanzó a un programa ambicioso de testimonio cristiano a las Islas de Cabo Verde, la India y otros lugares. Su publicación oficial era The Beulah Christian.

 

 

 

La Iglesia de Cristo de la Santidad.

 

En julio de 1894, el reverendo R. L. Harris organizó la Iglesia Neotestamentaria de Cristo, en Milán, Tennessee, poco tiempo antes de su muerte. Mary Lee Cagle, su viuda, continuó la obra y llegó a ser su principal dirigente de los primeros años. Esta iglesia, de gobierno estrictamente congregacional, se extendió por el estado de Arkansas y en el oeste de Texas con otras congregaciones dispersas en Alabama y Missouri. La señora Mary Cagle y una colega, la señora Mary E. J. Sheeks, fueron ordenadas en 1899 llegando a ser las primeras de muchas mujeres que fueron ordenadas posteriormente al ministerio.

 

 

Principiando en 1888, los pastores Thomas y Dennis Rogers, de California, organizaron varias congregaciones en Texas bajo el nombre de La Iglesia de Santidad.

 

En 1901, Charles B. Jernigan organizó la primera congregación de la Iglesia Independiente de Santidad en Van Alstyne, Texas. James B. Chapman se afilió en su juventud a esa denominación, la cual creció y prosperó rápidamente. Con el tiempo, las congregaciones dirigidas por Dennis Rogers se afiliaron a la Iglesia Independiente de Santidad.

 

En noviembre de 1904, los representantes de la Iglesia Neotestamentaria de Cristo y los de la Iglesia Independiente de Santidad se reunieron en Rising Star, Texas, donde establecieron los principios de unión, adoptaron un Manual y escogieron el nombre de Iglesia de Cristo de la Santidad. La unión se consumó al año siguiente en un concilio general de delegados que sesionó en Pilot Point, Texas. La publicación oficial de la iglesia era The Holiness Evangel. Sus otros ministros sobresalientes fueron William E. Fisher, J. D. Scott y J. T. Upchurch. Entre sus dirigentes laicos se contaba a Edwin H. Sheeks, R. B. Mitchum y la señora Donie Mitchum.

 

Varios de los dirigentes de esa iglesia eran miembros activos de la Asociación de Santidad de Texas, cuerpo interdenominacional de gran vitalidad, que auspiciaba una universidad en Peniel cerca de Greenville, Texas. La asociación también auspiciaba el Pentecostal Advocate, la principal publicación de santidad del suroeste del país, que llegó a ser una publicación nazarena en 1910. El lider E. C. DeJernett y el laico C. A. McConnell, eran obreros prominentes de esta organización.

 

La Iglesia del Nazareno (no confundirla con la iglesia-hogar o kehilah Nazarena del Amor). En octubre de 1895, Phineas F. Bresee, D.D., el Dr. Joseph P. Widney y otras 100 personas aproximadamente, entre quienes estaban Alice P. Baldwin, Leslie F. Gay, W. S. Knott y su esposa Lucy P. Knott, C. E. McKee y miembros de las familias Bresee y Widney, organizaron la Iglesia del Nazareno en Los Ángeles, California. Desde el principio vieron a esta iglesia como la primera de una denominación que predicaba la realidad de la entera santificación recibida mediante la fe en Jesucristo. Ellos sostuvieron que los cristianos santificados por fe deberían seguir el ejemplo de Cristo y predicar el evangelio a los pobres. Consideraron haber sido llamados especialmente para este trabajo. Ellos creyeron que la elegancia y ornamentación innecesarias en las casas de adoración no representaban el espíritu de Cristo sino el espíritu del mundo y que su inversión de tiempo y dinero debería darse a ministerios a la semejanza de Cristo para la salvación de almas y la ayuda para los necesitados. Organizaron la iglesia acorde con estos propósitos. Adoptaron reglas generales, una declaración de fe, una estructura basada en una superintendencia limitada, procedimientos para la consagración de diaconisas y la ordenación de presbíteros, y un ritual. Todo ello fue publicado como un Manual a partir de 1898. Se publicaba una revista que se llamaba The Nazarene, y después The Nazarene Messenger. La Iglesia del Nazareno se extendió principalmente a lo largo de la costa occidental del país y se formaron algunas congregaciones al este de las Montañas Rocallosas, hasta el estado de Illinois.

 

Entre los ministros que unieron sus destinos a la nueva iglesia estaban H. D. Brown, W. E. Shepard, C. W. Ruth, L. B. Kent, Isaiah Reid, J. B. Creighton, C. E. Cornell, Robert Pierce y W. C. Wilson. Entre los primeros que fueron ordenados por la nueva iglesia estuvieron el mismo Joseph P. Widney, Elsie y DeLance Wallace, Lucy P. Knott y E. A. Girvin.

Los 38 años de experiencia de Phineas F. Bresee como pastor, superintendente, editor, miembro de junta de regentes de una universidad y predicador de cultos campestres en el metodismo, así como su magnetismo personal peculiar, se aunaron en el desarrollo de la estrategia eclesiástica que llevó consigo a la unión de las iglesias de santidad en un cuerpo nacional.

 

 

El año de unión: 1907-1908

La Asociación de Iglesias Pentecostales de América, la Iglesia del Nazareno y la Iglesia de Cristo de la Santidad llegaron a asociarse gracias a C. W. Ruth, quien fungía como superintendente general asistente de la Iglesia del Nazareno, y quien había establecido amplias amistades en todo el movimiento wesleyano de santidad.

 

Los delegados de la Asociación de Iglesias Pentecostales de América y de la Iglesia del Nazareno sesionaron en una asamblea general en Chicago del 10 al 17 de octubre de 1907. Los grupos que se estaban uniendo quedaron de acuerdo en un tipo de gobierno de la iglesia que equilibrara la necesidad de una superintendencia con la independencia de las congregaciones locales.

 

Los superintendentes auspiciarían y atenderían a las iglesias ya establecidas. Se encargarían de organizar y estimular la organización de iglesias en todo lugar, pero su autoridad no debía interferir con las acciones independientes de una iglesia plenamente organizada. Además, la Asamblea General adoptó el nombre de Iglesia del Nazareno Pentecostal para el cuerpo unido formado de ambas organizaciones. Phineas F. Bresee e Hiram F. Reynolds fueron elegidos superintendentes generales. En las sesiones de la asamblea estuvo presente una delegación de observadores de la Iglesia de Cristo de la Santidad y participó en ella.

 

Durante el siguiente año ocurrieron otras adiciones. En abril de 1908 P. F. Bresee organizó una congregación de la Iglesia del Nazareno Pentecostal en Peniel, Texas. Algunos de los miembros de esa iglesia eran dirigentes principales de la Asociación de Santidad de Texas, lo cual preparó el camino para que otros miembros se unieran. En septiembre, la Conferencia de Pennsylvania de la Iglesia Cristiana de la Santidad, después de recibir el permiso de su Conferencia General, decidió disolverse y, bajo la dirección de H. G. Trumbaur, se unió a la Iglesia del Nazareno Pentecostal.

