LA MUJER DE LAS 12 ESTRELLAS

 

16-01-2024 y ampliado el 16-04-2024

En colaboración con nuestra amada hermana Angélica L.

 

I.                         “UNA MUJER VESTIDA DEL SOL”

 

La mujer en Ap. 12 es hermosamente descrita en una ANTÍTESIS a la gran ramera de Ap. 17:4, la cual simboliza a los imperios del mundo en contra de Dios, tales como: Babilonia, Roma, y el sistema mundial del anticristo en el fin del tiempo.

 

Esta mujer SIMBÓLICA se esta cumpliendo en nuestra era al final de los tiempos.

 

 

Por primera vez el shaliaj Yojanán contempla a una mujer en el cielo. (Apocalipsis 1:1.) ¿Qué simboliza? En las profecías inspiradas, a veces las mujeres representan a organizaciones que están “casadas” con personajes sobresalientes. En la Escritura Hebrea o Tanaj se decía que Israel era una esposa de YHWH haElohím. (Jeremías 3:14.) En las Escrituras Nazarenas se dice que la iglesia-hogar de creyentes es la novia O MUJER del Mesías. (Ap 21:9-14.)

 

La mujer que Yojanán ve aquí también está casada con alguien, y en su gestación está a punto de dar a luz. ¿Quién es su esposo? Pues bien, más tarde su hijo es “arrebatado hacia YHVH”. (Ap 12:5.) Así YHVH indica que ha generado a este hijo. Por eso, la mujer que Yojanán ve tiene que ser una mujer simbólica de YHVH.

 

 

En Isaías 54:5,13 se indica sobre esta mujer simbólica que: “Todos tus hijos serán personas enseñadas por YHWH”. Yeshúa citó esta profecía y mostró que estos hijos eran sus talmidím fieles, quienes después formaron la iglesia-hogar de creyentes nazarenos. (Juan 6:44, 45.) Por eso, somos  hijos del Elohím Eterno, también somos hijos de la Mujer de YHWH, El Israel fiel. (Romanos 8:14.)

 

El apóstol Pablo añade el punto que completa el cuadro cuando dice: “La Yerushaláyim de arriba es libre, y ella es nuestra madre”. (Gálatas 4:26.) Por consiguiente, la “mujer” que vio Yojanán es “la Yerushaláyim de arriba o celestial” que ha dado el fruto dentro y fuera de la iglesia-hogar mediante tener hijos e hijas literales físicamente y espiritualmente al proclamar el Evangelio del Reino, es decir, somos todos los discípulos amados fieles en este tiempo del fin.

 

 

Puesto que Pablo dijo que estaba “arriba”, y Yojanán la ve en el cielo, es obvio que es muy probable que se refiera a una posición elevada o exaltada. Sabemos que la “Nueva Yerushaláyim” es la Novia de Mesías, la iglesia-hogar (Apocalipsis 21:2.) Notemos que la coronan 12 estrellas. El número 12 se asocia con lo completo en un marco organizativo. Por eso, parece que estas 12 estrellas indican que ella está organizada, tal como la antigua Yerushaláyim lo era en la Tierra pero representaba a todo Israel. La Yerushaláyim de arriba puede que incluya además todas las criaturas celestes que representan al Israel del Elohím que actúa como la Mujer de YHVH, tanto en servirle como en darle descendencia o hijos e hijas.

 

¿Estamos nosotros involucrados en darle a YHVH descendencia?

 

Pues si, en efecto esto lo hacemos mediante:

 

1. producir simiente del reino en perspectiva procreando nuevas criaturas físicas por fecundación en cumplimiento del mandato de Génesis 1:28 y

 

2. mediante el fruto de labios al predicar externamente el Evangelio del Reino a otras personas y atraerlas a la iglesia-hogar. ¡Nuestro fruto externo e interno es del agrado del Elohím!

 

Apocalipsis 12 nos dice que esta “mujer” es protegida por Dios en varias ocasiones, especialmente a medida que el establecimiento de “el reino de nuestro Dios” en la Tierra se acerca (vv. 6, 14-16, 10).

 

En el Nuevo Pacto, el símbolo de la mujer representa, como ya se dijo, a la Iglesia-hogar, cuyos miembros se comparan con vírgenes (Mateo 25:1-13; Apocalipsis 14:4; 19:7). La Iglesia también recibe el nombre de “Israel de Di-s” y “la Jerusalén de arriba”, que es “madre de todos nosotros”, y los miembros son “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Di-s” (Gálatas 6:16; 4:26; Hebreos 12:22-23; 1 Pedro 2:9).

