LOS FALSOS MAESTROS

 

24-02-2024

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, negando aun al Amo que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos irán tras las lascivias de ellos, por causa de los cuales será difamado el camino de la Verdad.” (2 PEDRO 2:1,2. BTX4ª)

 

Pero también Judas escribió: “Porque han entrado disimuladamente ciertos hombres impíos (destinados desde antiguo para esta sentencia), los cuales convierten en lascivia la gracia de nuestro DIOS, y niegan a JESUCRISTO, nuestro único Soberano y Señor. ” Judas 1:4 BTX4ª

 

¡QUÉ asombroso! ¡Falsos maestros en la iglesia creyente del Mesías del Siglo I d.C.! (Mateo 7:15; Hechos 20:29, 30.)

Tal como lo fue Kefas (Pedro), Yehudah (Judas), el medio hermano de Yeshúa, era consciente de la  presencia de falsos maestros, falsos pastores, falsos profetas y falsos ungidos (mesías). Dijo que había querido escribir a sus compañeros de creencia “acerca de la salvación que tenemos en comunión”, pero explicó: “Se me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe”. ¿Por qué cambió Judas de tema? Porque, dijo, “…son hombres impíos, que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje y niegan al único Soberano y Señor nuestro, Jesucristo.”. (Judas 1:4 RVA 1989.)

 

Al parecer, Judas escribió su carta poco después de escribir Pedro su segunda carta, la cual debía conocer bien. Expresó muchas ideas comparables en su convincente carta de exhortación. De modo que al examinar el capítulo 2 de 2ª de Pedro, observaremos las similitudes con la carta de Judas.

 

Después de instar a sus hermanos a prestar atención a la profecía, Pedro dice: “Y hubo también pseudoprofetas en el pueblo; como también en vosotros habrá pseudomaestros; los cuales subintroducirán sectas de perdición, y, del que les compró dueño, renegando, atrayendo sobre sí rápida perdición. Y muchos irán en pos de las lascivias de ellos; por quienes el camino de la verdad blasfemado será”. (2 Pedro 2:1,2. Versión Jüneman) El pueblo de YHVH de tiempos antiguos fue recipiente de la profecía verdadera, pero también tuvo que enfrentarse a las enseñanzas corrompidas de los falsos profetas. (Jeremías 6:13, 14; 28:1-3, 15.) “También en los profetas de Yerushalayim he visto cosas horribles, mientras cometían adulterio.  y caminaron en mentiras, y fortalecieron las manos de muchos, que ellos no debían regresar de su camino perverso. Para mí todos se han convertido como Sedom, sus habitantes como Amora." (Jeremías 23:14. Biblia Kadosh o de Diego Ascunce)

 

Pedro dice con referencia a lo que harían los falsos maestros en la iglesia: “introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción.”. (2 Pedro 2:1 NBJ) El producto final de este sectarismo del siglo primero es la CRISTIANDAD tal como la conocemos hoy en día. Sin duda a la cabeza de ella se encuentra la curia de purpurados y el papado del catolicismo romano. Aunque por ende, abarca muchas más personalidades y religiones “cristianas” que aún conservan herejías y falsedades.  Pedro muestra por qué tienen bien merecida la destrucción los falsos maestros: “Y muchos irán tras las lascivias de ellos, por causa de los cuales será difamado el camino de la Verdad”. (2 Pedro 2:2. BTX4ª)

 

Debido a la influencia de los falsos maestros, muchos creyentes de las iglesias-hogar se envolverían en “lascivias”. La palabra griega denota libertinaje, desenfreno, indecencia, orgías lujuriosas. Pedro había dicho antes que los creyentes habían “habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. (2 Pedro 1:4 BTX4ª) Pero algunos iban a volver a aquella corrupción, de lo que serían responsables en buena medida los falsos morím o maestros de las asambleas supuestamente de YAHWEH. De este modo se desprestigiaría el camino de la verdad. ¡Qué triste! Nunca debemos olvidar que nuestra conducta puede traer alabanza a YHVH El Elohím y a su pueblo nazareno o, por el contrario, oprobio. (Cf. Proverbios 27:11; Romanos 2:24.)