 

La segunda Asamblea General de la Iglesia del Nazareno Pentecostal se reunió en sesión combinada con el Concilio General de la Iglesia de Cristo de la Santidad, del 8 al 14 de octubre de 1908, en Pilot Point, Texas. El año de unión terminó el martes 13 de octubre por la mañana cuando el señor R. B. Mitchum propuso y C. W. Ruth secundó esta moción: “Que la unión de las dos iglesias sea consumada ahora”. Varios hablaron a favor de la moción. Phineas Bresee había estado tratando de lograr ese propósito. A las 10:40 a.m., en medio de gran entusiasmo, la asamblea poniéndose de pie aprobó la unión por voto unánime.

La denominación cambia de nombre. La Asamblea General de 1919, atendiendo a la petición de 35 asambleas de distrito, cambió oficialmente el nombre a Iglesia del Nazareno debido al nuevo significado que se le daba a la palabra “pentecostal”.

 

Características del ministerio nazareno mundial

 

Características de ministerio internacional. Históricamente, el ministerio nazareno mundial se ha concentrado en evangelismo, ministerios de compasión y educación. El impulso evangelístico fue ejemplificado en las vidas de H. F. Schmelzenbach, L. S. Tracy, Esther Carson Winans, Samuel Krikorian y otros cuyos nombres simbolizan esta dimensión de ministerio. Nuestras iglesias y distritos continúan reflejando alrededor del mundo un carácter de avivamiento y evangelismo.

 

Las raíces internacionales del ministerio de compasión nazareno descansan en el apoyo dado en los primeros años para mitigar el hambre, así como en el trabajo de orfanatos en la India. Esa labor recibió un gran impulso de la Unión Nazarena Médica Misionera, organizada a principios de la década de 1920 para edificar el Hospital Memorial Bresee en Tamingfú, China. En Suazilandia, África, se ha desarrollado un extenso trabajo médico y otros ministerios de compasión han tomado forma alrededor del mundo.

 

 

LAS EMOCIONES Y EL ESPÍRITU

 

Al fundar la postura en la Biblia y en la Historia de la Iglesia, intentamos siempre llegar a una conclusión imparcial, por lo cual usaremos solo la Biblia y el testimonio de algunos personajes históricos del calvinismo. 

 

Primeramente, decir que el temblar, o sacudirse, o caer al suelo, no es una «práctica», sino una manifestación corporal  que puede [o no] evidenciar una obra interna del espíritu.

 

No es una manifestación, como ya se dijo, del espíritu, sino una manifestación o reacción del cuerpo de la persona en la cual puede estar obrando el espíritu. Y en la Biblia hay mucha evidencia de ello, y sí, efectivamente, las emociones no están disociadas de las experiencias o manifestaciones físicas en la vida espiritual. Leamos lo que dice el teólogo calvinista Jonathan Edwards

 

De todos modos, en la iglesia primitiva, no solo los creyentes temblaban, sino los edificios también: Cuando hubieron orado, EL LUGAR EN QUE ESTABAN CONGREGADOS TEMBLÓ [Hechos 4:31]  a la presencia de Yeho·váh tiembla la tierra [Sal 114:7] ¿es cosa increíble que un humano también tiemble ante esa presencia?

, ya hemos visto que tanto en el TANAKH. como en el BRIT HADASHAH hay casos de caídas al suelo.

 

Hay casos de grandes hombres de la historia que comentan sobre estas caídas o trances. Pues sí. 

 

Es bien sabido que en las predicaciones en el campo en plena naturaleza de George Whitfield, las personas se estremecían, temblaban, gritaban y caían como muertas al suelo. Como dijo Martyn Lloyd-Jones de él: «los hombres quedaban aterrorizados, asustados y en agonía de alma cuando lo oían» La primera vez que predicó en una iglesia, hubo una queja formal de que «15 personas enloquecieron al escuchar el sermón» [Martyn Lloyd-Jones – Conferencia: Calvino y Whitefield]

 

El mismo Whitefield escribía en sus diarios personales: 

 

«¡Oh, ¡cuántas lágrimas se derramaron en medio de fuertes clamores por el amor del querido Señor Jesús! Algunos desfallecían y cuando recobraban las fuerzas, al escucharme volvían a desfallecer. Otros gritaban como quien siente el ansia de la muerte. Y después de acabar el último discurso, yo mismo me sentí tan vencido por el amor de Dios, que casi me quedé sin vida… La Palabra era más cortante que una espada de dos filos, y los gritos y gemidos tocaban al corazón más endurecido. ... otros se retorcían las manos, llenos de angustia; otros más cayeron de rodillas al suelo, mientras que otros tenían que ser sostenidos por sus amigos para no caer. La mayor parte del público levantaba los ojos a los cielos, clamando y pidiendo misericordia de Dios.» [George Whitefield – Biografía de Grandes Cristianos – Orlando Boyer]

 

Podríamos mencionar a otro calvinista famoso, el misionero David Brainerd, quien en su diario personal nos narra el siguiente suceso: 

 

«Una joven india, que, según creo, nunca había sabido que tenía alma, ni había pensado en cosa semejante, al oír que había algo extraño entre los indios, vino, según parece, para averiguar la cosa… y cuando le dije que en aquel momento tenía intención de ir a predicar a los indios, se puso a reír y pareció burlarse; pero sin embargo, se fue a donde ellos estaban.

 

No había avanzado mucho en mi mensaje público antes de que ella misma sintiera de modo efectivo que tenía alma; y antes de haber concluido mi plática, se sentía reargüida de su pecado y de miseria, y tan afligida en la preocupación por la salvación de su alma, que parecía que la hubieran atravesado con un dardo, y lloraba en alta voz incesantemente. No podía sostenerse de pie ni sentada, y tenían que sujetarla. Después que hubo terminado el servicio público se tiró al suelo, orando con fervor, y no hacía caso de nada, ni contestaba a nadie que le hablara… Ella siguió diciendo esto incesantemente durante horas. Este fue verdaderamente un día sorprendente del poder de Dios, y me pareció bastante para convencer a un ateo de la verdad, importancia y poder de la Palabra de Dios.»  [Diario Personal de David Brainerd – Agosto 1745]

 

David Brainerd

Veamos ahora lo que pasó en LOS AVIVAMIENTOS DE LOS PURITANOS. En el valle de Dedham, allá por el siglo XVII, había un predicador puritano llamado John Rogers, hombre lleno del Espíritu de tal manera que las personas decían 

 

“Vamos a Dedham para conseguir un poco de fuego”.  