 

 

De hecho, cuando Cristo regrese, se casará con la Iglesia-hogar y esta pasará a ser “su esposa” (Apocalipsis 19:7). En otras palabras, la mujer de Apocalipsis 12 representa al pueblo de YHVH. (Apocalipsis 17:1 también utiliza la imagen de una mujer mala —“la gran ramera”— para describir a una iglesia falsa que engaña a muchos.)

 

ESQUEMA DEL RESUMEN:

 

 

Ha habido 2 teorías en relación a las imágenes presentadas por Juan:

 

1.      Génesis 3, donde hay una mujer, una serpiente y un niño

 

2.      Fuertes alusiones a “dar a luz” en el A.T. (ver Is. 26:17-18 en la LXX y en Is. 66:7-13)

 

 

Israel es descrito como una mujer dando a luz (ver Mi. 4:10), por lo tanto, aquí en los profetas la mujer representa al verdadero pueblo kadosh el Israel del Elohím (ver Ap. 12:1-6), pero en Ap. 12:13-17 ella será el pueblo del Elohím del N.T. huyendo de la ira del dragón rojo. Para otras teorías vea a Alan Johnson en Apocalipsis, págs. 117-119.

 

 

En su libro Answers to Questions, F. F. Bruce dice:

 

“De la mujer, pienso de ella como la comunidad mesiánica, o el ‘Israel de Dios’, especialmente como se manifiesta localmente en la iglesia ... madre por excelencia;…el ‘remanente de su semilla’ serán los cristianos en otras partes del mundo, el blanco del ataque en 13:7” (pág. 140).

 

 

            En New Bible Commentary, George R. Beasley-Murray, dice:

 

“Las personas religiosas del mundo Antiguo hubieran visto en la mujer estando en parto a una diosa coronada con las doce estrellas del zodiaco; un judío la habría interpretado como Madre Sion (ver Is. 26:16; 27:1; 49:14-25; 54:1-8; 66:7-9), pero para Juan ella representaba la “Madre” de la comunidad mesiánica, el pueblo de fe de Dios de los pactos antiguo y nuevo” (pág. 1441).

 

 

II.    “DOCE ESTRELLAS”

 

Aquí nuevamente nuestras presuposiciones manejan la interpretación.

 

1.      Si es una figura del A.T., entonces se refiere a las 12 tribus judías

 

2.      Si es literatura apocalíptica intertestamentaria, se refiere a las señales del zodiaco

 

3.      Si es del N.T. se refiere a los 12 Apóstoles

 

 

 

12 es el número simbólico regular para organización.

 

Sin embargo, el significado del capítulo 12 no está condicionado a la correcta identificación del simbolismo que Yojanán usó, sino a la verdad central del contexto. Este principio debe mantenerse. Por lo tanto, no debemos, por lo tanto:

 

 

1.      Forzar los detalles

 

2.   Escoger algunas cosas literalmente y algunas cosas simbólicamente.

 

3. Ni debemos forzar nuestras interpretaciones a nuestro contexto histórico o para que se ajusten a las doctrinas interpretativas.

 

 

Por supuesto, existen muchas interpretaciones en los círculos cristianos que no se ajustan enteramente a la creencia nazarena que hoy creemos y que hemos expuesto en este estudio, pero creemos que también es necesario mostrarse con algunas imágenes que exponemos arriba.

 

 

 

 

¿Qué representan  el niño varón y el dragón?

 

“dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones” y que “fue arrebatado para Di-s y para su trono”. Claramente, este niño parece que representa el reino mesiánico en las manos de Yeshúa-Mesías.

 

Cristo nació del pueblo de Israel, fue llevado al cielo en una nube después de su resurrección y, como indica la profecía, es quien herirá “a las naciones, y él las regirá con vara de hierro” (Hechos 1:9-11; Apocalipsis 19:5).

 

Sin embargo, hay que decir que esta profecía de la mujer que da a luz vestida de sol y con corona de 12 estrellas es para la época de los días finales, para el tiempo del fin o "últimos días" antes de la inmediata 2ª venida del Cristo" (Apo 1:1,2).

 

Si esto es así quiere decir que para los "últimos días"  la mujer simbólica o entre la Iglesia Nazarena del Amor de hermanos y hermanas redimidos se dará a luz un "niño".

 

El dragón

 

El tercer símbolo de Apocalipsis 12 es “un gran dragón escarlata” cuya “cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo” y que “se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese” (vv. 3-4). El versículo 9 nos dice claramente que este dragón es “la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero”.

 

Al parecer, la “tercera parte de las estrellas del cielo” que el dragón arrastra representa a los ángeles que lo apoyaron en su rebelión contra Di-s. Otras escrituras confirman que las estrellas representan ángeles (Apocalipsis 1:20).