 

Se introducen herejías

¿Qué motiva a los falsos morím o maestros, a los falsos roehím o pastores y los falsos neviím o profetas de la actualidad y cómo intentan conseguir lo que quieren?

 

Es conveniente observar cómo introducen los falsos morím su pensar corrupto. Pedro dice 1º que lo hacen calladamente, de manera sigilosa, sutil. Luego añade (2:3): “y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras manipuladas”. El deseo avaricioso motiva a los falsos maestros, como lo pone de relieve la traducción de la Biblia de las Américas: “Llevados por la codicia buscarán aprovecharse de ustedes con palabras engañosas”. De manera similar la Nueva Biblia Española dice: “Llevados de la codicia, os explotarán con discursos artificiosos”. (2 Pedro 2:1, 3.) Los dichos de los falsos morím pueden parecerle plausibles al que no está alerta en sentido espiritual, pero esas palabras están cuidadosamente pensadas para “aprovecharse” de la gente, seduciéndola a fin de conseguir los objetivos egoístas de los engañadores, que generalmente es: “dinero, dinero y + dinero”. Lo que ellos frecuentemente llaman “la doctrina de la prosperidad”.

 

¿Qué razonamiento torcido afectó a algunos de los primeros creyentes? b) Según Judas, ¿Qué hacían algunos miembros de la iglesia?

Un comentarista bíblico dice que “hubo en la Iglesia quienes pervirtieron la doctrina de la gracia”, es decir, la “bondad inmerecida”. (Efesios 1:5-7.) Según él, algunos argumentaban del siguiente modo: “¿Dices que la gracia de Dios es suficientemente amplia para cubrir todo pecado? [...] Entonces sigamos pecando, pues la gracia de Dios puede borrar todo pecado. De hecho, cuanto más pequemos, más oportunidad de manifestarse tendrá la gracia de Dios”. Y para seguir pecando dice además: “No estamos ya bajo Ley sino bajo la ley del Cristo? Como si la Ley del Cristo fuese algo distinta de la Torá. ¡Es demencial! ¿Has oído alguna vez un razonamiento más retorcido que este?

 

El shaliaj Shaúl de Tarso más conocido como el apóstol Pablo refutó el modo de pensar equivocado sobre la misericordia divina cuando preguntó: “¿Permanezcamos en el pecado para que abunde la gracia?”. También preguntó: “¿Cometeremos un pecado porque no estamos bajo Ley, sino bajo gracia?”. A ambas preguntas contestó con un enfático: “¡Jamás suceda eso!”. (Romanos 6:1, 2, 15.) Está claro que, como observa Judas, algunos tornaban “la gracia o bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para libertinaje”. Sin embargo, Pedro indica que para estos ‘la destrucción no descansa’. (Judas 4; 2 Pedro 2:3.)

 

Ejemplos amonestadores

A fin de recalcar que El Elohím tomará medidas contra los malhechores perversos, Kefas o Pedro suministra 3 ejemplos bíblicos amonestadores. Primero, escribe: “pues si DIOS no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al Tártaro los entregó a cadenas de oscuridad, reservados hasta el juicio” (2 Pedro 2:4 BTX4ª). Estos, dice Judas, “Y a los ángeles que no guardaron su estado original, sino que abandonaron su propia morada, los ha mantenido bajo oscuridad, en prisiones eternas hasta el juicio del gran día” (Judas 1:6 BTX4ª). Sabemos muy bien que estos ángeles (extraterrestres) vinieron al planeta Tierra antes del Diluvio y transformaron sus cuerpos en cuerpos humanos para tener relaciones sexuales con las humanas (Ver tema HIBRIDADIONES EXTRATERRESTRES 1). Aquello era una unión sexual de 2 especies diferentes contra la propia naturaleza divina de los Elohím y como castigo, se les arrojó al “Tártaro”, o como dice el relato de Judas, YHVH “los ha reservado bajo tinieblas en prisiones eternas para el juicio del gran día”. (Judas 6 RVR 1989; Génesis 6:1-3.)