 

Thomas Goodwin, que fue a ver aquello, relató que 

 

«… la gente estaba en general inundada con sus propias lágrimas; y él mismo, cuando salió y fue a tomar el caballo para irse, tuvo que colgarse un cuarto de hora sobre el cuello de su caballo llorando, antes de que él tuviera fuerza para montar, una muy extraña impresión estaba allí en él y generalmente sobre la gente» [Iain Murray – La Esperanza Puritana]

 

 

EL MOVIENTO DE LOS PURITANOS

 

Otro puritano, Robert Fleming, nos narra que sucedía en aquellos avivamientos: 

“Aquí debo dar un ejemplo muy solemne de la comunicación extraordinaria del Espíritu, que sucedió aproximadamente en 1625 en el oeste de Escocia, mientras que ardía la persecución de la iglesia por parte del partido Prelático; la chusma profana de la época llamó a esto la enfermedad del Stewarton, sucedió primero en esa parroquia, pero después a través de gran parte de ese país, particularmente en Irvine, adscrito al Ministerio del famoso Señor Dickson, donde se puede decir fue más notable, (tanto que diversos ministros y cristianos todavía vivos pueden ser testigos) que durante un tiempo considerable, pocos días de reposo pasaron sin algunos evidentemente convertidos y algunas pruebas convincentes del poder de Dios acompañando a su Palabra; sí, que muchos eran tan sofocados y tomados por el corazón, y a través del temor del Espíritu en tal medida convencidos de pecado, que al escuchar la Palabra caían y eran cargados fuera de la iglesia, y después demostraban ser los más sólidos y vivos cristianos… Verdaderamente, esta gran marea, que puedo llamar tan del Evangelio…  avanzaba de un lugar a otro, lo cual puso un brillo maravilloso en estas partes del país, esto trajo el deseo a muchas otras partes del país para ver la misma verdad.”  [Iain Murray – La Esperanza Puritana]

 

Podríamos mencionar multitud de casos a través de la Historia de la Iglesia y de los avivamientos, donde el temblar, el estremecerse, o el caer al suelo formaban parte de las manifestaciones físicas normales que se producían por la abrumadora presencia divina y la predicación poderosa del Evangelio; pero creemos que con los mencionados serán suficientes para las mentes y corazones sinceros.

 

Los que si creemos en los avivamientos del espíritu no hemos inventado nada extraño, simplemente creemos en lo que a través de los siglos la comunidad del amor piadoso ha experimentado en sus avivamientos.

 

JOHN ELIOT

 

Será un puritano inglés, John Eliot (1604-1690), quien se reconocería como el primer misionero entre los amerindios. Viajó a Nueva Inglaterra [1] el año 1631 realizando una traducción de la Biblia al idioma amerindio de la zona[2].

 

No obstante, la entrada de la iglesia inglesa se consolida el año 1607, con la primera colonia inglesa en Jamestown, Virginia. Eliot daría estabilidad a la obra misionera con una educación formativa que ayudase a cambiar al ciudadano, para vivir como ciudadanos con una moral cristiana. Fundaría la escuela, que sigue existiendo actualmente, conociéndose como «La Escuela Latina de Roxbury», en Boston, Massachusetts (1645), lugar en el que murió. En esta escuela, Eliot fue también profesor. La visión del misionero que se recogería en esta escuela es: «capacitar [a los estudiantes] para el servicio público tanto en la iglesia como en la comunidad».

 

 AVIVAMIENTO PURITANO EN EL NUEVO MUNDO

 Serían los PURITANOS que por primera vez celebrarían, un año después, en 1621 el «Thanksgiven Day», dando gracias a Dios por la cosecha[5]  Pero la costumbre ahora es dar gracias a Dios por todo lo recibido durante el año. Hay iglesias en Europa, que, por influencia de misioneros o familias americanas, también lo están incorporando en sus actividades, invitando a la congregación a tener un día especial de acción de gracias donde hay cantos y avivamiento espiritual del fuego sagrado

 

No obstante, y pasado casi un siglo, sería necesario que se dieran nuevos despertares, pues, tristemente la dinámica casi es cíclica, en el sentido de que la iglesia como institución después de un tiempo bendecido puede acomodarse y quedarse dormida en su bienestar. Como comenta Deiros: «Hacia fines del siglo XVII la situación del cristianismo en Inglaterra era en general deprimente, tanto en la Iglesia establecida como entre los disidentes. Hacía falta un avivamiento y este vino a partir de 1738, con el más grande de todos los movimientos evangélicos: el avivamiento metodista».  

          

El metodismo, con sus precursores John Wesley y su hermano Charles buscarían que la Iglesia Anglicana estuviera más cerca del Evangelio, procurando distancia con las estructuras romanistas. Todos estos movimientos entendían que la renovación debería ser algo constante, y aún con diferentes énfasis doctrinales[7] destacaría la importancia del estudio de la Biblia, la oración y la implicación de la fe con las necesidades sociales. Se reclamaba una fe genuina.

 

Después de que John Wesley tuviera una experiencia misionera fallida en Georgia, escribía lo siguiente:

 

Yo fui a América a convertir a los indios. Mas ¿quién me convertirá a mí? ¿Quién me librará de este corazón perverso e incrédulo? Tengo una hermosa religión de verano. Puedo hablar de ella. Hasta puedo creer en ella mientras está lejos el peligro, pero luego que la muerte me mira cara a cara, mi espíritu se acobarda. Yo no puedo exclamar: “Para mí el morir es ganancia”.

 

 

Siguiendo con la historia del avivamiento en América, hay que decir que en los EEUU es muy especial el «Día de Acción de Gracias», o «Thanksgiving Day» en inglés, lo que también nos ilustra este impulso misionero en tiempo de avivamiento y despertar espiritual. Se relaciona con el protestantismo cercano a la Reforma, porque este día de «Acción de Gracias» tiene su origen con la llegada del barco de May Flowers, que después de varios intentos salió de Plymouth, Inglaterra, el día 6 de septiembre de 1620. Aquí embarcó un buen grupo de protestantes PURITANOS con sus familias, huyendo de la persecución religiosa. Esto se debía a que la Iglesia Anglicana, más institucional y sacramentalista, no permitía la radicalidad de estos en cuanto a vivir más estrictamente las enseñanzas del evangelio, motivo por el que marcharon al Nuevo Mundo. Llegarían a Massachusetts el 11 de noviembre de 1620.

 

 

 

EL AVIVAMIENTO DE LOS CUÁQUEROS

 

El verdadero nombre es la Sociedad Religiosa de los Amigos o Iglesia de los Amigos, generalmente conocida como los amigos, es una comunidad religiosa disidente de origen cristiano evangélica, fundada en Inglaterra por George Fox (1624-1691). Aunque ellos mismos se llamaron «amigos», el pueblo los llamó quakers o «tembladores» (quake significa «temblor» en inglés). Tal vez en alusión a la instrucción dada por George Fox a sus seguidores de «TEMBLAD EN EL NOMBRE DEL SEÑOR», y también puede corresponder a la experiencia de quienes temblaban cuando eran «movidos» por el Espíritu Santo. La expresión Quaker en español se traduce como «cuáquero».