 

Mucho tiempo atrás, Satanás lideró una rebelión contra Di-s para levantar su propio trono “en lo alto, junto a las estrellas de Di-s... y [ser] semejante al Altísimo” (Isaías 14:13-14). Al ser derrotado, comenzó su papel como “la serpiente antigua [aquella que tentó a Eva en el jardín de Edén], que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9; énfasis añadido). 

 

Así como Di-s tiene ministros de justicia, Satanás tiene “ministros” espirituales que parecen buenos pero nos incitan a pecar constantemente (2 Corintios 11:15). Estos ministros son los ángeles caídos o demonios “que no guardaron su dignidad” y que Di-s ha “guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 1:6).

 

Apocalipsis 12:3-17 es un breve recuento de cómo Satanás ha intentado frustrar el plan de Di-s para la humanidad, que consiste en llevar al hombre a la gloria y hacerlo parte de su familia eterna. En sus esfuerzos, reclutó a la tercera parte de los ángeles para luchar contra Di-s y tratar de ser como Él, en primer lugar intentó matar al futuro Mesías recien engendrado en el vientre de Miryam cuando aun era bebé (Mateo 2:13-18), ha engañado al mundo entero y persigue al pueblo de Di-s. Analicemos punto por punto lo que Apocalipsis 12 revela al respecto.

 

El  niño varón

 

En Apocalipsis 12:4 vemos que “el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese”. A primera vista, parece ser una referencia histórica al intento del rey Herodes de matar a Yeshúa ordenando la muerte de todo varón de dos años o menor que viviese en Belén o sus alrededores (Mateo 2:13-18). Pero al tener un cumplimiento apocalíptico en los días finales, todos nos preguntamos: ¿tiene una aplicación superior en estos "últimos días" o "tiempo del fin" que estamos viviendo?...

 

Si la tiene, este niño que es engendrado de entre la Iglesia-hogar es arrebatado al Elohím. El tiempo nos dirá como será esta fecundación en la "mujer simbólica" y que niño nacerá.

 

IV. “Ella dio a luz un hijo varón, que pastoreará con

vara de hierro a todas las naciones” (v. 5a):

 

Dios necesita que ese niño  derrote a Su enemigo y traiga Su reino, a fin de que Su propósito eterno se lleve a cabo (v. 10; Ef. 3:11; 2 Ti. 1:9).

Debido a que la iglesia apóstata no ha podido cumplir el propósito divino, Di-s escogerá a este "niño" para llevar a cabo Su propósito y cumplirán Sus Planes; en esto consiste el principio del hijo varón (Ap. 12:11; 2:7, 11, 17, 26-28; 3:5, 12, 20-21).

 

La Iglesia Nazarena del Amor  en su Amor engendra ese "niño" de entre el pueblo y  pelea la batalla por Elohím y trae el reino de Di-s a la tierra (Ef. 6:10-11; Ap. 12:10).

 

La simiente de la mujer mencionada en Apocalipsis 12  es el Cuerpo de Cristo (Colosenses 1:18) no es el Cristo individual, sino un " nuevo ser" gestado en el vientre del Cuerpo o Iglesia Nazarena del Amor.

 

Es digno de notar que en la Biblioteca de Trapani en Palermo, Sicilia, hay un apócrifo donde se indica este nacimiento del hijo del Mesías que acontecería en los "últimos días" . "Este bebé del Mesías nacido del Cuerpo o Iglesia Nazarena, revela Su nombre y es testigo de todo lo que creó el Padre Eterno". 

 

Por cierto, Satanás siempre persiguió a la descendencia de la Mujer simbólica. Poco antes de comenzar su ministerio, “Yeshúa fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”, quien le ofreció “todos los reinos del mundo” a cambio de que lo adorase en lugar de a Di-s (Mateo 4:1, 8). El Mesías, por supuesto, no accedió.

 

Más tarde, cuando el ministerio de Yeshúa se había cumplido y era hora de dar su vida por los pecados de la humanidad, Satanás apareció nuevamente para poner “en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase” (Juan 13:2). Si bien la muerte del Mesías es parte del plan de salvación de Di-s para la humanidad, Satanás claramente tuvo mucho que ver.

 

Tal como Génesis 3:15 profetizó, habría una “enemistad” continua entre la serpiente (Satanás), la mujer (el pueblo de Di-s) y su “simiente” (Mesías). Sin embargo, mientras que Satanás sólo podría “herir” el talón de Cristo al influenciar al traidor que lo entregó, Cristo “hirió” su cabeza resistiendo la tentación y ganando el derecho de quitarle el gobierno de este mundo.