 

Este “Tártaro” es un estado “…bajo  oscuridad”  El  termino  Tartarus  (no  es  empleado  en  Judas  pero si está presente en 2 Pedro 2:4) Primeramente fue empleado el término en la mitología griega de mantenimiento del lugar de los titanes, gigantes medio divinos/medio humanos. En esto cabe la interpretación  angélica  de  Génesis 6  donde el Libro de  I  Enoch  describe  la  nueva  morada  de estos  ángeles rebeldes (ver  I Enoch 10:5,12) como  valles de  oscuridad eterna. Cuan diferente del brillo celestial (esplendor). Los rabinos dividían el Sheol en “Paraiso” (para los rectos) y Tartarus (para los impios). El término “Abismo” (ver Lc  8:3;  Apo.9:1;  11:7;  20:3)  es  sinónimo  con  las  metáforas  de  la  oscuridad empleado en v.13b. “prisiones eternas” Esto literalmente es “en cadenas.” Las cadenas son usadas en los ángeles en I Enoch y Satanás está encadenado   con una “gran cadena”. Apo 20:1-2. El término “eterna” podría significar “poderoso,” “adecuado,” “seguro” no literalmente eterno en sentido de tiempo, porque estos ángeles  son  solo  atados  hasta  el  Día  del  Juicio,  cuando  otros  medios  de encarcelación  sean  empleados  (ver  Apo.20:10,  14-15).  El  punto  es,  algunos están prisioneros ahora para controlar asi sus actos malvados.

 

Después, Pedro se refiere a la gente de los días de Nóaj (Noé) haciendo referencia al Génesis 7:17-24 diciendo: “y del antiguo mundo no perdonó sino a Noé, al octavo, al que guardó como pregonero de justicia, trayendo un diluvio sobre un mundo de impíos”. Finalmente, escribe: “y condenó a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a cenizas con destrucción, poniéndolas como ejemplo para los que iban a vivir impíamente” (2 Pedro 2:5,6 BTX4ª). Judas nos indica además: “así como a Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales, de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, sirven como ejemplo al sufrir un castigo de fuego eterno”. (Judas 1:7 BTX4ª.) Los extraterrestres “ángeles” (los elohím) no solo tenían relaciones sexuales ilícitas con las mujeres terrestres, sino que deseaban con lujuria la carne de otros hombres y posiblemente incluso la carne de animales produciendo nuevas razas híbridas de múltiples especies. (Cf. Génesis 19:4, 5; Levítico 18:22-25.)

 

Ahora bien, Pedro dice al mismo tiempo que YHVH recompensa a los que le sirven fielmente. Por ejemplo, explica en cuanto al Elohím: “sino a Noé, al octavo, al que guardó como pregonero de justicia, trayendo un diluvio sobre un mundo de impíos”. También cuenta que YHVH libró “pero libró al justo Lot, abrumado por la conducta lasciva de los pervertidos,  (porque este justo, que vivía entre ellos, día tras día atormentaba su alma justa por los hechos inicuos de lo que veía y escuchaba); sabe el Señor rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”. (2 Pedro 2:5, 7-9. BTX4ª)

 

¿Quiénes especialmente están reservados para el juicio, y a qué clase de sueños parece ser que se entregan?

Pedro señala en particular a los que están reservados especialmente para el juicio divino, a saber: “especialmente a los que andan en pos de la carne en lujurias inmundas, y desprecian el Señorío; atrevidos, arrogantes que no temen cuando blasfeman a las glorias” (2 Pedro 2:10 BTX4ª) Judas escribe: “De la misma manera, no obstante, también estos que tienen visiones, contaminan la carne, y rechazan la autoridad blasfemando de las potestades superiores.” (Judas 1:8 BTX4ª.) Es posible que sus visiones tuvieran que ver con fantasías sexuales impuras que desataban su deseo de gratificación sexual inmoral. Ahora bien, ¿en qué sentido “rechazan la autoridad” y “blasfeman de las potestades superiores”.