Se extendieron en Estados Unidos por las actividades de William Penn, especialmente en el estado de Pensilvana. No tienen un credo oficial, y los cuáqueros pueden llegar a tener creencias diversas, en diferentes países y a escala nacional. A pesar de eso, son considerados una de las iglesias históricamente pacifistas.

 

 

Los cuáqueros y su sacerdocio real

 

pertenecen a un conjunto de confesiones históricamente cristianas protestantes. Los miembros de estos movimientos están generalmente unidos por la creencia en la capacidad de cada ser humano para experimentar la luz interior o ver "la de Dios en cada persona". Muchos  profesan un sacerdocio de todos los creyentes inspirado en “el Sacerdocio real” de la Primera Epístola de Pedro (1 Pedro 2:9).  Entre los cuáqueros se incluyen personas que tienen comprensiones del cristianismo evangélicas, de santidad, liberales o cuáqueras tradicionales. También existen algunos cuáqueros no teístas, cuya práctica espiritual no se basa en la existencia de Dios. En diferentes grados, los Amigos evitan los credos y las estructuras jerárquicas.

 

 

Algunos de los primeros ministros cuáqueros eran mujeres. Basaban su mensaje en la creencia de que "Cristo ha venido a enseñar a su pueblo en persona", enfatizando las relaciones directas con el Padre a través de Su Hijol y la creencia directa en el sacerdocio universal de todos los creyentes. Esta experiencia religiosa personal del Cristo se adquiría mediante la experiencia directa y la lectura y el estudio de la Biblia. Los cuáqueros centraban su vida privada en una conducta y una forma de hablar que reflejaran la pureza emocional y la luz del Padre, con el objetivo de alcanzar la perfección cristiana.

 

Alrededor del 89% de los cuáqueros de todo el mundo pertenecen a ramas "evangélicas" y "programadas", que celebran servicios con cantos y un mensaje bíblico preparado y coordinado por un pastor. Un 11% practica el culto en espera, o culto no programado (comúnmente llamado Reunión para Culto), donde el orden no planificado del servicio es principalmente silencioso y puede incluir un ministerio vocal no preparado de parte de los presentes. Algunas reuniones de ambos tipos cuentan con la presencia de ministros Registrados, Amigos reconocidos por su don de ministerio vocal.

 

Por supuesto que el mero hecho de temblar, o el caerse en un culto no significa que sean obra divina, y también es cierto que algunos predicadores han hecho de esto un circo, pero que un extremo no nos haga huir hacia el otro extremo. Evidentemente muchas personas tienen la costumbre de tirarse hacia atrás cada vez que alguien les impone las manos, pero para eso hay solución: avíseles, antes de imponerle las manos, que no habrá nadie detrás para sostenerlas cuando caigan, y que el suelo es bastante duro; y así usted comprobará como la mayoría de los que suelen caerse ya no lo harán.

 

Pero no dudamos que muchas de estas manifestaciones físicas genuinas no son anti-bíblicas, por el contrario, tienen todo el respaldo de las Escrituras y de la Historia de la Iglesia del Avivamiento como vemos.

 

El Avivamiento Wesleyano

El denominado movimiento metodista tiene sus orígenes en Inglaterra, cuando un grupo de cristianos encabezados por John Wesley, su hermano más joven Charles Wesley y George Whitefield buscaban la forma de renovar la Iglesia de Inglaterra en el siglo XVIII, por medio de un estudio centrado en la Biblia, un acercamiento metódico a las Escrituras y la relación e impacto de estos con la vida cotidiana del creyente.

 

El término «metodista» fue surgiendo como un apodo universitario usado inicialmente con tintes peyorativos para designar al pequeño grupo de estudiantes de Oxford que estuvo reuniéndose entre 1729 y 1735 con fines de crecimiento y edificación personales en la vida cristiana. Ellos se reunían cada semana, ayunaban regularmente y se abstenían de casi toda forma de entretenimiento y lujo. También visitaban con frecuencia a pobres, enfermos y presos.

 

John Wesley dejó en claro que sus motivos estaban enfocados a la edificación y maduración en la fe cristiana; y de ninguna forma tenía tintes de buscar la fundación de una nueva denominación cristiana, cosa que, contra sus deseos, fue ocurriendo. Al respecto Wesley declaró:

 

 

Desearía que el nombre 'metodista' nunca vuelva a ser mencionado otra vez, sino que se perdiera en el eterno olvido.

 

Los primeros metodistas reaccionaron contra lo que ellos percibían como apatía de la Iglesia de Inglaterra, empezaron a predicar al aire libre y a establecer sociedades metodistas por doquier. Sobresalieron por sus entusiastas sermones y fueron acusados a menudo de fanatismo. En aquellos días, miembros de la iglesia establecida temieron que las nuevas y pujantes doctrinas propuestas por los metodistas, tales como la necesidad de un Nuevo Nacimiento salvación por gracia, la Justificación por la Fe, y la acción constante y sostenida del Espíritu Santo sobre el alma de los creyentes para Perfeccionar y Santificar sus vidas, producirían efectos perjudiciales sobre las mentes ingenuas. Theophilus Evans, uno de los primeros críticos del movimiento, incluso escribió que era "tendencia natural de su comportamiento la de enloquecer a la gente, mediante la voz, el gesto y las expresiones horribles".

 

En uno de sus escritos, William Hogarth ataca asimismo a los metodistas tildándolos de "entusiastas" llenos de "credulidad, superstición y fanatismo". Pero los metodistas resistieron los numerosos ataques contra su movimiento. (véase John Wesley y George Whitefield para una discusión mucho más completa del Metodismo primigenio).

 

John Wesley tuvo influencias de los Hermanos de Moravia y del teólogo holandés Jacobo Arminio, mientras que Whitefield adoptó puntos de vista más próximos al Calvinismo. Por eso, los seguidores de Whitefield se separaron convirtiéndose en Metodistas Calvinistas. No obstante, la mayoría de las denominaciones metodistas han seguido a Wesley en cuanto a su teología arminiana. 

 

 

 

 

EL AVIVAMIENTO IRLANDES (1858-1859)

 

 

4 jóvenes irlandeses sintieron en sus corazones una carga por la salvación de las almas. Creyeron en el poder de la oración y se reunieron para orar por un avivamiento. La historia de Jorge Müller quien por medio de la oración sostuvo su gran orfanato en Bristol, Inglaterra, avivó la fe de los jóvenes. Comenzaron a creer que Elohím también haría grandes cosas como respuesta a sus oraciones.

 

Otras personas que anhelaban ver un avivamiento se reunieron con este grupo. Luego vieron algunas conversiones definitivas como contestación a su intercesión. Enseguida les llegaron las noticias del gran avivamiento en los Estados Unidos bajo el ministerio de Charles Finney. Oyeron también que en Nueva York un gran número de hombres de negocio se reunía diariamente para orar y como Jacob, clamaron: “No te dejaré si no me bendices” y creyeron la palabra del Elohím en Mateo 18:19: “Si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieran, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”.