 

¿Por qué tanto esfuerzo para destruir a Cristo entonces? Porque si lograba hacerlo caer, no hubiera habido un Salvador perfecto que pudiera pagar la pena por los pecados de la humanidad y el plan de Di-s no se hubiera llevado a cabo. Sin un salvador, no habría perdón de pecados para la humanidad y nadie podría llegar a ser parte de la familia eterna de Di-s.

 

 

El dragón y el pueblo de Dios

 

Además de intentar destruir a Yeshúa-Mesías, Satanás ha atacado al pueblo de Di-s continuamente a través de la historia —en especial a la Iglesia-hogar (representada por la mujer en la última parte de Apocalipsis 12). A pesar de la intensa persecución que la Iglesia del Nuevo Testamento sufrió desde sus comienzos, Di-s protegió a la mujer haciéndola huir “al desierto, donde tiene lugar preparado por Di-s, para que allí la sustenten por 1260 días” (v. 6).

 

Estos “mil doscientos sesenta días” representan 1.260 años durante los cuales Di-s protegió a la Iglesia-hogar de sus enemigos, incluyendo el Imperio romano y el cristianismo falso (Números 14:34 y Ezequiel 4:6 respaldan el paralelo bíblico entre días y años). Este período probablemente abarcó la época de la Edad Media con periodos de máxima persecución como la cruzada contra nuestros hermanos los albigenses o los cátaros (ver CÁTAROS en esta misma web).

 

Luego, Apocalipsis 12:7-9 nos habla de “una gran batalla en el cielo” entre Satanás y sus demonios y Miguel y sus ángeles, tras la cual no “se halló ya lugar para ellos [Satanás y sus demonios] en el cielo” y fueron arrojados a la tierra. Esta batalla es posterior a la rebelión inicial de Satanás, la cual creemos que ocurrió mucho antes del nacimiento de Cristo (v. 4).

 

El contexto y la importancia de este enfrentamiento son revelados en los versículos 7-9; más adelante, el versículo 10 nos dice que se trata de una señal de la venida de “el reino de nuestro Di-s, y la autoridad de su Cristo”. Antes de esta batalla, Satanás podía subir al trono de Di-s para acusar a su pueblo, pero él y sus ángeles perdieron esta posibilidad y ahora están encerrados en la Tierra (Job 1:6-7; 2:1-2).

 

“Sabiendo que tiene poco tiempo” antes de que Cristo regrese a la tierra y establezca el Reino de Dios, Satanás siente “gran ira” y dirige sus ataques contra la mujer, el pueblo de Di-s actual (v. 13) Satán no desea que este "niño" salga a la luz en los "últimos días".

 

Pero Di-s no dejará que Satanás destruya a su Iglesia-hogar. Como Cristo dijo, “las puertas del Hades [la tumba] no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Eventualmente, Di-s le dará “las 2s alas de la gran águila [la llevará a salvo]” y la llevará “a su lugar”, donde será protegida de la serpiente durante “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo [al parecer, 3, 1/2 años]” (Apocalipsis 12:14).

 

Cuando esto suceda, Satanás arrojará “de su boca… agua como un río” —que probablemente representa ejércitos o propaganda maliciosa (consulte Isaías 59:19; Jeremías 46:7-8)— para destruir a la mujer, pero no tendrá éxito (vv. 15-16).

 

Entonces, Satanás hará “guerra contra el resto de la descendencia de ella [la mujer], los que Guardan los Mandamientos de Di-s (la ley del Shabbat Kadosh y también del resto de 10 Mandamientos) y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). Este pasaje parece indicar que, si bien algunos de los miembros de la Iglesia-hogar de Di-s serán protegidos de la ira de Satanás antes del regreso del Cristo, no todos lo serán. Habrá quienes no vayan al lugar de protección y deban demostrar su lealtad a Di-s el Padre y Yeshúa-Mesías a pesar de ser intensamente perseguidos por Satanás.

 

El dragón y usted

 

El odio de Satanás no es sólo contra Mesías y la Iglesia-hogar Nazarena del Amor; también lo odia a usted y hará todo lo posible por impedir que ame y obedezca a Di-s. ¿Por qué? Porque, aparentemente, él sabe que Di-s creó al ser humano con el potencial de llegar a ser mayor de lo que fue (Hebreos 2:6-8).

 

En su mente enferma y retorcida, Satanás se ha declarado enemigo de todo el que quiera amar y obedecer al Padre celestial. Es por esto que Pedro nos aconseja: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).

 

Como Pablo lo revela, es el diablo — “el dios de este siglo”— quien ha “cubierto” (escondido) el evangelio de la verdad y ha cegado la mente de los incrédulos (2 Corintios 4:3-4). Pero afortunadamente, Mesías tiene el poder para abrir nuestro entendimiento a la Palabra Divina (2 Corintios 3:14).

 

 

 

 

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