 

Estos  falsos  maestros  menospreciaban  toda  autoridad,  terrenal  y  celestial (ángeles). Ellos  eran  antinomianos  libertinos.  Ellos  se  ponían  a  sí  mismos  y  sus  deseos primero que al Elohím, ángeles, autoridades civiles y guías de la iglesia-hogar, tanto hombres como mujeres (diaconisas)

 

Los guías nazarenos y nazarenas representan al Abbá Eterno YHVH y a su Hijo, tienen “autoridad” porque en cierta medida se les confiere cierta medida de potestad. Es verdad que cometen errores, como también los cometió Pedro, pero las Escrituras instan a los hermanos y hermanas de la iglesia-hogar que son sumisos a los guías. (Hebreos 13:17.) Sus deficiencias no son razón para hablar injuriosamente de ellos. Kefas dice que “especialmente a los que andan en pos de la carne en lujurias inmundas, y desprecian el Señorío; atrevidos, arrogantes que no temen cuando blasfeman de las potestades superiores,  donde los ángeles, mayores en fuerza y poder, no llevan ante el Señor acusación injuriosa contra ellos. Pero estos, como animales irracionales, por naturaleza nacidos para presa y destrucción, blasfemando de lo que ignoran, también serán destruidos con la destrucción de aquéllos, sufriendo el mal como pago de la injusticia; teniendo por placer el libertinaje a pleno día, son inmundicias y manchas que se recrean en sus errores, mientras comen alegremente con vosotros” (2 Pedro 2:10-13 BTX4ª.)

 

¿Cómo es que “comen alegremente con vosotros”?

¿Cuáles son los métodos de los falsos maestros, y a quienes desean seducir?

 

Aunque estos hombres corruptos “consideran un placer vivir lujosamente durante el día” y “son manchas y tachas”, también actúan de manera taimada. Dice Pedro: “introducirán encubiertamente herejías destructoras”, usando “palabras manipuladas”, como mencionó Kefas con anterioridad. (2 Pedro 2:1, 3, 13.) De modo que quizá no desafíen abiertamente a los guías de la iglesia-hogar cuando estos defienden los mandamientos de la Torá y las Leyes que regulan la alimentación o las fiestas bíblicas, sino que busquen con descaro su propia gratificación sexual. Y Judas escribe: “Estos son escollos en vuestros ágapes, que comiendo con vosotros sin temor”. (Judas 1:12 BTX4ª.) Sí, tal como las rocas puntiagudas escondidas o escollos bajo agua pueden hacer pedazos el casco de un barco de modo que los confiados marineros se ahoguen, los falsos maestros estaban corrompiendo a los creyentes confiados, a quienes fingían hipócritamente amar en las fiestas de amor llamadas “ágapes”.

 

¿Qué eran los “ágapes”, y en qué situaciones comparables pueden actuar hoy las personas inmorales?¿En quiénes concentran su atención los falsos morím y pastores, y qué deben hacer los creyentes nazarenos verdaderos?

 

Estos “ágapes” eran al parecer ocasiones sociales en las que los hermanos nazarenos y nazarenas del siglo primero se reunían para comer juntos y disfrutar de compañerismo sano. Los hermanos y hermanas de hoy también nos reunimos socialmente en ocasiones, como en recepciones de boda o para merendar o pasar una noche de oración juntos. ¿Cómo podrían aprovechar los individuos corruptos estas ocasiones para seducir a sus víctimas? Pedro escribe: “Tienen ojos llenos de adulterio [...], y cautivan almas inconstantes”. Concentran el corazón “entrenado en la codicia” en aquellos que son inconstantes espiritualmente y que no han hecho la verdad totalmente suya. Por tanto, que nos sirva de advertencia lo que sucedió en tiempos de Kefas y estemos en guardia. Resistamos las insinuaciones impuras y no nos dejemos engañar por el encanto o atractivo físico de quien nos haga proposiciones inmorales. (2 Pedro 2:14 BTX4ª.)

 

Herejías destructoras

Los falsos maestros introducen herejías destructoras que destruyen al decir mentiras acerca de Yeshúa-Mesías y de Su obra por nosotros y en nosotros. Por medio de estas herejías la gente es lastimada y destruida. La herejía no es inofensiva.

Los falsos maestros niegan al Señor que los rescató. En esto, Kefas dice que por lo menos, ellos aparentan ser salvos, sino Pedro nunca diría que el Señor los rescató. Al mismo tiempo, son maestros falsos y destructivos.