 

Cultos de oración se multiplicaron y hubo conversiones cada día. El avivamiento era como un fuego en el bosque, que es pequeño en el principio pero luego se convierte en un grande incendio que se riega por todos lados. El avivamiento comenzó en Conner y su vecindario en el año 1858. Durante el año 1859, las llamas se regaron por Antrim, Downs, Derry, Tyrone y otros condados del Ulster. De este año se recuerda como “el año glorioso de la gracia”.

 

Al paso que el avivamiento se adelantaba, ardía con ardor intenso. En Conner las conversiones eran del tipo calmado, pero en Ahoghill, Ballymena y otros lugares la gente pecadora caía botada en el suelo bajo sus cargas aplastadoras e inaguantables, quedándose a veces postradas durante algunos días. Algunos de repente se sintieron como traspasados por espada afilada, y sus gritos de extasis se oían hasta en la calle y en los campos. Un campesino regresando del mercado en Ballymena estaba pensando en las compras del día. Se detuvo en el camino para contar su dinero.

 

De repente una presencia asombrosa le rodeó. Sus únicos pensamientos eran de su estado pecaminoso. Se sintió como si estuviera parado al borde del mismo infierno. Botó su dinero y él mismo se cayó en el polvo del camino y a gritos, pidió misericordia.

 

En Coleraine hubo una maravillosa obra entre los niños. La bendición había llegado al pueblo y una mañana el maestro de la escuela se fijo en que un niño no pudo poner atención en sus lecciones. Cuidadosamente dio permiso para que un joven más grande que había encontrado paz con el Señor, condujera al muchacho a su casa. Yéndose por el camino, pasaron por una casa desocupada y dispusieron entrar en ella para orar. Al arrodillarse, la carga dolorosa se le quitó del corazón del niño. Se puso de pie en arrebato de gozo.

 

Juntos regresaron a la escuela. El niño ya perdonado y rebosando de alegría, corriendo, se le acercó al maestro y con rostro resplandeciente exclamó: “¡Estoy muy feliz! ¡Tengo al Señor  en mi corazón!” El efecto de sus palabras sencillas, era muy grande. Uno tras otro, muchos de los alumnos se levantaron y salieron del aula. El maestro salió detrás de ellos y los encontró arrodillados al pie del muro que rodeaba el campo de juego. Pronto sus oraciones silenciosas prorrumpieron en gritos agonizantes. Los pocos alumnos que habían quedado en la clase, oyeron sus oraciones y por medio de ellas, Dios tocó fuertemente sus corazones. Cayeron de rodillas y comenzaron a orar. Las niñas en el segundo nivel al oír sus gritos, también cayeron de rodillas en éxtasis y sus clamores se oyeron hasta en la calle.

 

Vecinos y peatones acudieron a la escuela y al no más cruzar el umbral de la puerta, fueron golpeados por fortísima conmoción. Cada aula de la escuela se llenó con hombres y mujeres que buscaban al Señor. Mandaron a llamar a los pastores de las iglesias, quienes durante el día entero orientaron a los buscadores. La escuela se convirtió en “la casa de Dios” y “la mera puerta de los cielos”.

 

El avivamiento llegó a Belfast. De repente los pastores que habían trabajado vanamente durante años, se hallaron rodeados por almas atormentadas por sus pecados, clamando por la Palabra.

 

El despertar que resultó, era sobresaliente. Era el más grande que Irlanda había visto durante muchas generaciones. Visitas llegaron de muchos países para ver el avivamiento. Las iglesias se llenaron y rebosaron. Los corazones de los pastores cantaron por gozo al ver que los pecadores agonizando por el estado triste de sus almas, prorrumpían en alegría estática al encontrar perdón y paz y enseguida salían con rostro resplandeciente a contar las buenas nuevas a los demás.

 

Como cosa frecuente de los grandes avivamientos, los nuevos convertidos llevaron el fuego a otros pueblos y ciudades. Un ministro de Coleraine cuenta cómo llegó el avivamiento a su pueblo. Se había anunciado un culto al aire libre en la plaza de Fairhill. Dos de los nuevos convertidos de un lugar a 8 o 10 millas al sur, iban a dar sus testimonios. Era una hermosa tarde. Ni una nube oscurecía el cielo.

 

Poco después de las 7, grandes multitudes del pueblo y del campo venían de todos lados y llenaban la plaza, apretándose alrededor de la plataforma para poder escuchar los testimonios. Después de cantar y orar, un joven y un hombre de edad mediana, dieron mensajes cortos en que contaron detalladamente su propio despertamiento y exhortaron a los pecadores a rendirse a Cristo. A la media hora se dieron cuenta de que ni la mitad de la grande concurrencia podía oír las voces de los mensajeros. Se dispuso dividir a la multitud en grupos pequeños para que los ministros del Señor presentes pudieran predicarles. Así se formaron 3 o 4 congregaciones. La atención de los oyentes era sobresaliente a pesar de que los predicadores después contaron que sus mensajes habían sido muy sencillos. Casi al momento en que el último predicador finalizó su mensaje, se oyó un grito del grupo al lado de la plaza. Pasados unos diez minutos, gritos iguales salieron de cada uno de los grupos.

 

Las multitudes se asombraron al ver personas postradas en el suelo o sostenidas en los brazos de amigos y familiares, pidiendo en voz alta misericordia de parte del Señor. Un pastor en su esfuerzo de calmar a un pobre joven le preguntó: “¿Por que lloras?” La respuesta era una gran voz que decía: “¡Mis pecados! ¡Mis pecados! Señor Jesús, ten piedad de mi pobre alma. ¡Oh, Jesús, ven!” La misma cosa resultó por todos lados. Ningún consuelo hubo para los afligidos hasta sentir que el Señor les había perdonado.

 

El avivamiento que brotó en la plaza, luego se regó a las casas, y durante toda la noche los pastores fueron llamados de casa en casa para orar con las pobres gentes. El nuevo amanecer halló a los ministros todavía trabajando con las almas.

 

Uno que estuvo en el avivamiento de Ballymena, contó que el despertar principió a principios de verano, cuando en Irlanda el anochecer era muy tarde y el amanecer era muy temprano. Muchas veces la gente amanecía en cultos que se habían prolongado toda la noche. Las iglesias se llenaron de gente y casi todas las familias de pueblo celebraban sus propios cultos familiares. Una parte de la hora del almuerzo generalmente se pasó en cantos, alabanzas y oraciones que se oían por todos lados. Miles de tratados fueron repartidos y fueron recibidos y leídos con gusto por la gente hambrienta de saber las cosas de Dios. Biblias que habían sido abandonadas por mucho tiempo, fueron sacadas y fueron leídas con gran hambre.