 

Aun una persona que parezca tener un caminar piadoso y una relación con Yeshúa-Mesías (Jesucristo) puede traer herejías destructivas. A menudo, el peor daño es hecho por hombres buenos que enseñan mentiras. Sus mentiras son aceptadas mucho más fácilmente por el carácter de buen hombre.

 

Veamos una por ejemplo: Todos sabemos que Yeshúa indicó a sus talmidím o discípulos que comieran de su cuerpo y bebieran de su sangre simbólica para tener vida eterna. Dijo en Juan 6:51,53,54: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que Yo daré por la vida del mundo es mi carne…Así que JESÚS les dijo: De cierto, de cierto os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del Hombre y bebáis su sangre, no tenéis vida en vosotros…El que mastica mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día postrero.” Sin embargo, si un sistema religioso te prohíbe “comer y beber” de los emblemas de Cristo durante la conmemoración de su muerto indicándote que no tienes derecho alguno porque no eres “ungido” entonces quieren privarte del derecho de resurrección en el último día para vida eterna. Te hacen ver que hay dos esperanzas y que tu no formas parte de la esperanza celestial y no puedes comer el cuerpo ni beber la sangre. Te quieren obligar a aceptar que Juan 10:16 está hablando de un redil de otra ovejas que vivirían para siempre en la tierra y de que tu no irás al cielo. Pero no comprenden de que Yeshúa hablaba aquí de unas ovejas no judías que se unirían al redil judío para ser un solo rebaño bajo un solo pastor y de que el comer figurativamente de su cuerpo y beber figurativamente de su sangre es para obtener “Vida Eterna” no conseguir el cielo. Ese premio es algo que está en manos de YHVH no de nosotros. Pero si la esperanza de vida eterna allá donde Dios quiera.

 

Es clarísimo que Apocalipsis 19:1 dice: “Después de estas cosas oí lo que era como una voz fuerte de una gran muchedumbre en el cielo, que decía: “¡Aleluyah!  La salvación  y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios” Realmente este texto te enseña algo que tú ya crees ya en tu corazón ¿Quién puede arrebatarte esa esperanza de vida eterna? Los falsos maestros de hoy en día aunque se hagan llamar cristianos no lo son. Nota la admonición que te dan las Escrituras: “«la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos» (Judas 1:3).” No es lo que ellos quieran añadir fuera de la fe original como “otro Evangelio de Jesucristo”. Hay un trasfondo muy sutil en las doctrinas de los falsos maestros y es conseguir el dominio de los fieles y estar esclavizados sin poder pensar inteligentemente por uno mismo/a. Unos son “mesías (ungidos)” y tu no lo eres, debes obedecer a la clase “ungida”. Pero ¡Cuidado! Esto es una clara señal de que estamos viviendo en la época antes del fin. Dice Mateo 24:4 “…Porque  vendrán  muchos basándose  en   mi   nombre, diciendo: Yo  soy el Ungido; y a muchos extraviarán”

En el Mateo hebreo aquí se dice. Ani ha-Mashiaj (en singular) sin embargo al decir en griego polloi (muchos) puede ser  un colectivo que se arroga el título de “Ungido”. Es decir, lo que se indica que habría falsos mesías o “ungidos”. Un colectivo de personas que se atribuyeron para gobernar el título de “Ungido”. ¡Cuidado con esta herejía!

 

Los charlatanes

Un charlatán es la persona que usa el cristianismo como un medio de enriquecimiento personal. Pablo encargó a Timoteo estar en guardia contra esta clase de indivuos. «Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia» (1 Timoteo 6:3-5). El charlatán solo está interesado en la fe mesianística en la medida en que pueda llenar su billetera o cuenta bancaria. Utiliza su posición de liderazgo para beneficiarse de los recursos de los demás. Simón el Mago fue motivado por el amor al dinero cuando trató de comprar el poder del Espíritu Santo (Hechos 8:9-24). Desde él, el charlatán ha aparecido en muchas formas, siempre buscando prominencia en la Iglesia para vivir en la opulencia luciendo los mejores trajes y corbatas de seda, luciendo en sus dedos sus mejores anillos o mejores relojes. Cuando el Papa León X encargó a Tetzel vender indulgencias, las ganancias no solo financiaron la reconstrucción de la Basílica de San Pedro, sino también su lujoso estilo de vida. En la década de 1990, los tele-evangelistas modernos obtienen decenas de millones de dólares cada año explotando a los vulnerables y crédulos. Hoy mucha cantidad de telepredicadores/as pastores y pastoras y una gran cantidad de otros venden el evangelio de la prosperidad para enriquecerse con las “ofrendas” de sus seguidores o con las llamadas “donaciones voluntarias”.  Y aun otros prefieren cabalgar como Babilonia encima de la “Bestia” con tal de ser adjudicatarios de “supuestos privilegios religiosos” en forma de “Euros” del estado y no les importa poner demandas legales con el fin último de conseguir “el dinero” aun a costa de ir en contra de sus “doctrinas”.