 

El avivamiento no era simplemente un tiempo de grande emoción. La obra del Espíritu era profunda y duradera. John Stuart contó lo siguiente acerca de la obra del avivamiento en un lugar no muy lejos de Coleraine: “Jamás se ha visto un verano como el que acaba de pasar; jamás un otoño; y nunca un invierno como este que acabamos de vivir. Centenas de almas han sido convertidas a Dios; algunos fueron postrados por el Espíritu que les sobrevino como ‘ un viento recio que soplaba’; otros fueron convencidos y convertidos mientras que el Espíritu les hablaba en ‘silbo apacible y delicado’.”

 

“El primer efecto del avivamiento era un ‘temor que lleno a todos’. Enseguida todas las iglesias se llenaron hasta la asfixia y tuvimos que salir al campo libre para declarar el mensaje de misericordia a las multitudes de los hambrientos y sedientos.”

 

“Bancas en las iglesias, antes vacías, se llenaron y los pasillos no alcanzaron para la gente de a pie. Gran trabajo pastoral me tocó. Las almas llegaron a las iglesias solamente para lograr algo del pan de vida. Los domingos eran días de dulce refrigerio y todas las noches entre la semana ‘los que temían a Yehováh hablaron cada uno a su compañero; y Yehováh escuchó y oyó’ y ‘el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos’. De los que fueron convertidos en mi pueblecito – aproximadamente 200 en total – no conozco ni a uno que se volvió atrás”.

 

 

 

HISTORIA DEL AVIVAMIENTO MODERNO EN AMÉRICA

En las recién colonizadas tierras del Oeste norteamericano, grupos de cristianos evangélicos comenzaron a predicar al crisol de culturas que comenzaban a formar la forma de ser estadounidense. Muy poco tenía que ver el Oeste y Centro del país con la sofisticada sociedad del Este, más influida por las modas filosóficas de Europa. La voz de John Morgan en su famoso libro La Santidad Aceptable a Dios, fue una de las primeras en hablar de la necesidad de un nuevo avivamiento centrado en el espíritu. El famoso Scotfield también habló del creciente interés de su generación por el espíritu Santo. De personas como ellos y otros muchos, nació el movimiento  avivacionista del espíritu pentecostés. El pentecostalismo histórico fue el resultado de la unión de tres cosas: Sencillez, igualdad y alegría. Los bautismos del espíritu se dieron durante toda la historia de la Iglesia, pero en la 2ª mitad del siglo XIX, comenzó a suceder mucho más a menudo. Casos en Inglaterra, Carolina del Norte o la India, fueron los antecedentes de la famosa madrugada del 31 de diciembre de 1900.

 

Chales F. Parham, por entonces un ministro metodista y un ferviente avivador del espíritu y sus manifestaciones, dirigía un sencillo instituto bíblico en Topeka, Kansas.  Desde el comienzo de la escuela hasta el final del año, el alumnado se había comprometido a orar las 24 horas en la "Torre de Oración" de la escuela, y los estudiantes tenían guardias de tres horas. A veces también pasaban noches enteras en oración allí. Un estudiante afirmó que: Se pasaba mucho tiempo en oración todos los días y todo el tiempo.

 

Y otro dijo: Pasamos cada momento libre en oración audible o silenciosa, en canto o simplemente esperando en Él... La presencia del Señor era muy real.

 

En aquel modesto lugar en el que se enseñaba a 40 alumnos se derramó el bautismo del espíritu sobre una mujer de 30 años  llamada Agnes Ozman.  Fue el 1 de enero de 1901, nuevamente en oración, la presencia del Señor estaba con los estudiantes “de manera marcada”. Por la noche se dijo que “el espíritu de oración” estaba sobre ellos, y casi a las 11:00 pm. Agnes Ozman se sintió impulsada a pedir que se le impusieran las manos para que “ella pudiera recibir el don del Espíritu Santo”. Mientras los estudiantes hacían esto, “el espíritu cayó”.

 

En las últimas semanas, los estudiantes estaban profundizando en el libro de Hechos y quisieron experimentar la misma promesa que casi 2000 años antes había tenido los primeros cristianos y para ello se reunieron en vigilia la última noche del año. El movimiento se extendió como el fuego en un caluroso medio día de verano. Kansas, Missouri y Texas fueron los primeros en experimentar el avivamiento pentecostal moderno.

 

La iglesia por antonomasia del avivamiento sería la de la calle Azusa, en un modestísimo barrio de Los Ángeles. El supervisor de la iglesia nazarena William J. Seymour, nieto de esclavos, pastoreaba la primera iglesia en experimentar un gran avivamiento pentecostal, que sacudió la ciudad e hizo que la prensa de todo el país se interesara por ellos.

 

HISTORIA DE LA IGLESIA DEL AVIVAMIENTO EN SUDÁFRICA

 

Hablar de la historia del Avivamiento en Sud-África es hablar de la Misión de Fe Apostólica de Sudáfrica ( AFM ) la iglesia clásica pentecostalista de Sud-África. Comprenden una confraternidad de 23 iglesias nacionales de AFM.

 

Tiene sus raíces en la calle Azusa de la que hablamos en este estudio. En las enseñanzas del Movimiento de Santidad de Andrew Murray y las enseñanzas de John Alexander Dowie.

 

Historia temprana: 1908-1912

John G. Lake y Thomas Hezmalhach después de que establecieron la Misión de Fe Apostólica en Sudáfrica. Hezmalhalch fue el primer presidente y Lake fue su sucesor.

 

Si bien la Misión de Fe Apostólica fue fundada en 1908 y el pentecostalismo traído a Sudáfrica por misioneros estadounidenses, varios factores ayudaron a crear un clima favorable para que el movimiento pentecostal se extendiera en el país. Primero, los avivamientos en la Iglesia Reformada Holandesa en Sudáfrica (RDC) en 1860, 1874 y 1884 se caracterizaron por una profunda convicción de pecado seguida de conversión, oración ferviente y algún fenómeno extático. Así, en 1908, algunos miembros más antiguos de la República Democrática del Congo estaban familiarizados y abiertos al pentecostalismo. En segundo lugar, el ministro reformado holandés Andrew Murray fue un destacado maestro de santidad y ayudó a crear un clima de avivamiento. Un tercer factor fueron las iglesias sionistas, dirigidas por John Alexander Dowie deZion City, Illinois  Estados Unidos.