 

Los profetas

Un profeta (heb: neví) afirma ser dotado por Dios para hablar revelación fresca aparte de las Escrituras, palabras nuevas y autoritativas de predicción, enseñanza, reprensión o aliento. Cuando en realidad, él es comisionado y autorizado por ha-Satán con el propósito de engañar y perturbar a la Iglesia-hogar nazarena del Mesías. Juan ofreció una advertencia urgente sobre él. «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo» (1 Juan 4:1 RV1960).

 

Los creyentes deben «probar los espíritus» para determinar si se originan con el Espíritu Santo o con un espíritu demoníaco. Más tarde, Juan declaró que Dios ha hablado de una forma completa y final en la Escritura y ofreció la advertencia más solemne contra cualquiera que afirme traer revelación igual o contraria a esta. «Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro; y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro» (Apocalipsis 22:18-19). El profeta aparece a lo largo de la historia de la Iglesia. Ya en el siglo II, Montano y sus discípulos afirmaban hablar en nombre del Espíritu Santo. En el siglo XIX, José Smith afirmó recibir el Libro de Mormón del ángel Moroni. Hoy en día, las emisoras de radio están repletas de personas que dicen hablar en el nombre de Dios a través del poder del Espíritu (Rúaj). Las profecías personales están a solo una llamada de distancia. La autora del libro cristiano más vendido de la década, afirma audazmente que su libro contiene las palabras mismas de Jesús. El profeta sigue hablando para llevar a la Iglesia por mal camino.

 

Los abusadores

Un  abusador usa su posición de liderazgo para aprovecharse de los demás. Por lo general, se aprovecha de ellos para alimentar su lujuria sexual, aunque también puede desear poder. Tanto Pedro como Judas estaban conscientes de la lujuria del abusador: «Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado» (2 Pedro 2:2). «Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo» (Judas 1:4). El abusador afirma que está cuidando almas, pero su verdadero interés son los cuerpos deslumbrantes. Se abre camino en la vida, la confianza, los hogares y las camas de las mujeres y hasta abusando de niños en su pederastia. Cuando no está persiguiendo el placer sexual ilícito, puede estar dominando a la gente para ganar poder, abusando de ellos en su camino hacia la prominencia. Él hace esto en el nombre del Ministerio, afirmando que posee unción divina. Utiliza y abusa de los demás para alimentar sus lujurias. Trágicamente, la historia de la fe cristiana cuenta con innumerables abusadores. Incluso en los primeros días de la Iglesia, había cultos sexuales y otras perversiones depravadas de la fe. Durante siglos, el papado fue poco más que una lucha de poder corrupto. Hoy parece que cada semana nos enteramos de otro líder u organizaciones religiosas que ha sido encontrado culpable de pecado sexual con hombres, mujeres o incluso niños. Aunque tratan por todos los medios posibles de no sacar a la luz “sus trapos sucios” “se les ve el plumero” incluso cuando entran como hackers en las redes sociales a fin de espiar “a sus hermanos” y controlar sus cuentas. Mientras tanto, escuchamos tristes historias de sobrevivientes que han sido abusados y desechados por líderes que anhelaban poder de dominio sobre la fe de ellos. Los abusadores continúan con su trabajo en la forma de “religiones de amplio arraigo en el país”.