 

En mayo de 1908, 5 misioneros estadounidenses, John G. Lake y Thomas Hezmalhalch , junto con sus mujeres, y A. Lehman, llegaron a Sudáfrica desde Indianápolis. Lake y Hezmalhalch tenían vínculos con Zion City de Dowie y habían sido bautizados en el Espíritu Santo en Azusa Street Mission en Los Ángeles. Sin embargo, a pesar de estas influencias, los misioneros no tenían afiliación organizativa. Al llegar a Pretoria , Lake sintió que el Espíritu Santo lo estaba guiando a Johannesburgo, porque no encontraron puertas abiertas en Pretoria. En Johannesburgo, la Sra. Goodenough los conoció y los invitó a quedarse en su casa. Ella fue testigo de que el Espíritu Santo la había enviado a la estación de tren para encontrarse con los misioneros estadounidenses. Comenzaron a ministrar por primera vez en un salón de alquiler en Doornfontein, un suburbio de Johannesburgo, el 25 de mayo de 1908. Los servicios consistían en un grupo racial mixto, y muchos de los que asistieron a los primeros servicios eran sionistas pro Israel.  Los misioneros se mudaron al Tabernáculo Central, Bree Street, Johannesburgo a medida que crecía el joven movimiento pentecostal. Fue allí donde se desarrolló la Misión de Fe Apostólica, inicialmente como un comité que se reunió por primera vez en septiembre de 1908. Sin embargo, no se registró como entidad legal hasta 1913.

En 1909, se había extendido a la colonia del río Orange . En Sudáfrica, como en Azusa Street, el movimiento fue inicialmente multirracial y atrajo tanto a los boers como a los negros. Se expandió rápidamente entre los trabajadores agrícolas africanos en Orange River Colony y Wakkerstroom , donde las creencias pentecostales en la curación divina a través de la oración lo habrían convertido en una alternativa atractiva sobre el sanamiento y purificación del templo del cuerpo. [Lake se puso en contacto con los sionistas de Wakkerstroom dirigidos por Pieter Louis Le Roux , y muchos sionistas se unieron a la Misión de Fe Apostólica. 

 

También hubo interacción con otras iglesias, como el movimiento Plymouth Brethren and International Holiness, que a menudo resultó en que individuos o congregaciones enteras se unieran a la AFM. La mayoría de los conversos de AFM, sin embargo, provenían de las iglesias reformadas holandesas.

 

A medida que la AFM adoptó el enfoque de "iglesias hijas" para las misiones de las iglesias reformadas holandesas, finalmente la AFM se dividió en 4 grupos principales: la iglesia madre blanca, una iglesia hija negra grande, una iglesia hija de color y una iglesia hija india.

 

1913-1969: Divisiones, institucionalización, alojamiento

 

El regreso de Lake y Hezmalhalch a Estados Unidos fue un importante punto de inflexión para la AFM. Le Roux fue elegido presidente en 1913, cargo que ocupó hasta 1943. Durante su liderazgo, la AFM se distanció del movimiento sionista negro con sus tabús y vestimenta distintivos y comenzó a mirar hacia la herencia y la respetabilidad reformadas holandesas. Durante su liderazgo, una gran parte de la circunscripción africana de la AFM se retiró en 1919. Otro cisma ocurrió en 1928 cuando Maria Fraser llevó a varios miembros de la AFM a retirarse y formar la Misión Lluvia tardía en Sudáfrica . Ella y sus seguidores, conocidos como Blourokkies (Vestidos azules) para los vestidos usados por las adherentes femeninas, enfatizó la profecía inspirada por el Espíritu Santo y contribuyó a un nuevo énfasis en el trabajo y la presencia del Espíritu Santo en la iglesia y el ministerio.

 

 

LAS EMOCIONES Y EL ÉXTASIS DEL E.S.

 

Algunas personas condenan toda emoción fuerte. Albergan prejuicios en contra de todo el que tenga sentimientos poderosos y vivos acerca del Elohím y las cosas espirituales. Instantáneamente asumen que tales personas sufren engaño o posesión demoníaca.

 

Sin embargo, la iglesia del avivamiento tiene mucho que ver con nuestras emociones, se desprende que la abundancia del amor en la vida de una persona resultará en plenitud de emoción… Esto, pues, demuestra que la existencia de fuertes emociones religiosas no es necesariamente una señal de fanatismo sino de devoción y amor profundos.

 

El profeta Daniel tenía más experiencias físicas que cualquier creyente de hoy día:

Daniel 8:18,27 BTX4: 

 

"Mientras él hablaba conmigo, caí en un profundo adormecimiento con mi rostro en tierra, pero él me tocó y me hizo ponerme de pie...Y yo, Daniel, quedé quebrantado y estuve enfermo algunos días. Luego me levanté...".

 

Daniel 10:7-9,15-17 ... y NO QUEDÓ FUERZA EN MÍ, ANTES MI FUERZA SE CAMBIÓ EN DESFALLECIMIENTO, Y NO TUVE VIGOR ALGUNO. ... CAÍ SOBRE MI ROSTRO EN UN PROFUNDO SUEÑO...ME PUSE EN PIE TEMBLANDOcon la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.

 

¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. [RV-1960]

 

«Cuando recibimos al Espíritu Santo, las Escrituras dicen que somos bautizados en “Espíritu Santo y FUEGO” (Mateo 3:11).

 

Este “fuego” representa el intenso amor y las emociones santas que el Espíritu produce en ti haciendo que tu corazón arda dentro de ti (Lucas 24:32)… Elohím, quien nos creó, no solo nos ha dado emociones, sino que también ha hecho que sean muy directamente la causa de nuestras acciones… Afirmamos que jamás verdad espiritual alguna cambió la conducta o la actitud de una persona sin haber despertado sus emociones. Nunca un pecador deseó la salvación, ni un creyente despertó de frialdad espiritual, sin que la verdad hubiera afectado su corazón. ¡Así de importantes son las emociones!

 

 

Algunas veces puede suceder que cuando se está realizando la imposición de manos y el hermano supervisor  ora a tu favor  para consagrarte ministro diácono o diaconisa, puede que suceda avivamiento con arrobamiento y éxtasis, por eso en estos casos es bueno que estés en tu propio cuarto cerca de tu cama a fin de que el Fuego de E.S. intervenga más operativamente dentro de ti.

 

Algunas iglesias-hogares tienen colchonetas en el suelo  o camas adecuadas en su lugar de avivamiento para que los que caen en el éxtasis tengan mejor activación y no sientan el frió del suelo. En especial cuando hay niños o niñas en el éxtasis de avivación.

 

El profeta Ezequiel se quedó atónito por varios días:

 

Ezequiel 3:14,15 Me levantó, pues, el Espíritu, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, ...y ALLÍ PERMANECÍ 7 DÍAS ATÓNITO entre ellos. [RV-1960]

 

El apóstol Juan cayó como muerto ante la manifestación del Señor

 

Apocalipsis 1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies... [RV-1960]

 

Estos solo son unos pocos ejemplos de como no es nada satánico pero si bíblico el templar o caer al suelo ante el avivamiento de la Rúaj. 

 

 

Pablo no solo se cayó al suelo, sino que temblaba cuando tuvo su encuentro con El Altísimo.