 

Los sectarios

Un sectario es aquel que divide usando falsa doctrina para perturbar o destruir una Iglesia. Él divide alegremente a hermano contra hermano y hermana contra hermana. Judas advirtió acerca de él: «En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna» (Judas 1:18-21). El sectario está desprovisto del Espíritu Santo, cuyo primer fruto es el amor y cuya obra especial es mantener a los creyentes unidos en el vínculo de la paz (Gálatas 5:22, Efesios 4:3). Este falso maestro trae conflicto, no amor. Genera facciones, no unidad. Desea la discordia, no la armonía. Congregaciones y denominaciones a menudo han sido divididas por el divisor mientras promulga sus mentiras. A veces convierte una doctrina menor en marca de madurez cristiana, causando que surjan facciones dentro del cuerpo. Puede introducir astutamente doctrinas antibíblicas o puede socavar el liderazgo ordenado. Lo hace todo por la satisfacción perversa que resulta de la destrucción.

 

Los aduladores

Un adulador es el falso moré o maestro que no se preocupa por lo que Dios quiere, sino que por lo que los hombres desean. Él es el que agrada a los hombres más que a Dios. Pablo habló de él como en el cosquillea el oído: «Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos» (2 Timoteo 4:3-4). Un adulador anhela popularidad y elogios del mundo. Para mantener el respeto de sus seguidores, predica solo las partes de la Biblia que ellos consideran aceptables, para “caerte bien”. Por lo tanto, habla mucho de amor la felicidad el perdón, pero poco de pecado, mucho del Paraiso o el cielo, pero nada del castigo eterno. Solo les da lo que quieren oír. Él predica un evangelio parcial que no es Evangelio en absoluto. El adulador es tan antiguo como la Iglesia misma. En el siglo XIX, fue Henry Ward Beecher, y en el XX, fue Norman Vincent Peale y Robert Schuller. Hoy en día son los pastores de las Iglesias más grandes de Estados Unidos, quienes son conocidos tanto por su sonrisa de 10 y 10 que inspira confianza como por su mensaje superficial.  Predican un evangelio vacío a una congregación abarrotada. Como los falsos profetas de los días de Jeremías, él y los miles como él dicen: «‘Paz, paz, pero no hay paz» (Jeremías 6:14). Lo hay que dicen a los feligreses que YHVH perdona todo y que nosotros debemos también perdonar todo y a todos por muy mal que nos hagan. ¿Pero es esto realmente bíblico…? Ya sabes la respuesta.

 

Los especuladores

Finalmente, un especulador es el obsesionado con la novedad, la originalidad o la especulación. El autor de Hebreos advirtió a su Iglesia de estas «doctrinas diversas», mientras que Pablo le dijo a Timoteo que protegiera a la Iglesia contra cualquier «doctrina extraña» (Hebreos 13:9, 1 Timoteo 1:3). La enseñanza enfocada en la especulación desplaza la doctrina segura y firme de la Escritura. El especulador deja a un lado la mayor parte del contenido y el peso del énfasis de la Biblia para obsesionarse con asuntos que son triviales o novedosos. Se cansa de las antiguas verdades y persigue la respetabilidad a través de la originalidad. Hoy, como en todas las épocas, el especulador se obsesiona con el fin de los tiempos, y de alguna manera sus predicciones fallidas no disuaden ni a sí mismo ni a sus seguidores. El especulador se ve oscureciendo el mensaje claro de la Escritura para buscar códigos ocultos en ella. A veces se planta en el mundo académico, donde una de sus últimas obras maestras es un Dios reimaginado incapaz de ver y conocer el futuro. Bien calificó Pablo al especulador como un charlatán irreverente que siempre busca contradecir (1 Timoteo 6:20-21).

 

CONCLUSIÓN

Los embajadores más grandes de Satanás no son proxenetas, políticos o agentes de poder, sino los falsos morím o pastores. Sus sacerdotes o sus ancianos no venden una religión diferente, sino una perversión mortal de la verdadera. Sus tropas no lanzan un ataque frontal directo, sino que trabajan como agentes, colándose en el ejército contrario. Las tácticas de Satanás son estudiadas, inteligentes, predecibles, y efectivas. Por lo tanto, debemos permanecer siempre vigilantes. «Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:15-16ª RV1960).

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