 

"Mas yendo por el camino, aconteció que al acercarse a Daméseq, repentinamente   de YHVH lo rodeó un gran resplandor; y CAYENDO EN TIERRA, oyó una voz diciéndole: ¡Shaúl, Shaúl! ¿Por qué me persigues? Pero él preguntó: ¿Eres YHVH?  Pero él Señor le dijo: Soy Yeshúa, a quien tú persigues. [Es inútil que des coces contra el aguijón. El, temblando y con temor dijo: Señor, ¿qué quieres que haga? Y el Señor le dijo]: bien, levántate y entra en la ciudad, y YHVH te dirá lo que has de hacer" Hechos 9:3-6

 

Lo mismo le pasó al carcelero de Filipos, y no era miedo a lo humano pues antes había sacado la espada para quitarse la vida, era temblor ante lo sobrenatural que había acontecido,

 

Hechos 16:29-30 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, Y TEMBLANDO, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

 

 

BRASIL PUNTO CLAVE DEL AVIVAMIENTO

 

 En el artículo “Pioneros del Pentecostés” decía que desde el primer avivamiento ocurrido en el día de Pentecostés en Jerusalén hasta el gran avivamiento de 1906 en la calle Azusa, todo creyente como “pionero del Pentecostés” tenía una característica en común: Era un creyente que tuvo fe, obedeció y ministró conforme a la última instrucción del Maestro cuando dijo: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”  Y como en el primer Pentecostés en Jerusalén, los que vinieron de los 4 puntos cardinales de la tierra, una vez que recibieron con el Bautismo del Espíritu Santo el poder, la unción, la pasión por los perdidos, volvieron a sus lugares de origen, no sólo transformados en predicadores del evangelio de salvación, sino también en proclamadores del poder pentecostal. 

 

En América Latina cada país tiene su propia historia de cómo llegó el pentecostalismo, pero todas tienen un punto en común: El pentecostalismo fue introducido por hombres y mujeres transformados por el poder del Bautismo en el Espíritu Santo.

 

¿CÓMO COMENZÓ EL AVIVAMIENTO EN BRASIL?

Veamos algo de la historia:

 

 

EL AVIVAMIENTO DEL BRASIL

 

Daniel Berg y Gunnar Vingren, ambos naturales de Suecia, aunque de ciudades diferentes, fueron llamados para convertirse en “pioneros del Pentecostés”.  Fueron a la ciudad de Pará, en la provincia de Belén en Brasil

 

El Pastor Vingren. Nació el 8 de agosto de 1897, en la ciudad de Ostra Husby en Suecia. Luisa Jeter de Walker narra en el Tomo 3 de su libro Siembra y Cosecha que, aunque desde niño hasta su edad adulta fue movido por un espíritu misionero, en 1901 “por inspiración del Espíritu Santo una señora le dijo al Pastor Vingren que el Señor lo iba a enviar al campo misionero, pero primero debía ser revestido de poder.”

 

No fue sino hasta 1909, cuando asistía a unas conferencias en la Primera Iglesia Bautista Sueca en Chicago, que recibió el bautismo con el Espíritu Santo y recibió el llamado para ir a Pará en Brasil. Viajó hasta allá con Daniel Berg, en 1910.  En 1995 se informó que habían 20.000.000 de miembros de las Asambleias de Deus en Brasil.

 

 

Las iglesias de Avivamiento en Brasil están creciendo y un gran número de jóvenes está alimentando un movimiento de avivamiento apasionado que se está derramando en las calles.

 

que el creciente renacimiento en Brasil no se trata de personalidades.

 

Brasil es la 5ª nación más grande del mundo y ya tiene al menos un 22% de cristianos evangélicos. Es la base de cientos de organizaciones misioneras. Y los guías de avivamiento en Brasil creen que pronto superarán a los Estados Unidos como la principal nación misionera emisora del mundo en el siglo XXI.

 

Un avivador joven dice:

 

“Cuando comenzó a llover, los jóvenes comenzaron a danzar, y literalmente se podía sentir el estadio temblando”, “Cuando los brasileños adoran, no hay un ojo seco en el lugar. Ellos vibran y se estremecen en los cultos”.

 

el avivamiento de Brasil tiene algunas características únicas, que incluyen:

 

—Adoración profunda y sincera. “Las canciones que cantan en Brasil son como himnos, capturan tu corazón. Y la gente se salva solo de escuchar la música.

 

Un movimiento bien conocido como Ceu Na Terra (Cielo en la Tierra) está transformando barrios enteros. Los jóvenes se aventuran en las calles para predicar, adorar y orar por las personas, e incluso llevan su mensaje dentro de los clubes nocturnos. “Muchos de los clubes nocturnos se han convertido en lugares de estudio bíblico oración y avivamiento del templo del cuerpo”,

 

—Los bautistas están completamente abiertos al Espíritu Santo. En Brasil, “Bapticostal” es una norma. Los bautistas que abrazan los dones del Espíritu Santo son conocidos como “bautistas renovados”, y sus iglesias han crecido potencialmente.

 

Al final los asistentes en Brasil a los cultos de avivamiento se descalzan y son  levantaron al cielo, prometiendo ante Dios descalzo que llevarán el evangelio a las naciones. “El fuego del Espíritu Santo ya estaba ardiendo aquí”. El E.S. hace avivar el fuego en los cuerpos o templos de los brasileños o exportan a otros ese fuego.

 

En los encuentros en Brasil para el avivamiento son irrepetibles. Cada uno es diferente y lleno de significado, nuevas vidas llenan los cuerpos para la Gloria Eterna.

 

 

Después de 100 años del Avivamiento en la Calla Azusa, ¿será que las iglesias del avivamiento están clamando para una nueva oleada de avivamiento de parte del Señor en la forma de producir más almas?

 

¿Debemos preocuparnos que en muchas congregaciones pentecostales no se haga mucho énfasis en el bautismo en el E.S., resultando que cada día el porcentaje de miembros bautizados en el poder del E.S. sea cada vez sea menor?  ¿Debemos preocuparnos que ya no se haga mucho énfasis en que se ejerzan los dones, ni que se hagan maravillas, señales y milagros en el Nombre de Jesucristo?  

 

¿Seguimos pensando que los dones han cesado y nos olvidamos de lo que el Señor aún está por realizar dentro de nosotros mismos? ¿Debemos preocuparnos que muchas congregaciones estén tan ensimismadas en apacentarse a ellas mismas, que se pierde la compasión por los perdidos y no se haga mucho énfasis en emprender la evangelización y la obra misional?

 

Estas preguntas deben preocuparnos porque son precisamente estos énfasis los que en el pasado han movido al Señor a conceder a sus siervos que, con todo denuedo, hablen su palabra, mientras extiende Su mano para que se hagan sanidades y milagros mediante el nombre de Su Santo Hijo Yeshúa (Jesús). ¡Qué suba otra vez un clamor de su Iglesia como fue registrado en Hechos 4: 29:31, y que seamos  llenos de su E.S.!

 

 

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